A Sanyo Gutiérrez (San Luis, Argentina, 15 de junio de 1984), le llaman el mago porque es capaz de hacer cosas inverosímiles con su mano derecha. Situado a la diestra de Agus Tapia, el argentino es un ídolo para la afición cántabra.
-Sí, la verdad que es muy bonito. Hace años viví aquí y en 2017 tuve la suerte de ganar con Paquito Navarro. Estoy feliz de estar en Cantabria.
-¿Le trata el público como un cántabro más?
-Sí, siempre me abren las puertas de la mejor manera, porque tengo un montón de amigos.
-¿Qué queda de aquel pádel que usted practicó aquellos años?
-Tengo un sobrino viviendo aquí, Cristian Gutiérrez, que me informa de cómo está el deporte, lo visito bastante y me habla del crecimiento del pádel. Mucha de la gente que jugaba cuando yo estaba ya no juega y hay mucha gente nueva.
-Tiene mucha relación con Gerardo Castanedo, presidente de la peña Camargo de bolos. ¿Le ha llevado ya a tirar alguna bola?
-No, todavía no. Me dijo que tiene un gran equipo de bolos, pero todavía no he tenido la suerte de verlo ni de practicarlo.
Carrera
«En otros deportes se entrena el doble. Para ser profesional hay que pensar en ello 24 horas al día»
-¿Cómo llegan al torneo después de los malos resultados en Madrid y Amsterdam?
-Bien, estamos jugando bien. Se nos han escapado partidos ante parejas que están en buen momento, como Bela y Coello. En Madrid Agustín tenía molestias y perdimos ante Moyano y Gil; y en Holanda ante Álex Ruiz y Momo. La gente se queda con estos tres partidos, pero veníamos de catorce semifinales seguidas. Para llegar a ellas pasamos en muchos partidos ajustados. Siempre fue sufriendo. Venimos con tres partidos que se han escapado, pero venimos con muchas ganas.
-En 2017, cuando usted ganó el torneo, las parejas que jugaban semifinales estaban más o menos definidas. Ahora cualquiera puede ganar a cualquiera.
-Claro. Mientras el deporte crezca y se haga más profesional, la gente se va a preparar mejor. Si vamos más al pasado, todavía casi todos los jugadores del circuito daban clase entre semana, muy pocos vivían de jugar al pádel al 100%. Ahora todos están muy preparados, se dedican en exclusiva a ello y hace que todo se iguale. Ese es el crecimiento del deporte.
Futuro
«Suenan cosas, pero yo de momento todavía no sé nada. Soy de vivir el presente»
-Clima frío, a la altura del nivel del mar, pista lenta...¿Le viene bien a sus características?
-Siempre me gustó la pista lenta. Soy un jugador más de pista lenta que rápida. También en las más veloces he tenido buenos resultados. Soy un derecha que más o menos le pego y mi compañero está más cómodo en pistas rápidas. Hemos ganado torneos en los dos tipos, más en pista lenta. Ahora todo el mundo sabe jugar en pista lenta.
-Estamos en época de baile de parejas. ¿Por dónde pasa su futuro?
-Las redes sociales están que echan humo y mucha gente me escribe sobre quién va a ser mi compañero el año que viene. Yo todavía no he salido a hacer nada. Sí es verdad que suenan cosas, sobre todo lo de Tapia y Coello. Yo se lo había comentado a Agus al principio de temporada, que tenía que empezar a mirar un compañero para el futuro. A mí siempre me ha gustado Coello, pero a mí todavía no me ha llegado ninguna noticia por parte de mi compañero o mi equipo. Soy de vivir el presente.
-¿Pensó cuando empezó en el pádel que iba a tener una carrera tan duradera?
-No, ni cerca. Yo ya era grande y estaba en Argentina con mucha dificultad para jugar. Me comparaba con Pablo Lima, que se vino a los 18 años a España, y yo tenía 23 y seguía allí. Pensé que vine un poco tarde, pero cuando analizo mi carrera, no tengo nada que recriminarme. Doy el 100% cada día y para lo tarde que me vine le he sacado mucho provecho. Tal vez no fue tarde, fue maduro.
-A un chico de 13 o 14 años que empieza en el pádel de alto nivel. ¿Le recomendaría más que se preparase táctica, física o técnicamente?
-Se puede hacer todo. Tienen que empezar por aceptar que tienen que entrenar más, por lo menos lo que veo yo. Ahora estoy vinculado a la academia de Juan Carlos Ferrero con toda la parte de pádel y nosotros creemos que para llegar a ser bueno hay que entrenar más horas. En otros deportes se entrena el doble que en el pádel. Los chicos están acostumbrados a ir, entrenar por la mañana y tener la tarde libre. En otros deportes pasan más horas. Para ser profesional hay que dedicarle 24 horas al día.
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