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Un triple 80-73. Con ese resultado se proclamó Almudena Álvarez campeona de España ante Marian Herrería. La Vinkinga sabía que no lo tenía sencillo en Móstoles, con el público del pabellón Pau 4 a favor de la experimentada púgil madrileña en el combate español ... por el título europeo, pero con lo que no contaba era con la mala fortuna del segundo asalto. La pelea llegó al octavo, pero en realidad se decidió en ese segundo, cuando ambas púgiles se lanzaron en un decidido ataque y chocaron cabeza con cabeza. Un lance fortuito del que Herrería se llevó la peor parte, con unos hematomas e inflamación que la condicionaron todo el combate y la lastraron pese a la casta demostrada para llegar al octavo.
La Vikinga y su preparador, DaniRasilla se veían con muchas opciones de regresar a Santander con el cinturón. Tenían una estrategia y la pusieron en marcha en un primer asalto de tanteo en el que la cántabra se mostraba cómoda en una pelea que se preveía larga. La madrileña aprovechaba su mayor envergadura para mantener lejos a la montañesa, pero nada que estuviera en el guion previsto en ambas esquinas.
El segundo debía ser más ofensivo y así ocurrió, pero cuando las dos aspirantes comenzaban ya a buscarse con más intensidad llegó el problema. Tras varios intercambios de manos, bajaron la guardia, se lanzaron al ataque y chocaron violentamente –y de forma fortuita– cabeza con cabeza para regresar resentidas a la esquina. Las dos, pero sobre todo la cántabra, a la que el lance la sacó del combate. Mermada por el dolor y la lesión, mantuvo la entereza y sus opciones hasta el cuarto, pero a partir de entonces la inflamación y el dolor se hicieron más evidentes. Incluso el hielo que Rasilla le aplicaba en cada asalto le molestaba, y el preparador camargués veía desde su rincón que las opciones se agotaban a pesar de la entereza, toda la que era posible, de su púgil.
Justo entonces, en la transición hacia el quinto toque de campana, llegó el punto de inflexión definitivo. El dolor, hematoma e inflamación se hicieron más patentes. Era el peor momento. De haberse evidenciado la lesión antes del cuarto asalto el combate se hubiera declarado nulo, pero superado este, ya era necesario ir a las cartulinas, así que la santanderina decidió probar en el quinto y en el sexto, pero llegado al ecuador del combate Rasilla ya le advertía que iba a detenerlo.
Le dio la opción de buscar la heroica en el séptimo, pero al terminar el camargués llamó al médico, que tras reconocerla ordenó a Lázaro Carrasco detener la pelea sin que llegara a arrancar el octavo. La inflamación prácticamente le limitaba la visión del ojo derecho y no tenía sentido continuar en medio de una lesión que no reviste gravedad para la púgil, pero que además del dolor la había sacado de la competición, la mermaba enormemente y la impedía concentrarse.
Así fue como se tuvo que acudir a la decisión de los jueces, que evidenciaron lo que ya se sabía: la victoria de una seria y efectiva Almudena Álvarez por el citado y unánime 80-73.Le habían dado a la madrileña los siete asaltos, incluido un primer que estuvo, ese sí y antes del choque, muy igualado.
Terminado el combate, la cántabra fue trasladada a un centro sanitario por precaución. Se encuentra en perfecto estado de salud y su dolorosa y llamativa lesión no reviste gravedad, pero aun así fue sometida a una revisión para descartar cualquier riesgo y estará otras 24 horas en observación, de modo que no será hasta hoy mismo cuando emprenda el regreso a Santander. Sin cinturón, pero con la certeza de que de no ser por la mala fortuna hubiera tenido muchas más posibilidades ante la que ya es la nueva campeona de Europa del peso superpluma.
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