Borrar
Chucho Mozimán, entrenador del Senor Independiente.
«Pude irme a entrenar a Italia, pero a mi familia no la muevo de Santander»
Rugby

«Pude irme a entrenar a Italia, pero a mi familia no la muevo de Santander»

El argentino Tristán Mozimán, entrenador del Senor Independiente, acaba de renovar y cumplirá su novena temporada al frente de un equipo cuyos objetivos son "pelear por todos los títulos nacionales»

Marcos Menocal

Miércoles, 28 de junio 2017, 08:19

Tristán 'Chucho' Mozimán hoy en día pasea por la calle y le conocen. «Me dicen, mira, ese es del rugby». Para él es algo que hace quince años, cuando llegó a Santander, resultaba «impensable». Sin embargo, ahora es algo con lo que está «encantado». Acaba de renovar por un año más con el Senor Independiente, el máximo exponente de la región en el deporte del balón oval. Piensa en «pelear por los títulos nacionales», otro de los objetivos que hace años le hubiera sonado a música celestial. La figura de Chucho, junto a la de otros tantos que hoy en día siguen al frente del Independiente, ha contribuido a que el rugby crezca en Cantabria y a que el equipo de los verdes llegue a cotas insospechables. Este argentino se considera ya «un santanderino más». Pese a tener ofertas para entrenar incluso en Italia, apuesta por continuar vinculado con el Independiente. Familia, rugby y ahora... Negocios.A Chucho le va Santander.

Un año más y ya van nueve como entrenador del Club Independiente de Rugby. Lo de usted es un ejemplo de fidelidad y confianza, ¿cómo valora su renovación?

Llevo quince años en total en el club y nueve al frente del banquillo. Estoy encantado de que la directiva piense que soy la persona adecuada para seguir dirigiendo al equipo y mi ilusión es la misma que cuando empecé.

Cuentan los que le conocen que no se lo pensó ni un segundo.

Así es. En diciembre tuve alguna oferta para ir a entrenar a Barcelona. También tuve oportunidad de marcharme de segundo entrenador a un club italiano, pero la primera opción para mí siempre fue el Senor Independiente. Eran buenas propuestas, pero me hubiese supuesto ir solo, porque mi familia está muy bien aquí y no se hubiera movido. Por eso, cada día que pasa estoy más agradecido al club por confiar en mí.

Esta temporada que comienza es diferente. Explique la razón.

El club ha cambiado radicalmente. Siguen las mismas personas, pero con roles diferentes. Este año ha dejado la presidencia, después de mucho tiempo, José Marquínez. Hay que reconocerle el trabajo que ha hecho dejándolo en una posición inmejorable e impensable. Ese puesto ahora lo ostenta alguien que ya fue presidente, Macario Fernández-Alonso, que llega con una energía tremenda y de la que el Independiente se va a aprovechar. El club no ha hecho más que crecer y crecer y eso es lo que queremos que siga haciendo. Que aumente su estructura de cantera, el proyecto, los objetivos... Estamos en un momento en el que todo esto puede ser posible. El nuevo presidente viene con unas ideas progresistas muy buenas que a mí me gustan. Todo esto nos permite ser muy ambiciosos.

¿Porqué se siente tan motivado e ilusionado con la temporada que viene?

Es muy sencillo. Este año se dan muchas de las circunstancias necesarias para poder creer en ello. El año pasado tuvimos muchas incertidumbres. La desaparición del patrocinador principal nos produjo mucha inestabilidad. Aún así creo que hicimos una campaña muy buena y con una plantilla muy pequeña y reducida. Ganamos aquí a la Santboiana, nos metimos en el play off... Fue un éxito. Por suerte apareció otro patrocinador, Senor, que vino con ganas de hacer cosas y de trabajar y potenciar. Todo eso nos permite soñar, porque Senor se ve que apuesta por el rugby.

La llegada de Senor como patrocinador aporta tranquilidad y confianza y a usted, como entrenador, le permite adelantar trabajo.

Así es. El año pasado en agosto no teníamos ni plantilla y, sin embargo, esta próxima temporada es junio y ya estamos mirando fichajes y contactando con unos y otros; planificando. La idea que se tiene en el club es la de continuidad. Seguirán catorce jugadores y otros doce o trece se irán. Lógicamente se van unos y llegarán otros. Nuestra intención es armar un equipo competitivo para poder pelear por los títulos nacionales. Ese es el deseo y no es ni mucho menos descabellado.

Habla usted de luchar por los títulos, ¿se imaginaba esto hace quince años cuando llegó al Independiente?

No, por supuesto. Hace quince años ni tan siquiera podía pensar en algo así. La situación por aquel entonces era la peor del club en sus 47 años de historia. Estaba Nemesio Ochoa al frente y peleando con todo; apenas había quince jugadores y no había nada de nada. Allí empezó todo. Nos empezamos a marcar pequeños objetivos con gente que había estado en el equipo y que decidió volver. En dos años subimos de Tercera a Segunda y después llegó la aparición de Bathco, que fue un espaldarazo terrible para nosotros. Subimos a Primera y todo cambió radicalmente, empezando por la gente que iba a ver nuestros partidos; pasaron de 150 a 1.500. Nos consolidamos en División de Honor y ahora con todo esto más lo nuevo que ha llegado es lícito pensar en crecer.

¿Se ha aprovechado el Independiente del crecimiento del rugby a nivel nacional?

Es probable, cómo no. El rugby nacional ha aumentado en todos los aspectos. Lo primero, que es algo que se puede palpar, es que la gente ve más rugby por televisión. Ahora pasas por un bar y lo tienen en la televisión. Se nota en al calle. A mí la gente me conoce por la calle. Todos nos aprovechamos de todo en este deporte; nosotros a nivel nacional y el rugby en Cantabria también de nuestro propio crecimiento y ahí están los hechos: el Club de Rugby Santander ha ascendido a División de Honor B, que para una ciudad como ésta es un logro. Cada vez es mas normal que varias firmas se interesen por patrocinar a algún club, salen jugadores españoles de gran nivel... Está claro que hay ciudades y entidades con mucha tradición y recursos que les permiten estar a la cabeza, pero nosotros poco a poco nos estamos acercando.

Todo son buenas sensaciones y buenos pronósticos. No obstante, hace apenas unas semanas ocurrió algo con lo que no contaban y que resultó ciertamente desagradable. Tres jugadores que pertenecieron al club fueron acusados de una supuesta agresión sexual y la entidad de una manera indirecta se vio salpicada. Han pasado los días y la investigación sigue su curso. Usted como entrenador, ¿qué opinión tiene sobre este hecho tan delicado?

Nos cogió por sorpresa. Los hechos ocurrieron el 25 de mayo y no nos enteramos hasta el 13 de junio. Insisto en que nos cogió por sorpresa por lo delicado de la demanda. Yo conozco personalmente a cada uno de los chicos que están implicados. En un principio, yo le dije a mi abogado que los asistiera y él mismo me informó sobre las contradicciones que existían en las versiones de la chica, supuestamente afectada, y los testigos. El letrado me dijo que no había ninguna prueba de por medio y que resultaba bastante extraño que los hechos hubieran ocurrido un 25 de mayo y hasta el 13 de junio no se hubiera producido la demanda. Además, existía un reconocimiento de consentimiento en las relaciones. Yo estoy tranquilo por los chicos e imagino que la cosa quedará en nada. De todas formas es algo totalmente ajeno al club.

Por otro lado, lo que parece claro es que a usted Santander le ha llegado muy dentro. Después de 15 años en el Independiente y formando parte de uno de los clubes más representativos de la ciudad, ahora también ha decidido dar un paso más y convertirse en empresario, ¿qué le ha dado Santander para que no quiera irse de aquí?

Es una ciudad que me ha dado más de lo que nunca imaginé. Aquí nacieron tres de mis cuatro hijos;están encantados en el colegio, en la urbanización... No se trata sólo de poder entrenar a un club de rugby, porque eso lo podría hacer en Rosario (Argentina) o en Barcelona. Si algún día me voy a entrenar fuera, mi familia sólo iría a visitarme... De aquí no la muevo Y a todo ello se unió la posibilidad que me ofreció Juancho, un amigo de toda la vida y con quién ya había trabajado. Su sueño era montar una parrilla argentina y a mí me pareció una idea estupenda y no dudé un segundo. Lo estudiamos y la semana que viene verá la luz en el Paseo Menéndez Pelayo, donde antes estaba El Segoviano. Allí combinaremos una buena cocina elaborada con la exquisitez de la carne y los cortes tradicionales argentinos. Por el medio, el propio Juancho, además de Ángel, me invitaron a embarcarme en otra aventura y también pondremos en marcha en el antiguo local de Frypsia (Paseo de Pereda), un proyecto que ofrecerá una oferta para todo el día, desayunos, aperitivos, comidas, meriendas, cenas y copas. Serviremos una comida internacional y el concepto será totalmente diferente al actual. Podremos aprovechar esa terraza incomparable con música que tiene.

Vamos, que no tiene pinta de que se vaya a aburrir a partir de ahora.

Y muy gustosamente. Ya hemos empezado a planificar la temporada que viene. Lo más importante es que estoy rodeado de gente muy valiosa y así da gusto trabajar. Da igual los años que lleves en algo si cada vez que arranca un nuevo desafío te puedes superar y eso puede ocurrir esta campaña.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Pude irme a entrenar a Italia, pero a mi familia no la muevo de Santander»