"No puedo permitir que se ponga en duda el honor de Riotuerto"

Riotuerto no quiere entrar en una guerra a cuenta del incidente ocurrido el pasado domingo en la bolera de La Encina, en la que un miembro de la directiva de Renedo agredió, supuestamente, a un aficionado local ha presentado denuncia que habría acusado durante el encuentro al jugador Mario Herrero de estar robando metros en el tiro. Pero mucho menos que se generen dudas sobre la deportividad de los de La Cavada. «No puedo permitir que se ponga en duda la honorabilidad de la peña y la afición, que durante 50 años de historia están ahora de aniversario ha demostrado que no necesita utilizar ninguna técnica sucia para ganar un partido», afirma José Antonio Abascal, presidente de Riotuerto.

Lo dice después de que el máximo responsable de Renedo, Pedro Mazorra, afirmara que había un acuerdo entre parte del público y los representantes del conjunto de La Cavada para hacer ruido y molestar así el juego de sus invitados, algo en lo que insisten los de Piélagos. «Más allá de que un aficionado protestara, todo lo demás es mentira y me indigna», detalla Abascal, quien espera que sus rivales del domingo rectifiquen unas palabras que «no tienen ningún sentido».

En su opinión, todo el mundo que conoce la trayectoria de Riotuerto y de su actual junta directiva sabe que esas afirmaciones no tienen ninguna credibilidad. «Llevo muchos años en esto. Hemos vividos muchas cosas. Ascensos, descensos... y nunca hemos necesitado acudir a estas cosas. Mucho menos contra una peña con la que hay tanta diferencia en la tabla clasificatoria», remarca Abascal, visiblemente contrariado con una polémica que no entiende. Además, reconoce que sí hubo un aficionado que se dirigió a los jugadores de Renedo, pero niega que se produjeran insultos.

El lunes, Mazorra también informó de que tenían la intención de llevar los hechos ocurridos en la bolera cubierta de La Encina ante el Comité de Competición de la Federación Cántabra de Bolos. Su propósito es que sea este organismo el que investigue lo denunciado, que hubo una clara intención de interferir en el juego de sus bolistas con tosidos forzados y silbidos. «Nosotros estaremos encantados de ir a declarar a donde nos llamen. Con la verdad por delante se puede ir a cualquier sitio», aclara Abascal, convencido de que nadie puede poner en duda su versión de lo acontecido. «Sé lo que tiene que hacer un jugador cuando interviene alguien del público y sé lo que hicieron los jugadores de Renedo; y no fue lo apropiado. Hubo una peña que estuvo a la altura, Riotuerto, y otra que no», remarca.

Para los de La Cavada, la prueba de que no se produjo nada fuera de lo común y de que los árbitros actuaron de manera correcta fue que el conjunto visitante firmó el acta al final del partido, por lo que se entiende que dieron su conformidad con la actuación arbitral.

Sin recorrido en la FCB

Desde la FCB, explican que todavía no han recibido ninguna comunicación, pero consideran que este asunto no tiene recorrido. «Es una polémica ajena al juego que tendrá que solucionarse por la vía civil. Si el árbitro no reflejó nada en el informe, todo lo que se pueda decir es papel mojado», confirmaban ayer desde la institución. Su vicepresidente, José Ángel Hoyos, calificaba la situación como «desagradable» y animaba a ambas peñas a limar asperezas, al tiempo que dudaba de que desde Riotuerto se hubiera actuado de forma premeditada, sobre todo porque «no tienen ninguna necesidad».