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daniel martínez
Sábado, 14 de mayo 2016, 18:06
El primer paso para superar las limitaciones propias es reconocer que, efectivamente, existen. En Renedo, colista de la clasificación de División de Honor con solo una victoria en diez jornadas de Liga, saben desde que comenzó la competición que están un punto por debajo de la mayoría de las peñas de la categoría. Lo reconoce abiertamente el jugador José Luis Rueda:«No está pasando nada que no nos esperáramos. Estábamos seguros de que estaríamos en la zona baja. Lo teníamos asumido, así que nos afecta menos».
Suena derrotista, pero el ánimo en el equipo de Piélagos es muy distinto. Sin motivos para festejar nada, prefieren mirar hacia adelante con optimismo. Un optimismo que podría ser mucho mayor el domingo por la noche. En la jornada doble que hoy comienza, Renedo se verá las caras con rivales directos en la lucha por la salvación, el objetivo confeso para este año.
Esta tarde recibirán a Pontejos y mañana a La Rasilla, en ambos casos a partir de las 17.00 horas. «Conseguir dos, tres o cuatro puntos ahora sería muy importante. Lo que no podemos es perder ante ambos. Si ocurre eso, aunque todavía no hemos llegado a la mitad de la competición, las cosas se pondrían ya muy difíciles», afirma Rueda. En su opinión, aunque hay gran igualdad en la zona baja como ocurre en toda la categoría, en este tridente pueden estar los nombres de las dos peñas que tienen más opciones de bajar a Primera.
El rendimiento deportivo ha influido en la actual situación de Renedo, pero también algo la mala suerte. En media decena de choques han logrado llegar al 2-2, pero al final las cosas no han salido. Porque, «dentro de nuestras limitaciones», el nivel no está siendo malo. «Ningún partido contra Renedo ha sido un paseo militar y los rivales han tenido que poner todo para conseguir sus chicos», cuenta el bolista, que valora positivamente la implicación de toda la plantilla. Por muy duras que sean las actuales circunstancias, el ambiente es bueno. También con la directiva, que sabe que no puede pedir más de lo posible.
Transcurrido un tercio de la Liga, están tocando algunas teclas a ver si la melodía empieza a sonar mejor. Pequeños cambios, lo que ocurre es que el margen de maniobra es reducido. Ellos mismos lo dicen. «A partir de ahora la clave va a ser que aprovechemos nuestros mejores momentos de juego y que esos coincidan con los de debilidad del contrario», cuenta Rueda. Es decir, leer el juego para aprovechar las oportunidad. Si no se es el mejor, por lo menos ser el más listo. De lo contrario «está claro que tenemos las de perder». Precisamente, eso hicieron la única vez que han conseguido el triunfo desde marzo. Fue contra J. Cuesta. Casi sin querer, se liaron a hacer emboques y llegaron a los cuatro chicos. «Precisamente en ese partido, ni los buscábamos ni los necesitábamos, pero salieron. En otros, pasa lo contrario», cuenta.
Aunque no se sienten menospreciados por el resto de peñas, sí reconocen que llegar colistas a una bolera da alas al contrario. «Psicológicamente, se confían mucho más cuando juegan contra nosotros. Están con menos presión y eso hace que su partido sea más fácil». Algo así pasó en la última cita liguera contra Riotuerto, en la que se vivió un incidente «muy desagradable» cuando un jugador acabó agredido supuestamente por un directivo de Renedo recriminó al juez y a los jugadores que los locales estaban robando metros. «Sobre eso, mejor es pasar páginas y calmar a la gente para que no vuelva a ocurrir», concluye.
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