Boto asegura que se mantendrá "al margen" de las elecciones a la Cántabra

Por su parte, el actual presidente, Fernando Diestro, insiste en que después de 28 años al frente de la institución federativa, ha llegado el tiempo de la retirada. En su equipo están buscando un nombre al que apoyar que dé continuidad al proyecto de las últimas tres décadas, pero de momento no tienen a nadie atado. Lo han intentado con Enrique Torre, directivo de la Peña Bolística Oruña y exalcalde popular de Piélagos, pero de momento solo han recibido negativas. Solo en caso de que no hubiera avances en ese sentido, Diestro podría replantearse volver a las urnas.

«De las elecciones de Cantabria ni sé nada ni quiero saber nada. Cuando estuve presidiendo la Española nunca intervine en esos temas y ahora tampoco voy a hacerlo. Nunca me he metido en los temas internos de la Federación Cántabra o de la Asturiana, que es la mía», sostiene Boto. Los nombres a los que se ha vinculado a la vía alternativa se reunieron la semana pasada en Arce. Allí estuvo el propio Boto y los representantes cántabros de su núcleo duro durante la etapa al frente de la Española. Según el asturiano, fue «un encuentro de amigos que se junta periódicamente» sin mayores pretensiones.

Otro de los participantes en ese encuentro, Emilio Alsina, presidente de la peña San José Rocacero, respalda la versión de Boto y niega que se esté configurando una candidatura afín al expresidente nacional. Eso sí, a nadie se le escapa que tener una junta cercana en la región, la que más representantes tiene en la Asamblea Nacional, supone un importante empujón de cara a un intento de volver a Madrid. Porque Boto esto no lo niega insiste sobre algo que ya adelantó hace un mes: que está dándole vueltas a la posibilidad de intentar tomar el control de los bolos en la Española una vez cumplida la inhabilitación de un año con la que le sancionó el Consejo Superior de Deportes (CSD) después de apreciar «irregularidades en su gestión», un asunto que el afectado niega y que, como recuerda, ha llevado a la justicia ordinaria. Justo por ese asunto fue sustituido por el actual presidente, Gómez Morante, que ya ha enseñado sus cartas y confirmado que estará de nuevo en la papeleta electoral.

«Aunque un amigo me pidiera mi apoyo para postularse para la Cántabra, no me parecería lógico meterme en esos jaleos», insiste Boto. Además, afirma que siempre ha respetado el trabajo de la actual directiva presidida por Diestro y pone en valor la labor realizada en los últimos años. Todo ello a pesar de las discordias que durante mucho tiempo, hasta la llegada de Gómez Morante a la FEB, había entre la Española y la Cántabra. Tan intensas que desencadenaron el cisma entre ellas.

Los otros candidatos

Dejando a un lado lo que pueda hacer la corriente continuista, las otras dos candidaturas, la de Vélez y la de Santamaría, continúan trabajando en sus proyectos. Continúan, pero con matices. La primera, la del exalcalde de San Vicente, todavía no ha cogido forma. «Aún no me he reunido con nadie ni he hecho llamadas. Hay tiempo hasta después del verano. Ahora prefiero disfrutar de la competición, que es lo que verdaderamente nos gusta a los que sentimos los bolos», explica el exregidor.

De momento, pocos movimientos a la espera de que Diestro tome una decisión. Porque Vélez reconoce que si el actual presidente se presenta, reconsiderará su postura. «Si al final se va, ahí estaré», confirma. Eso sí, quiere dejar claro que su intención, de ser elegido, es continuar el legado de la actual directiva. «Hay gente que puede tener recelos, pero yo no pienso destruir el edificio que se ha construido en estos años», concluye.

A día de hoy, la oferta electoral de Santamaría está más consolidada, aunque el cabeza de lista reconoce que si Diestro busca un octavo mandato lo tendrá muy difícil para alzarse con la victoria. Es más, él es de los que piensa que el actual presidente volverá a presentarse. «Estamos en mimbres de hacer una candidatura que represente bien a todos los bolos de Cantabria», cuenta el exresponsable del Comité de Árbitros, que ya tiene atado el apoyo de distintas peñas de División de Honor y Primera y Segunda Categoría.

Aunque también reconoce que Diestro ha hecho cosas bien, es muy crítico con sus últimos años de gestión. «Después de 28 años, el cambio hace falta por higiene. Los bolos de hoy no son los de hace tres décadas. Lo que queremos es devolver este deporte a la afición y a los jugadores, sus legítimos dueños. Ahora, los intereses particulares de los gestores están por encima del interés general», concluye Santamaría.