Secciones
Servicios
Destacamos
adela sanz
Miércoles, 3 de mayo 2017, 10:33
Cuando Álvaro Ríos (Santander, 1988) tenía tres años, su madre Begoña decidió buscar un deporte en el que enrolar a su pequeño, que «era muy inquieto. Un niño muy revoltoso y siempre me decía que tenía que desfogarme y cansarme». Así que la progenitora fue ... a hablar con Carmen, la esposa de Raúl Merino entrenador del Judo Club Torrelavega y uno de los referentes de este arte marcial en la capital del Besaya y alma del club.
«A mi madre la comentaban que el judo para los niños inquietos era un deporte muy bueno, que podía ayudarles a centrarse de una forma divertida». Álvaro Ríos sigue desde entonces en el mismo club. «Tengo muchos compañeros que han llegado a donde he llegado yo pasando por mogollón de clubes. En mi caso siempre encontré aquí todo lo que necesito».
De sus primeras tardes en el tatami no tiene muchos recuerdos, pero «me acuerdo, sobre todo, de cuando hacíamos los juegos, las volteretas y practicar las caídas de judo. Era un bardal en aquella época y tanto el profe como su mujer me trataban como a un hijo. Eso me ayudó mucho a sentirme a gusto», comenta el judoka que no llega todavía a la treintena.
De aquel niño que no podía estar quieto queda poco. «Con los años me he ido sosegando y el judo me ha inculcado disciplina y respeto, aunque al principio no lo interpretas igual porque eres un niño». Ahora, veinticinco años después de entrar por primera vez al tapiz cuenta con un palmarés entre los que destacan los Campeonato de Cantabria en todas las categorías, campeón de España sub 20, bronce en el Campeonato de España sub 23 y en el cadete, campeón de Europa júnior en Portugal, subcampeón de Europa absoluto o el bronce en la Copa de Europa de Zurich.
Además, destacan sus concentraciones con el equipo nacional y su presencia en el Campeonato del Mundo celebrado en junio de 2016 en Praga. Estos títulos, compensan «todas las horas que has entrenado, que te has matado por las mañanas en el gimnasio haciendo pesas, por las tardes aquí en judo, dando el peso, sufriendo... Eso se refleja en una medalla de oro, y subirte al podio con toda la sudada y todo el calentón, dices: buah».
El carácter competitivo de Álvaro ha marcado su trayectoria dentro de este arte marcial: «Al primer torneo que fui, lo gané. Yo era un niño guerrero y peleón al que no le gustaba perder. Ese día recuerdo que me fui a casa con el pecho bien alto. Después aprendí que también se pierde. Siempre me ha gustado mucho medirme a los demás».
El torrelaveguense reconoce que vincular su vida a un deporte, en este caso el judo, «ha sido la idea más acertada de mi vida. Esta forma de vida te hace una persona diferente, te aporta unos valones que otra gente no tiene. He aprendido a no rendirme y cuando tienes un problema lo afrontas de otra manera». Después de todos sus éxitos deportivos, Ríos ha redirigido su carrera sobre el tatami hacia la formación de nuevos judokas. «Este año estuve en el Campeonato de Cantabria en la categoría de -73 kilos. Así todo, ahora ya estoy más centrado como profesor y entrenador que como competidor».
El judoka reconoce que «llega un momento en el que ves que te estás matando noche y día entrenando y llegan los resultados, pero también piensas en buscar la forma de vivir de esto. El judo, a no ser que seas japonés, ruso, francés, o el numero 1 del mundo, no te da dinero para vivir de ello. Entonces me planteé empezar a entrenar y disfrutar de este deporte desde otra perspectiva». Tras tomar la decisión, Álvaro se puso en movimiento. «Hablé con el Colegio Portus Blendium y estoy allí dando clase extraescolares con casi 80 niños. A raíz de esto, muchos padres se han animado y también doy una hora todos los días a adultos, que ya son como catorce».
Las sensaciones de enseñar o estar en el tatami son diferentes, pero ambas son igual de satisfactorias: «El judo siempre me había dado mucha motivación en la competición. Ahora me lo está dando de otro modo, pero no voy a negar que sigo viendo un campeonato y siento el gusanillo. Así todo hay momentos en los que tienes que tomar una decisión y aceptarla».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.