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«Ya había ganas. Tras dos años de ausencia...». Jesús 'Chuchi' Maestegui, el alma mater de Los 10.000 del Soplao, ya cuenta los días para que la normalidad regrese, por fin, a esa locura que comenzó un 26 de mayo de 2007. Porque desde ... esa fecha, a Los 10.000 del Soplao sólo les ha derrotado un enemigo. El maldito para siempre covid-19 obligó a cancelar las ediciones de los dos últimos años. Pero para este 2022, ya está todo previsto. El 21 de mayo volverá todo a su ser par cumplir las tradiciones en la decimocuarta edición de la prueba. Un sábado, las ocho de la mañana, ese 'Thunderstruck' de AC/DC sonando para emocionar al más pintado... Y un reguero de bicis de montaña que llevarán sobre su sillín a su particular retador del Infierno Cántabro.
La mayor cita deportiva de la región se ha presentado este martes, con la presencia de autoridades, organizadores y patrocinadores, en sociedad en el Palacio de Festivales. Una edición que tendrá como principal novedad que en ese sábado que inaugure el evento, las bicis de montaña estarán ellas solas. La organización ha decidido ampliar los fines de semana de competición a tres para 'oxigenar' un poco las pruebas, darlas a todas más protagonismo y evitar el aluvión de gente de ese día grande, entre las bicicletas de montaña, andarines, participantes de carreras a pie, Soplaoman...
21 de mayo Será el día reservado a la prueba reina, la de bicicleta de montaña, con la que todo empezó en 2007.
4 de junio Ese sábado será el turno para las pruebas de ciclismo en ruta, el conocido como Soplao de carretera.
17 y 18 de junio Todo lo demás. Carreras y marchas a pie, natación, Soplaoman... Este año debuta el parapente.
«Al analizarlo, nos dimos cuenta de que era lo mejor. Más margen para las pruebas, más seguridad, más repercusión en la parte turística... Creo que salimos ganando todos», añade Maestegui. Así, tras el 21 de mayo, llegará el 4 de junio, con las pruebas de ciclismo en carretera. Y entre el 17 y 18 de junio, «todo lo demás. Las pruebas a pie, el Soplaoman, la natación...». Y también la novedad para este año, el parapente. Se estrenará en la modalidad de precisión, con un despegue desde la ladera de El Cueto, en el municipio de Mazcuerras, para salvar un desnivel de cerca de 350 metros y aterrizar en una pequeña diana de 20 centímetros de diámetro. «Estas locuras se me ocurren a mí», añade entre risas Maestegui. Pero para 2023 ya se piensa en un cambio, en una modalidad más parecida y adaptada «a lo que es El Soplao. Lo plantearemos como si fuera una maratón, en la que se subirá corriendo las montañas y se bajará en parapente».
La ampliación a tres fines de semana permitirá también que las distintas pruebas puedan crecer en cuanto a número de participantes. Porque en anteriores ediciones, Los 10.000 del Soplao han tenido que colgar el cartel de completo. El problema venía por la disponibilidad de alojamientos para una cita que agota todas las opciones desde el centro al oeste de Cantabria. «Hasta ahora había dificultades para encontrar alojamiento», admite Maestegui». Esperemos que con esto se abran las opciones». La organización calcula, sin embargo, que la inscripción para todas las modalidades superarán en algo «las 7.000». Hasta febrero iban a gran ritmo, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el alza de precios generalizada que ha causado, «las ha cortado en seco», apunta Maestegui. «Ahora han vuelto a reactivarse un poco, pero hay que pensar que el 75% de las inscripciones son de gente de fuera de Cantabria».
Esa gran novedad de los tres fines de semana es la principal para esta edición, aunque no la única. Junto a la incorporación del parapente, la prueba de natación se celebrará esta vez desde San Vicente de la Barquera hasta Comillas. Por lo demás, pocas novedades. Los 10.000 del Soplao seguirán con su vertiente solidaria. Parte de las inscripciones irá destinada a la asociación CanELA, dedicada a apoyar a los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica, y a colaborar con la Fundación Vicente Ferrer.
Así, 2022 aparece como un año para «el reencuentro», comenta Maestegui. Para volver a salir de Cabezón escuchando a AC/DC y adentrarse, cada uno con su particular objetivo, en el corazón verde de Cantabria. «Este año, lo que se pueda». El objetivo para 2023 es estar «ya a tope», para plantear nuevos desafíos en un evento ya más que importante para el deporte de Cantabria.
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