La doble cara de Bolt

 Ángel y demonio... por unas horas. El atleta jamaicano Usain Bolt fue noticia este jueves por partida doble por motivos económicos, pero totalmente opuestos. El plusmarquista donó más de un millón de euros a la que fue la escuela de su infancia, el William Knibb Memorial High, para la mejora de equipamientos y de su programa deportivo. Pero al mismo tiempo se conoció que Bolt abandonó un lujoso restaurante de Londres y dejó sin pagar una factura de 13.400 euros por error. El velocista se disculpó y abonó la deuda al día siguiente pidiendo perdón.

En su donación el campeón olímpico acudió además personalmente al colegio para entregar, entre otros artículos, 50 pares de zapatillas de fútbol, espinilleras o balones. «William Knibb jugó un papel integral en el atleta y en el hombre que soy hoy en día. Así que cada vez que llame o si hay algo que pueda hacer para ayudar, estoy más que dispuesto», dijo el jamaicano, muy concienciado con la ayuda a los demás.

Por eso soprendió su incidente en Londres, donde dejó una factura de 13.400 euros sin pagar en un restaurante. Todo se trató de un error. Bolt celebró una fiesta con unos amigos y se marchó pensando que la cuenta ya había sido abonada. Al día siguiente cuando tuvo conocimiento del asunto, se dio cuenta, lo primero se disculpó y pagó la deuda. No cuadraba nada con su comportamiento. E igual que es rápido para correr e irse de los locales, también lo demostró para saber rectificar.