"Mi próximo reto es una maratón completa"

Pelayo, cuarta en el Nacional de cross individual y en el cross corto por clubes y flamante campeona de España de medio maratón, fue seleccionada por la Federación Española de Atletismo junto a otros 23 deportistas para defender los colores nacionales en un evento tan importante. Su objetivo era "pasarlo bien, conocer mundo e intentar hacer una buena carrera, de menos a más". El pasado fin de semana fue la primera vez que vistió la camiseta de la selección española en un campeonato del Mundo. Aunque desde hace muchos años, ese nombre no hace justicia a lo que se ve en la carrera. Los atletas africanos dominan de tal forma la prueba que ser el primer blanco en la línea de meta ya es todo un logro.

Pero nada merma un ápice la ilusión por su primer Mundial a los 37 años. Pelayo añade con un punto de emoción que, en el último año, el atletismo "me está devolviendo alegrías después de tantas penas". En junio del año pasado ganaba el Nacional de carreras de montaña y el pasado 5 de febrero, se convertía en la campeona de España de media maratón en Granollers. En el pasado Campeonato de España de cross, el 12 de marzo en Gijón, fue cuarta. "Estoy como en una nube". De esas penas de las que habla, en forma de una lesión de rodilla en mayo de 2014, que la tuvo casi un año en el dique seco, mejor ni acordarse.

Mientras todos disfrutaban de las fiestas navideñas, Irene Pelayo hacía miles de sacrificios para no salirse del plan de entrenamientos que le había impuesto su preparador de cara al Nacional de media maratón. Un tremendo esfuerzo que tuvo recompensa. "¡Campeona de España!, es que suena muy fuerte. Y no solo eso, es que lo he conseguido con un tiempo de 1:12:09", explicaba con emoción la atleta del Piélagos tras aquella prueba que se convirtió en su primer gran título en esta categoría.

Superación

"En el kilómetro ocho de la carrera me di cuenta de que tenía muchas opciones. A mitad de la prueba ya me veía con el oro en el cuello y a partir del 18, ya fue casi definitivo", comentaba. La clave, seguir al pie de la letra la estrategia diseñada junto a su equipo. Porque aunque era la primera vez que corría en la cita barcelonesa, el trazado estaba totalmente estudiado. Tras un arranque conservador a un ritmo de 3:29 por kilómetro, al pasar el ecuador metió una marcha más: "Sabíamos cómo hacerlo y seguimos el plan al pie de la letra. Hemos pasado la marca de 10.000 metros en 35 minutos y al final hemos hecho un tiempo de una hora y doce, así que ha salido como esperábamos". "Mi liebre, Fran Rodríguez, me iba cantando todo. Las cuestas, las bajadas... Esa tranquilidad que me daba ha sido fundamental", apunta la flamante campeona, una habitual en los podios de Cantabria y que desde ese día ya tiene un título nacional.

Tras ese oro siguió con ese estado de forma excepcional que también demostró en Gijón, donde peleó por la medalla hasta la recta de meta con Nuria Fernández. Más tarde, Pelayo llegó a la capital de Uganda "Animada, contenta... a disfrutar", consciente de la dificultad que entrañaba sobre todo, debido a factores como el calor o la altitud. Para acudir a la cita mundialista en plena forma le ha bastado con la preparación que siguió para brillar en el Campeonato de España de cross. "Hacía sesiones de 16 y 17 kilómetros diarios e incluso había días que doblaba, con entrenamientos mañana y tarde para completar más de 20".

De cara al Mundial aflojó un poco el ritmo y ya no hubo sesiones dobles en un mismo día. Carlos Díez, su entrenador y para el que no tiene palabras suficientes de agradecimiento, es el que lleva de forma meticulosa su preparación. Y también en su trabajo, en el polideportivo de Polanco, "me dan muchas facilidades para entrenar".

Tras el Mundial, llegará en apenas un par de semanas el Campeonato de España de 10.000 en pista. "Es en Huelva y tengo poco tiempo para recuperar y entrenar algo". Por el momento la campeona de España de media maratón no piensa en el paso que le queda como fondista y retar a los 42 kilómetros y 195 metros. "Un maratón completo... Es lo siguiente, pero creo que será ya el año que viene", augura.

Lejos, muy lejos, queda ya su primera competición, en La Vega de Pas. Por aquel entonces, otro campeón, José Manuel Abascal, dirigía la escuela de atletismo.