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daniel martínez
Jueves, 28 de abril 2016, 07:18
Pasa en los bolos, pero también en el fútbol, el cine o el teatro. Al público le gusta el espectáculo. Y por los números que manejan las peñas cántabras durante este inicio de temporada, la emoción que da al campeonato liguero que sea uno de los más igualados de los últimos años está haciendo que la afluencia de aficionados a los corros crezca. Eso sí, moderadamente. Una buena señal para un deporte autóctono que, como muchos en otros territorios el bolo palma no es ni mucho menos de los peor parados, está viendo como cada vez cuenta con menos licencias. Hay teorías para todos los gustos. Casi tantas como ideas para hacer que haya menos sillas vacías en las boleras.
Quizás no sea el mejor ejemplo, porque un enfrentamiento entre Puertas Roper y Hermanos Borbolla máximos aspirantes al título de Liga junto a Riotuerto garantiza una buena entrada, pero el lleno casi total que había en El Parque de Maliaño llamó la atención. Más de un millar de personas según los locales a pesar del día de perros que hacía fuera de la cubierta de Camargo. «No sabemos por qué está viniendo más gente que otros años, pero cuando jugamos en El Malecón contra J. Cuesta también teníamos cerca de 450 personas en las gradas», afirma «contento» Gerardo Castanedo, presidente de Roper, que tiene claro que «si jugamos bien y hay espectáculo los aficionados a los bolos se van a animar».
En la Bolerona, la que tiene más capacidad de toda Cantabria, han llegado a juntarse históricamente hasta 3.000 personas, unas cifras que ahora cuestan un poco más repetir. También ha protagonizado llenos la de El Verdoso, la segunda mayor de la región 2.200 localidades, aproximadamente, que en diversas ocasiones, como en los concursos del PRC o cuando La Carmencita jugaba en División de Honor, ha colgado en cartel de no hay billetes.
El de Camargo no es el único caso. «Ha aumentado muchísimo este año, por lo menos en nuestra bolera», detalla Marco Fernández, secretario de Comillas. Ellos tienen la suerte de recoger en la villa marinera a los aficionados de toda la comarca, que no cuenta con más peñas peleando por hacerse con el título de División de Honor. También es cierto que hace doce meses ocurría lo mismo y Los Tilares lucía más espacios vacíos.
Todo aumento en la recaudación, por pequeño que sea, es bueno, pero en Riotuerto reconocen que allí casi nunca tienen problemas para que la bolera no se les quede vacía. «Somos un pueblo pequeño y aquí los bolos tienen mucho tirón, pero supongo que también ayudará que tenemos buen equipo y que es el principio para que haya más espectadores». Lo dice José Antonio Abascal, presidente de la peña, que pone como ejemplo de la fidelidad de su afición el gran número de vecinos que arrastran a otras localidades. También en Noja ven más público, aunque allí cuentan que las variaciones son más reducidas: «A medida que haga mejor tiempo opina José Borbolla y que los partidos son más importantes crecerá».
Junto a la concentración de partidos en un mismo municipio o en ayuntamientos limítrofes, esa es, la del tiempo, la clave fundamentales. En Pontejos también han notado un «leve» aumento cuando no hay competencia en Camargo o El Astillero, pero han tenido la mala suerte de toparse muchos días con la lluvia, lo que les ha obligado a trasladarse a la auxiliar de Orejo. Y eso ha lastrado el número de aplausos.
Desde la Federación valoran positivamente esta sensación, pero son cautos. «Hay mucha ilusión por el comienzo de la Liga. Todos los años se dice lo mismos por estas fechas. Llevábamos casi cinco meses sin bolos y la gente a la que le gusta esto lo necesitaba», explica el vicepresidente de la Cántabra, José Ángel Hoyos, que solo descorcharía el champán si los niveles actuales se mantuvieran durante los concursos.
Otras estrategias
«Que haya aumentando la afluencia es bueno, pero es complicado seguir creciendo. La gente joven tiene muchas alternativas y pocas veces aguantan más de una hora en la bolera», afirma Alfredo Domingo, presidente de la Apebol. Algunas de las peñas que forman parte de esta organización tienen ideas para que esta tendencia al alza se consolide.
El presidente de Peñacastillo, Nel González, lo ve sencillo. Hacer como en el fútbol: «Solo jornadas sencillas y buscar el acuerdo de los equipos para sacar partidos al viernes y que ninguno de los del fin de semana coincida en el mismo horario». Así los aficionados afirma que muchos lo harían encantados podrían ver cada jornada tres o cuatro encuentros de Liga. También en Comillas respaldan esta idea.
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