"El sacrificio ha tenido recompensa"

La atleta del Piélagos se había asegurado una medalla tras superar el 1.64, pero se elevó finalmente por encima de 1.67 metros en su tercer intento, registro que le valió para subirse a lo más alto del podio. De la Maza llegó al campeonato "muy concentrada y sabiendo que podía mejorar mi marca, que tenía esta temporada en 1.60 metros". El camino al oro no fue nada fácil, "el 1.55 lo pasé a la segunda y en ese momento comencé a pensar que igual quedaba cuarta", pero luego lo superó e incluso después trató de rebasar el listón sobre 1.69, lo que hubiese supuesto mejorar en un centímetro su marca personal de siempre. La mexicana Sophia Isadora Molina, que participaba en la cita fuera de concurso, venció en la prueba con la misma marca que De la Maza (1.67), aunque con un competición más limpia.

El domingo fue la primera vez que Violeta de la Maza consigue el oro en un Nacional. "El año pasado quedé tercera al aire libre", así que una vez conseguido el objetivo tuvo muy claro qué hacer: "sólo pensé en disfrutar y me puse a saludar a la gente que estaba en la grada y que conocía, porque quería compartir con ellos ese momento. Fue una impresión diferente estar allí, ya que pensaba sacar medalla en el campeonato, pero nunca que fuera el oro", confiesa. Con el paso de los días la atleta ha ido asimilando las emociones que supone proclamarse campeona de España: "estoy muy contenta porque he visto que el sacrificio, el esfuerzo y todo el trabajo han tenido su recompensa".

Tras el cambio de residencia por los estudios, Violeta entrena cinco días a la semana durante dos horas con Antonio Sánchez en Salamanca y cuando regresa a Santander sus rutinas corren a cargo de Ramón Torralbo, el entrenador de Ruth Beitia, y Víctor Cueli. Ahora, los próximos retos de la saltadora son el Campeonato del España al aire libre, la División de Honor con el Piélagos y "superar el 1.70", añade mientras sonríe de regreso a casa.