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La Asociación de Peñas de Bolos celebró este jueves en la bolera Mateo Grijuela, buscando un espacio lo más amplio posible para mantener la ... máxima seguridad sanitaria, su asamblea de fin de año, que como es habitual sirvió para el ingreso -reingreso, en este caso- de las dos peñas ascendidas desde Primera Categoría: Oruña y Pontejos. Dos equipos que ocuparán los puestos de los descendidos San Jorge y Sobarzo.
Al margen de los asuntos protocolarios, uno de los puntos más importantes en el orden del día era la votación sobre el programa de la Semana Bolística, una competición que depende de la Federación Española de Bolos, pero en la que la Apebol y en especial la Cántabra tienen un enorme peso específico. Tanto que es la territorial la que tiene, desde la época del cisma federativo, registrado el nombre.
En este sentido, existía cierto consenso en que regresaran al programa de finales de agosto dos competiciones que se habían quedado fuera en los últimos tiempos, y así se comprobó en la reunión de representantes.
En consecuencia, la Apebol solicitará a la Federación Española, ya sea de forma directa o ya a través de la Cántabra, que incluya de nuevo la Copa FEB y el Campeonato de España infantil en el programa de la Semana Bolística, después de que se hayan quedado fuera esta temporada.
Otro asunto de especial trascendencia que se sometió a la votación de los clubes era lo referente al aplazamiento de partidos, para que se aprobara una nueva normativa que cambiase el modo en el que se articulan los cambios de fecha, ya sea con anterioridad a la disputa o por motivos de causa mayor. Encima de la mesa estaba la posibilidad de crear una comisión, formada por el presidente de Apebol y dos representantes de clubes. Pero las peñas de la Apebol entendieron que no se puede ser juez y parte. Demasiadas implicaciones y rivalidades, así que optaron por dejar las cosas como están. Eso sí, con la mejor voluntad posible para aplazar cuantos menos partidos por parte de los equipos, seguirá siendo la Federación Cántabra la que decida sobre los aplazamientos de los partidos.
Por último, se informó también del modo de proceder en caso de que algún bolista contraiga covid, para lo que, en base a las experiencias de temporadas pasadas, se ha elaborado un protocolo de actuación muy preciso. En concreto, señala que «si en el transcurso de la temporada se produjera algún caso de jugadores afectados por covid, se dará traslado a la autoridad sanitaria y se actuará en consecuencia. La Apebol permitirá la recuperación de partidos en fechas posteriores, siempre que sean por motivo del covid. Ahora bien, si en un equipo hay solo un caso en cuarentena y el resto de jugadores está disponible, deberá jugar el partido en la fecha marcada. Si no es posible por tener más de un jugador confinado, recuperarán el partido en el primer fin de semana que estén disponibles los jugadores de los dos equipos».
Además, en caso de que «una vez llegado al último partido de Liga, algún equipo no puede acabarla como consecuencia de tener más de un jugador confinado, en ese momento se podrá recuperar dicho partido posteriormente y nunca después del 15 de octubre, teniendo que retrasarse también los partidos de los equipos implicados, siempre que haya alguna posibilidad, por remota que sea, de título de Liga o descenso».
La recién inaugurada bolera cubierta Cundi Ceballos de Los Corrales de Buelna acoge este viernes la Gala de los Bolos, en la que como es habitual se entregarán los trofeos de las diferentes competiciones ligueras y se llevarán a cabo los reconocimientos individuales que suceden a la temporada deportiva.
La nueva edición de la gala (a partir de las 19.00 horas de este viernes en Los Corrales de Buelna) tiene bastante de simbólico, más allá de la protocolaria y en ocasiones rutinaria entrega de premios, por aquello de la sede; por aquello de celebrarse –y el verbo es más adecuado que nunca– en la bolera cubierta Cundi Ceballos. Una infraestructura que no solo es una vieja aspiración de uno de los valles en los que más arraigado está el bolo palma, sino que lleva además el nombre de quien fue su patriarca, con una vida entregada a la cultura bolística: Cundi Ceballos.
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