Borrar
Óscar, en el birle.
Óscar recupera su cetro
BOLOS

Óscar recupera su cetro

Emilio Antonio Rodríguez fue la gran alternativa al líder hasta que dos bolas quedas le condenaron en la semifinal

ASER FALAGÁN

Domingo, 7 de agosto 2016, 10:39

¿Creían que era imposible? Pues estuvo a punto de convertirse en realidad. Porque con Óscar todo el posible. El Junco de Liérganes no solo es el nuevo campeón de Cantabria (y van seis), sino que tuvo opciones de batir su propio récord de bolos en el Regional. Lo tenía a tiro de 148 en el último concurso y lo intentó para dar más alicientes al público de La Cavada. No pudo ser (se quedó en 716), pero el premio gordo, que no era otro que el cetro cántabro, no se lo quita nadie. Una muesca más en una temporada arrolladora.

Cuando Emilio Antonio Rodríguez Gutiérrez (Villanueva de la Peña, 1976) y Óscar González Echevert (Liérganes, 1978) salieron otra vez a las siete y cuarto al corro de La Cavada ya sabían que uno de ellos iba a convertirse en nuevo campeón de Cantabria. Faltaba por saber quién. Solo dos bolos les separaban después de tres concursos y ya habían puesto suficiente tierra por medio como para citarse en un doble duelo (la segunda semifinal y la final) que terminó con Óscar campeonando para sumar un nuevo título de Cantabria, el sexto, que junto a otros tantos entorchados nacionales e interautonómicos le sirven para alcanzar la docena de grandes coronas. Un elocuente palmarés para uno de los mejores jugadores de la historia que se tuvo que exprimir hasta que Emilio Antonio, también ovacionado por el público, perdió algo de fuelle en la recta final.

Cuando a las 20.00 horas terminó la segunda semifinal -también el segundo de los tres duelos directos de la tarde-, ya solo el cachi o alguna queda podían evitar que el Junco sumara un nuevo título. Y es que tras dos días de emoción y espectaculares registros, el mayor de los Rodríguez no tuvo suerte. Un bolo trabó su segunda bola de la semifinal y nada más abrir la segunda mano vió cómo otro lanzamiento se quedaba sin pasar la raya, lo que lastró a un Emilio Antonio que terminó con 121 palos. Un meritorio resultado con dos quedas, pero muy lejos del Junco. Y es que estuvo tan condicionado en su juego que cerró la última mano con dos blancas en un momento en que no se podía permitir ningún respiro ante un Óscar imperturbable que sumó siempre, salvo en la final, a más de 140 por concurso. Por eso llegó al último capítulo en condiciones de batir el récord histórico de bolos en un Regional, aquellos 737 que él mismo firmó hace dos años en Torrelavega precisamente ante el otro hijo de Tete, Rubén Rodríguez. Cuando está en racha, Óscar parece imbatible.

En la final al Junco de Liérganes le bastó con administrar su renta para sumar una nueva victoria y proseguir en su carrera de fondo por alcanzar otro récord, el de Tete, ese registro inalcanzable de once grandes campeonatos individuales. Y que tal vez, solo tal vez, no lo sea tanto. Por el momento ya puede presumir de haber tirado más palos que nadie en un campeonato. Y ayer demostró que queda Óscar para rato.

Encarrilado

Los cuartos de final ya habían comenzado a perfilar algunas cosas. Mientras Jesús Salmón, que el viernes estuvo por momentos cerca de no pasar el corte, protagonizaba un gran concurso para remontar hasta la tercera plaza, Óscar y Emilio Antonio demostraban una vez más que eran los dos jugadores más en forma. En su primer mano a mano de la tarde mantuvieron casi intacta su renta en otro gran concurso, como lo fueron casi todos los de Riotuerto. Como si quisieran darle más emoción a la jornada. El Junco comenzó mandando, pero Miliuco remontó con la raya al medio para colocarse a sólo dos palos del de Liérganes en la clasificación provisional y dejar claro de paso que, salvo cataclismo, ambos se iban a jugar el título.

Las semifinales comenzaron con un duelo de camargueses ya muy mediatizado por el marcador en el que Salmón y Haya estaban obligados a más de un emboque para mantener la esperanza de luchar por algo más que la medalla de bronce. Ya en el ecuador del concurso se demostró que iba a ser complicado. Aun así, firmaron muy buenas actas, con 140 palos para Haya, que se aseguraba de este modo el podio, y 131 para Salmón, que rozó el cachi con su última bola en su búsqueda de la medalla de bronce que ese emboque le hubiera asegurado. Pero ambos registros fueron insuficientes para poner en apuros a los líderes.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Óscar recupera su cetro