Más de 2.000 gimnastas saltan al tapiz

Una cinta que vuela. Una pelota que bota en un hombro y un aro que rueda de punta a punta. Las mazas casi tocan el techo. Aplausos, Gritos. Lágrimas. Muchas lágrimas. Porque la gimnasia rítmica es una apuesta de un año que se resuelve en tres minutos, lo que dura un ejercicio. Una vez. Todo o nada. Ayer se puso en marcha el campeonato de España de Gimnasia de base en el Palacio de los Deportes de Santander que acoge la Copa Base de Conjuntos, la primera fase de la Copa de España de conjuntos, la Copa de España masculina y la Copa de la Reina a nivel individual. Todo desde ayer hasta el próximo domingo. Las primeras en saltar al tapiz fueron las categorías infantiles y cadetes. Más de 300 gimnastas compitieron desde las 15.00 horas hasta el filo de las 21.00 horas. Hubo premio para unas pocas y desazón y rabia para otras.

El deporte da alegrías con cuentagotas y este, en concreto, reparte decepciones sin piedad. Una mano blanda que no recoge la pelota, la maza que se cae, la cinta que se enrolla. Es la grandeza y miseria de la gimnasia rítmica, que desde ayer convierte a Santander en el epicentro nacional.

Les tocó en suerte abrir la competición a los conjuntos cadete e infantil de Torrelavega. Fue un capricho del destino que un equipo de la tierra tuviera el privilegio -o la mala suerte, según se mire- de ser la primera referencia en la cita. A continuación fueron fluyendo con puntualidad inglesa todas y cada una de las escuadras de toda la geografía española. En la grada, las aficiones se dividían, pero de fondo los ánimos eran democráticos. Así las cosas, hoy será el turno de las categorías prebenjamín, benjamín, alevín y juvenil. Será una jornada maratoniana que comenzará a las 9.00 horas y que acabará de noche.

Para mañana está reservada la Copa Masculina, por la mañana, y la Copa de la Reina, por la tarde. El día acabará con la entrega de premios, ceremonia a la que acudirá Jesús Carballo, presidente de la Federación Española de Gimnasia, y que está previsto que presencie el campeonato durante el fin de semana. Y ya el domingo llegará la Copa de Conjuntos, con el que se cerrará la competición.

Tres tapices en bambalinas acogen a cientos de gimnastas calentando a la espera de que llegue la hora de pasar al centro del Palacio, donde decorado con un rosa que llama la atención está preparado el escenario. De frente, los jueces evalúan el ejercicio. La dificultad, la ejecución... La suerte está echada. Un año de trabajo sobre el tapiz. El Sardinero tiene un fin de semana muy concurrido. El domingo se juntarán las gimnastas con algún racinguista haciendo filigranas.