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Los integrantes de la peña de Comillas Roberto de Juana, Ignacio Migoya, Pablo Fernández y Jonathan García, que se dispone a subir la bola.
El calendario aprieta la Liga
Bolos

El calendario aprieta la Liga

Este fin de semana se disputa una de las siete jornadas dobles previstas para esta temporada

daniel martínez

Miércoles, 13 de abril 2016, 07:23

El próximo fin de semana es especial por dos motivos: el enfrentamiento entre Puertas Roper y Hermanos Borbolla en El Parque, una de las citas más esperadas de la primera vuelta, y la celebración de una jornada doble. Cada vez que el apretado calendario de la Liga obliga a las peñas a jugar tanto en sábado como en domingo vuelve el debate a la palestra. ¿No habría forma de evitarlas para descomprimir una competición en la que se juegan 26 enfrentamientos en poco más de cuatro meses? Casi se habla más de este asunto que del derbi, y en cada casa la opinión es diferente. Si no fuera así, el problema ya estaría zanjado hace años.

En la misma semana

  • calendario

  • Jornadas 1 y 2 se juegan el 25 y 26 de marzo

  • Jornadas 5 y 6 se juegan el 16 y 17 de abril

  • Jornadas 8 y 9 se juegan el 30 de abril y 1 de mayo

  • Jornadas 11 y 12 se juegan el 14 y 17 de mayo

  • Jornadas 15 y 16 se juegan el 4 y 5 de junio

  • Jornadas 18 y 19 se juegan el 18 y 18 de junio

  • Jornadas 21 y 22 se juegan 2 y 3 de julio

La primera jornada doble tuvo lugar nada más comenzar la temporada. La de este fin de semana será la segunda, y todavía hay por delante otras cinco, a lo que hay que sumar otra que se disputará en jueves a mitad de la semana del 23 al 29 de mayo. Especialmente congestionado estará ese mes, cuando apenas cincuenta días después de echar a andar el curso, se llegará al ecuador de una competición que comenzó el 24 de marzo y que concluirá el 30 de julio. No es una situación nueva, sino que se viene repitiendo desde que la División de Honor pasó de tener doce a catorce conjuntos. Al haber más peñas, necesariamente, los choques también aumentan, y resulta imposible algunos no están de acuerdo con esta afirmación alargar el calendario.

En estos momentos, es imprescindible acabar antes de agosto para dejar paso a los concursos individuales, la Semana Bolística y los campeonatos de España y de Cantabria. «Esta lucha viene de lejos y es muy difícil de superarla, porque hay intereses muy distintos. Es verdad que hay peñas que están en contra de este calendario pero, curiosamente, son las mismas peñas las que organizan esos concursos y las que permiten a sus jugadores que vayan. Ellas mismas se contradicen», explica José Ángel Hoyos, vicepresidente de la Federación Cántabra de Bolos. Si no se puede estirar, hay otras opciones, como hacer un parón y retomar los partidos en septiembre. En su opinión, eso restaría interés a la Liga. «Es muy fácil echar la culpa a la Federación, pero hay que recordar que la máxima categoría se rige por su cuenta y la asociación de peñas (Apebol) tiene la opción de hacer una propuesta de calendario y no lo hace», apunta Hoyos.

Ahí ve parte de la responsabilidad el máximo responsable de Riotuerto, José Antonio Abascal, uno de los más críticos con las jornadas dobles. «Si hubiera una Apebol fuerte se presentaría ante la Cántabra y acabaría con estas prácticas. No me gustan nada las jornadas dobles, pero tal y como está montado todo es el mal menor». Porque considera que reducir el número de participantes en la competición sería un camino aún más contraproducente, ya que provocaría que el ambiente bolístico en los pueblos decayera.

Desde La Cavada, apuntan que lo mejor sería reducir el calendario individual. «A todo el mundo se le llena la boca diciendo que hay que cuidar a las peñas, pero luego no se hace nada. Hace falta dar más importancia a la Liga», aunque eso vaya en detrimento de los concursos.

La mejor solución

En Puertas Roper relativizan más una situación que existe desde hace mucho tiempo. «No es lo ideal, pero es la mejor de las soluciones. Si queremos tener un calendario que vaya desde marzo hasta octubre y que ahí entre la Liga, los concursos y los campeonatos, tiene que ser así». Lo dice Gerardo Castanedo, presidente de los de Maliaño, que recuerda que los jugadores ya están acostumbrados. Repasa uno a uno los cambios que se podrían hacer y concluye que pueden ser contraproducentes. «Hace algunos años ya se adelantó unas semanas el inicio, pero las peñas sin bolera cubierta se opusieron porque en esa época todavía el tiempo no acompaña y tienen que obligar a sus aficionados a desplazarse», señala.

En la otra grande, Hermanos Borbolla, su presidente, José Borbolla, reconoce que las jornadas dobles cansan a los jugadores y a la afición, pero tampoco ve un camino alternativo. Ni empezar un poco antes, ni retrasar el final, ni eliminar concursos, unas competiciones que «también tienen mucha emoción y dan mucha vida a los bolos». Eso sí, como su homólogo en Camargo, está convencido de que los profesionales están acostumbrados y que jugar dos partidos consecutivos no tiene relación directa con las lesiones que puedan producirse. «Eso sí, si un jugador titular va a estar 15 días de baja, no es lo mismo para su equipo que en esas dos semanas se jueguen dos o cuatro partidos. Sobre todo si esa plantilla no tiene mucho banquillo», recalca Abascal.

En La Rasilla apoyan la postura de Riotuerto. Su presidente, Cundi Ceballos, aboga por pasar la Semana Bolística, que siempre se celebra en boleras cubiertas en las que la lluvia y el viento no es un problema, a septiembre. Además, introduce otro variable: la opinión de los jugadores. «Las peñas grandes no quieren cambiar el calendario porque sus jugadores van a estar en todas las finales de los concursos y campeonatos. Eso son diez o doce bolistas. El resto, a partir de agosto y hasta marzo, que comienza una nueva Liga, está casi parado», afirma. Reconoce que si los equipos más modestos estuvieran más unidos los que teóricamente quieren alargar la temporada liguera, todo estaría resuelto. Además, piensa que con una Liga más larga se podría tener más contenta a la afición y sería más fácil encontrar patrocinadores, porque tendrían más visibilidad.

Menos peñas

Como la práctica totalidad de las peñas de su categoría, en Peñacastillo tampoco ven con buenos ojos las jornadas dobles. Eso sí, no apoyan ni adelantar el inicio para alargar el campeonato de la regularidad, ni retrasar el resto de competiciones, ni hacer un parón y retomar la Liga en septiembre. Todas son «alternativas muy complejas, que ya se han valorado y que no se pueden desarollar». Su opción es una idea intermedia pero que también despierta recelos:reducir a doce equipos la máxima categoría del bolo palma. «Que me expliquen cómo puede preparar bien un equipo en una semana dos partidos contra peñas que jueguen diferentes. Es imposible», afirma Nel González, el presidente de los santanderinos. Lo defiende no solo por espaciar más los partidos, también para «prestigiar» el torneo liguero y para dar más opciones a los pequeños.

En la Federación Cántabra no les suena mal esta idea. Así, se armonizaría el número de equipos que compiten en División de Honor con el de las categorías inferiores. Solo en Primera hay también catorce conjuntos, en el resto, son una docena o menos. «No tiene que ser ahora, puede ser a medio plazo, para que no bajen a la vez cuatro equipos y no haya conjuntos perjudicados. Que se fijen una fecha para adaptarse a el nuevo modelo y todo sería más fácil», concluye Hoyos.

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