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DANIEL MARTÍNEZ
Lunes, 20 de febrero 2017, 19:19
El bolo palma contará esta temporada con 158 equipos en las distintas categorías, prácticamente las mismas que en 2016. Por diversos motivos, ocho de los conjuntos activos la pasada temporada se han dado de baja, pero hay relevo gracias a la creación de siete nuevas ... plantillas en San Felices de Buelna, Pámanes, Parbayón, Cohiño, Torrelavega, Cubas y Reinosa. Nuevos jugadores, pero integrados en peñas con mucha solera en el panorama deportivo cántabro. Porque la mayoría -seis de ellas- son filiales que sirven para dar salida a los jóvenes bolistas que se han formado en sus propias escuelas, para tener un grupo de jugadores en la reserva por si atacan las lesiones a mitad de curso o para que los mayores que ya no aguantan el peso de la gran competición puedan seguir disfrutando de su afición. En cualquier caso, el objetivo final es relanzar o hacer que el deporte vernáculo siga creciendo en su localidad.
"Los que estaban en categorías menores van creciendo y si no llegamos a dar este paso no tendrían dónde jugar. Tenemos un equipo en Segunda, pero todavía no están preparados para estar tan arriba. Alguna vez les hemos probado y lo pasaron mal, así que entrar con otra plantilla en Tercera era la mejor opción. Así van cogiendo maneras", explica Jesús Bárcena, presidente de San Lorenzo, de Parbayón. Después de un tiempo en el que la natalidad dejó casi sin niños el pueblo, las familias volvieron con el 'boom' de la construcción, y eso se notó en la escuela de bolos. A todos esos chavales hay que darles salida.
Lo mismo ocurrió en Cohiño (Arenas de Iguña), donde hace cinco años se puso en marcha la peña El Poliqué. "Arreglamos la bolera del pueblo de toda la vida y ha crecido una afición de críos muy importante que hasta hace poco no había», cuenta Manuel Pelayo, su responsable. Él dejará de jugar en Segunda y se unirá a dos jóvenes vecinos y otros dos de Las Fraguas para poner en marcha este nuevo proyecto, que como todos los que arrancarán este curso comienza desde Tercera, la categoría más baja. El primer objetivo de Pelayo y compañía, como el de los de Parbayón, es seguir aprendiendo y disfrutar, pero, viendo el nivel de sus nuevos compañeros, está seguro de que en dos o tres campañas pueden estar celebrando un ascenso. «Ellos mismos son los que lo han ido pidiendo. Y creo que es muy necesario. Esta es una edad muy complicada, porque muchos tienen que dejarlo para estudiar o dejan de entrenar para salir. Si no les enganchas ahora con la competición, después es muy difícil", concluye.
En San Felices, más que cantera, tendrán este año un equipo de reserva. Han integrado a la desaparecida Hornos de la Peña y han creado un equipo auxiliar. Lo que en otros deportes se conocería como filial. «Antes, si se lesionaba algún jugador, como nos pasó el año pasado, no podíamos sustituirlo. Ahora somos la misma peña aunque tengamos dos equipos, así que no habría problema». Lo dice Fidel López, impulsor de esta fusión, que lamenta que en su municipio los jóvenes, al contrario que en Cohiño o Parbayón, hayan dado la espalda a los bolos.
En su opinión, el sistema tampoco ayuda. "En un principio es un deporte poco atractivo que cuesta vender. Además, los tres o cuatro grandes consiguen muchos premios y de la cantera normalmente nos olvidamos. Si hubiera algún incentivo... No cuesta nada equilibrar más los premios y que los concursos bajen el premio económico de los jugadores de Primera y regalen una Play Station a los de categorías menores, por ejemplo". López deja la idea en el aire.
Deporte rey
Sin equipos de fútbol, baloncesto o balonmano, el deporte rey en Pámanes es el bolo palma. Quizás por eso la afición es tan grande que los jugadores no quieren jubilarse. El pasado año, su equipo principal subió a Primera Categoría. "Los que estábamos en la peña llevábamos mucho tiempo jugando y hacía falta una alternativa", afirma Ángel Miranda, uno de los fundadores de la agrupación. Él y otros de los integrantes del grupo primigenio -llevan aquí 15 años-, en un acto de generosidad, han decidido dar un paso atrás después de ascender. Los jóvenes se quedan en el representativo y los más mayores, que "ya no estamos para estar en Primera", empiezan de cero en Tercera: "Vamos a jugar para divertirnos, pero siempre tienes en mente ser campeón. Una cosa es pasarlo bien y otra distinta no competir. Para eso nos quedamos en casa y no jugamos una Liga".
Jugadores con experiencia tampoco faltan en Torrelavega. Pero la Bolística ha optado por entrar en la Liga de veteranos. Ya existió en el pasado y fue uno de los impulsores de esta categoría con gente de la talla de Rufino Díaz o Valentín González. "Llevábamos tiempo intentándolo, pero teníamos claro que sólo daríamos el paso con gente de casa", explica el presidente de la peña, Luis Ángel Mosquera, quien reconoce que no sabe si fueron los integrantes de la plantilla los que le convencieron a él o viceversa. En su liga es muy difícil hacer sombra al conjunto de Peñacastillo, pero con este nuevo equipo tienen una segunda intención: "Igual estos jugadores traen a sus nietos, y estos a más amigos y hacemos más grande la cantera". Todas las estrategias cuentan.
La nueva peña de Cubas (Ribamontán al Monte) empezará en marzo a competir en féminas. "Teniendo en casa a una campeona como Iris Cagigas había que hacerlo", detalla Jesús García, que ya coordina otros cuatro equipos en la modalidad de pasabolo. La partida del pueblo la formarán, precisamente, las que fueron compañeras de Iris -ella sigue en La Carmencita- en las categorías inferiores: «Hicimos un torneo este verano y como estaban convencidas de que querían jugar, fue muy sencillo crear el equipo".
Vuelve una histórica
Más complicado lo tuvieron en Reinosa. Allí, la Peña Ebro estaba prácticamente desaparecida. El proceso no era tan sencillo como el de crear un filial. En Campoo hizo falta refundarla. Justo el año en el que la institución celebra su 75 aniversario. «Somos un grupo de amigos que se ha propuesto que los bolos vuelvan a esta comarca. Se habla mucho de bolos en San Mateo. Es uno de los concursos más importantes, pero el resto del año no hay nada», recuerda Diego Morales, uno de los que ha tomado el testigo en Reinosa. Afirman que, en su caso, sí que han tenido que dar "paseos" para poner en marcha la peña y no han contado con la ayuda de los antiguos responsables. No ha bastado con una visita a la Federación Cántabra como en los seis casos anteriores en los que la peña ya existía y sólo hizo falta sumar un nuevo equipo, pero están convencidos de que «hacía falta».
No sólo están en Reinosa, sino que trabajan por llevar el bolo palma por toda la zona. Por ejemplo, a Mazandrero, un pueblo de 50 habitantes de Campoo de Suso en el que han reparado la bolera y han aficionado a unos cuantos chavales. "Hemos pedido el Campeonato de Liga infantil para celebrarlo allí y estamos casi seguros de que nos lo van a conceder. Sería muy importante para que este deporte siga atrayendo niños", remarca Morales. Para celebrar sus bodas de diamante, a Reinosa también quieren llevar el Regional de Primera o la Copa. "O ambas, aunque sabemos que es muy difícil". Están motivados.
En la Ebro Ciudad de Reinosa confiesan que lo tienen fácil, porque cuentan con el apoyo del Ayuntamiento y empresas de la zona, pero eso no es lo normal. Aunque las peñas filiales pueden usar el material de sus 'mayores', poner en marcha un segundo, tercer o cuarto equipo supone una inversión importante. "Hay que hacer encaje de bolillos y a los directivos nos cuesta dinero, pero lo hacemos porque pensamos que vale la pena", concluye Bárcena desde Parbayón. A partir de marzo, su nuevo equipo y los seis restantes que este año se estrenan en Liga estarán en las boleras.
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