![Un 2022 lleno de retos en las boleras](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202201/02/media/cortadas/70310633-k0TB--1248x688@Diario%20Montanes.jpg)
![Un 2022 lleno de retos en las boleras](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202201/02/media/cortadas/70310633-k0TB--1248x688@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Es ya una tradición navideña, como el cava o los polvorones. Con los albores del año nuevo es la hora de coger la agenda y hacer las previsiones para lo que se avecina en los próximos meses. El año 2022, sin embargo, promete ser de ... todo menos algo tradicional. Y es que tras un 2021 intenso, y sin apenas sorpresas, el siguiente curso promete emociones fuertes.
División de Honor
El paradigma liguero amenaza con romperse en 2022 tras la marcha de Salmón a Camargo. Tras cuatro torneos de dominio de Peñacastillo, la Liga que se avecina será la primera de los últimos años en la que los de Cañas no partan como indiscutibles favoritos, un papel que recae en Andros. Eso sí, los de Las Fraguas ya vivieron el año pasado las dificultades propias de batir a los presididos por Nel González. Cuando lo tenían todo a favor la bestia sacó sus garras y con un tramo final impecable dejó claro que, pase lo que pase, ellos están ahí y tiene un gen ganador difícil de igualar. Este curso, con Óscar González metido en la dinámica de la peña desde la pretemporada, Carlos García recuperado de sus problemas físicos, Lolo Lavid reseteado tras un año complicado, Pablo Lavín destapado como uno de los mejores jugadores del circuito y el refuerzo de lujo de Gonzalo Egusquiza, son los del Valle de Iguña los que copan las apuestas.
Claro que el paso atrás en su perfil no vendrá mal a Peñacastillo, que por momentos vivió mal de altura en 2021 y se estrelló incluso contra rivales de tiro corto y emboque fácil de la parte baja. Para mantener la racha cuenta con el refuerzo de Mario Pinta, que hasta su lesión fue uno de los mejores bolistas del curso, con la segunda juventud de Rubén Haya, la solidez de Sebi Iturbe, la pujanza de José Manuel y, sobre todo, con un Víctor González que llega pletórico. Será un mano a mano con un invitado de excepción que, por escudo, historia y plantilla, está preparado para dar guerra. Con sus armas, que son muchas, Camargo afronta su año más ilusionante del último lustro y con un plantel que, sobre todo a la mano, tiene pocas fisuras.
Además del trío de aspirantes, la gran hoguera liguera cuenta con materiales combustibles para tener llama hasta los últimos compases de la competición, que este año vuelve al formato de 26 jornadas. Riotuerto, que repite equipo y confía en la mayor madurez de Adrián Díaz y Miguel Hernando; Casa Sampedro, avalado por su regularidad; Los Remedios, que ha dado un paso adelante con el fichaje de Carlos Gandarillas; o Hermanos Borbolla, tan peligroso al emboque como irregular desde birle, tienen material suficiente para dinamitar el torneo.
Por abajo, la guerra también será enconada. Con la Bolística o Ribamontán un paso por delante del resto, a priori, la pelea será cosa de cinco. Con ventaja, por repetir en la categoría, para Mali, Casar y J. Cuesta. Los de Cerrazo han cambiado a tres quintas partes de su plantilla y han apostado por una revolución liderada por el apellido Lavín, mientras que los de Arce y los 'soperos' de Cabezón, tras un año histórico, no quieren hacer bueno aquello que dice que es más fácil llegar que mantenerse. Completan la categoría dos recién llegados, Pontejos y Oruña, un histórico y una peña que tras varios años rozando el larguero en 2021 metió un gol por toda la escuadra. Sin duda, se merecen disfrutar de lo logrado.
Duelos individuales
El duelo liguero entre Peñacastillo y Andros se traslada al plano individual con el cara a cara entre Víctor y Óscar. Un monstruo bicéfalo que en 2021 tuvo al de Guarnizo como dominador y que amenaza con llevar los registros bolísticos a cifras nunca vistas. Los 169 bolos logrados en el Torneo Ayuntamiento de San Vicente por el mayor de los González pueden quedarse cortos de continuar la dinámica de juego de un bolista que ha ayudado a subir la media de casi todos los jugadores del circuito. Y es que El Junco rozó los mejores números de su carrera, dio una lección de raza y pundonor y 'solo' pudo ganar el Regional individual y por un solo bolo de diferencia. Si la pandemia no lo impide el cara a cara amenaza con devolver la expectación a las boleras, repletas de partidarios de uno u otro, en una campaña en la que Víctor tendrá muy difícil repetir el número de triunfos y en la que tras los duelos en La Cavada y Cañas el campo de batalla busca nuevos escenarios.
Junto a ellos, una pléyade de jugadores que aspira a inscribir su palmarés entre los ganadores del año en la máxima categoría. Salmón, Carlos, Rubén Haya, Rubén Túñez, Gabi Cagigas o Mario Pellón fueron algunos de los que lograron triunfos en 2021 y que quieren meter la cabeza en medio de los dos favoritos.
Categoría femenina
Peñacastillo sufrió en su primer año, además de su falta de acierto puntual con el emboque, la ansiedad de aspirar a todo en su primer año en la competición. Además de eso se enfrentó a dos maquinarias perfectamente engrasadas, las de Torrelavega y Campoo, y a una partida descarada que, sobre todo de birle, es una bomba de relojería, la de Camargo. La Liga Femenina 2022 se presenta abierta, descarada, casi rebelde y con un pronóstico incierto, más allá de que las de Cañas quieren quitarse la espina de no ganarla en su estreno. Para ello tendrán que oponer su poder individual al poder colectivo de sus grandes rivales, especialmente al de una Bolística cuyas piezas encajaron a la perfección desde el comienzo y que siempre logró su objetivo: que había que hacer 50 palos, se hacían. Que 40, pues 40. A su lado, Campoo sigue a lo suyo, subir sin miedo, birlar mucho y afilar el cuchillo para recibir a sus oponentes a orillas del pantano. Junto a ellas las inquilinas de El Parque, que incorporan a Paloma Cobo a un plantel que va a más.
A nivel individual, cada torneo será una moneda al aire. El duelo Judit Bueno-Marta Castillo, que se repitió en el Regional, el Nacional y el Torneo al KO, se ve amenazado por las Iris Cagigas, Miriam Velarde, Andrea Gómez, Laura Abascal, Laura Saiz o Naomi Solórzano. El reto de la categoría pasa por la cantidad y no por la calidad, que la hay y de sobra.
Primera Categoría
La Primera es la Liga más dura que hay. El comentario, habitual a pie de corro, se pone de manifiesto cada curso, cuando la batalla por el ascenso y la permanencia se prolonga hasta los últimos compases. En 2022, sin embargo, la complicación de la categoría va un paso más allá por culpa de los cuatro descensos de División de Honor y por culpa de los refuerzos de peñas como Comillas, La Rasilla y Sobarzo, que a priori se jugarán las dos plazas de ascenso en juego. Con cinco jugadores de la máxima categoría en sus filas, los errores y los duelos directos marcarán un camino en el que equipos como Gajano, Laredo o Pámanes serán juez y parte. Si la pelea es dura por arriba, por abajo, con tres recién ascendidas que darán guerra como Cacerón, Marcos Maza y Borsal Textil, la Primera también mantendrá el interés hasta el final.
Otras modalidades
No solo de bolo palma viven los bolos. Las tres modalidades que acompañan al emboque, como le llaman los jugadores de pasabolo losa, afrontan un nuevo año con el reto de no perder licencias y de mantener o recuperar las competiciones puestas en entredicho por la pandemia. Por ejemplo, el Trofeo Trasmiera, el más importante más allá de los campeonatos oficiales dentro del losa, y que no se juega desde 2019. Más allá de la cita, todas las miradas apuntan a la Quico Pellón de Arnuero, donde militan los bolistas que ganaron todos los títulos del curso pasado. En pasabolo tablón la 'Marea Verde' del Valle de Villaverde quiere asaltar la hegemonía de San Vicente de Baracaldo, mientras que en el bolo pasiego, después de que Alto Pas rompiera la racha de trece años seguidos con victoria de Margutsa, la competición liguera afronta su curso más especial.
Federación Cántabra
El curso 2022 será también en el que la Federación Cántabra de Norberto Ortiz afronte su reválida. Tras su estreno y fase de asentamiento de 2021, con aciertos, altibajos y polémicas, el año que comienza el equipo directivo será mirado con lupa, sobre todo después de lo ocurrido con el descenso en la asignación de las Escuelas. Los retos son los de siempre: recuperar la sonrisa en las peñas modestas, no perder licencias, fomentar el juego entre los pequeños en busca de reclutar bolistas y, quizá lo más complicado, lograr que los bolos no sigan escapando al común de los habitantes de Cantabria. Que cuando un joven diga que va a los bolos, sus amigos no le miren raro como si viviera en el siglo pasado. Una adaptación al siglo XXI que pasa por pelear contra el inmovilismo, acortar tiempos, estimular el espectáculo y dinamizar un deporte que tiene todos los ingredientes para no dejarse morir. Retos todos que no dependen de la Federación, pero que tienen que partir de ella. Que no sea por no intentarlo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.