

Secciones
Servicios
Destacamos
Marco García Vidart
Lunes, 13 de marzo 2017, 07:26
Fue un día de sensaciones algo contradictorias. Por un lado, contentas con la medalla de plata y con una carrera soberbia de todas sus integrantes. Y por otro, la pena que por una lesión se escapó un oro que parecía más que cantado en los primeros compases de la prueba. La selección cántabra femenina se trajo del Campeonato de España de Cross que se celebró en Gijón una plata con un poquitín de regusto amargo. Porque si Iris Fuentes-Pila no se tiene que retirar con molestias en el tendón de aquiles, el quinteto regional que ayer corrió en la ciudad asturiana hubiese subido seguro a lo más alto del podio. Al final, el oro se lo llevó la otra selección favorita para el título, Castilla La Mancha, que con sus 46 puntos aventajó en 14 a las cántabras (60). El bronce fue para la selección de Madrid, con 62 puntos.
El circuito del parque fluvial de Viesques servía de escenario para el Nacional de Cross. El viento pegaba de lo lindo y el piso, aunque tenía algunas zonas de barro y agua, no estaba excesivamente pesado. En la carrera femenina, al igual que en la masculina, por delante cinco vueltas para totalizar algo más de diez kilómetros de recorrido. En el primer giro, con todo el grupo compacto, no hubo más sobresaltos que un pequeño aviso de Trihas Gebre, pero pronto pasó a comandar la carrera la veteranísima Jacqueline Martín, que pronto cumplirá 43 años.
Tras esa primera vuelta de calentamiento, Gebre pensó que ya estaba bien de correr entre tanta gente. Maitetxu, como llaman a la etíope afincada en el País Vasco hace tiempo, desapareció en pocos metros de la vista de sus rivales y se fue como una flecha hacia su tercer título consecutivo. Por detrás, había muy buenas noticias para Cantabria. En el grupo que se formaba tras Gebre, estaban Pelayo, Zulema, Iris y Paula González. Al paso por la segunda vuelta, Cantabria era medalla de oro.
Cuando las cámaras reparaban en Irene Pelayo y en Zulema Fuentes-Pila, las sensaciones no podían ser mejores. Gesto tranquilo y de máxima concentración en ambas. Se formó un grupo de nueve atletas, entre las que estaban ambas, y algo más rezagada venía Paula González. El gran problema venía con Iris. La atleta del Santutxu, que siempre había estado pegada a su hermana Zulema, no aparecía. Y la otra cántabra en liza, Dolores Marco, viajaba bastante más retrasada. «Iris se ha tenido que retirar en el cuarto kilómetro. Tenía el tendón de aquiles muy tocado», señala Zulema Fuentes-Pila. «Ha sido un palo mental cuando me lo ha dicho en la carrera». El oro en el campeonato la puntuación la cierra la cuarta clasificada del equipo estaba en el aire.
El ataque de Pelayo
Además, de la lucha por escuadras, también estaba la pelea por la plata y el bronce individuales, toda vez que Gebre jugaba en otra liga. Y como nadie se movía en ese grupo de nueve unidades que perseguía a la atleta del País Vasco, fue Irene Pelayo la que se decidió a mover la carrera. «Al sprint me podían pasar muchas de las que estaban en ese grupo, así que ataqué», afirma la reciente campeona de España de medio maratón. Y el hachazo dio sus frutos. Tras ella sólo pudo irse en un primer momento Ana Lozano (Castilla La Mancha), que a poco del final soltó a la cántabra para irse en solitario hacia la plata. Aunque la fatalidad llegó en forma de una Nuria Fernández que se sobrepuso a un mal momento. Justo en el desvío que conducía a la recta de meta, la veterana mediofondista cazó a Pelayo y no tuvo mayor problema en rebasarla para colgarse el bronce.
«Yo estoy contenta. Iba para asegurar el puesto del equipo. Y me he encontrado superbien en la carrera», comentaba Pelayo tras la prueba. Igual de contenta estaba una Zulema Fuentes-Pila a la que le había faltado «creérmelo, ya que 10 kilómetros es una distancia muy grande para un cross. Quizá podía haber intentado irme al final con Azucena Díaz y Nuria Fernández, pero estoy muy satisfecha».
Tras la carrera, llegaba el premio para las dos atletas cántabras. Irene y Zulema eran convocadas para el Mundial de Cross que se celebrará el próximo día 23 en Kampala. Pero en la capital de Uganda sólo competirá la de Esponzúes. «Yo he renunciado», apunta Zulema Fuentes-Pila. «No me hacía especial ilusión. Con casi 40 años... Y ahora que soy madre, cambian las prioridades. Prefiero dar por concluida la temporada de invierno».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.