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Fútbol
El lugar que nunca debió abandonar». Es una frase muy manida en el racinguismo cuando se piensa en tiempos pasados del equipo verdiblanco. Pues sí. 44 años en Primera División afinan el paladar y en la última década ha habido demasiado barro que tragar. Por eso, a estas alturas, para la parroquia de los Campos de Sport la Segunda División no es el paraíso, pero se le parece. La tercera categoría del fútbol español, llámese Segunda División B o Primera RFEF, no es el lugar natural de un club histórico del balompié nacional. El ascenso logrado con solvencia al proclamarse campeón de su grupo con casi un mes de antelación ha devuelto la alegría a El Sardinero. Pero lo más difícil está por llegar. Dos veces más subió el Racing en los últimos ocho años y en ambas descendió de forma automática. Consolidarse es vital.
También abandonó un lugar impropio para la institución la Gimnástica. El equipo torrelaveguense, como campeón de Tercera División, logró el ascenso a Segunda RFEF y vuelve a categoría nacional en su intento de recuperar la salud de otro club con solera en Cantabria.
Como contrapartida, Cayón y Tropezón no pudieron mantener la categoría en una Segunda RFEF en la que se mantienen Rayo Cantabria –que jugó el play off de ascenso– y Laredo.
Baloncesto
Todavía se añoran los tiempos en los que Torrelavega y su Caja Cantabria fueron ciudad ACB. Ahora la capital del Besaya lo tiene un poquito más cerca. Después del traslado del Grupo Alega desde Santander al Vicente Trueba. Y tras algún que otro intento, el pasado 23 de abril, el equipo de David Mangas logró el ascenso a LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto nacional. Los estelistas vencieron en la eliminatoria por una plaza en el escalón superior frente al Bueno Arenas Albacete. Los cántabros llegaron al duelo en su casa con una renta de 17 puntos cosechada en tierras manchegas. Había que refrendarlo en el parqué a orillas del Besaya y, con el apoyo de más de 2.500 espectadores en las gradas, el Grupo Alega logró dar el salto. 61-58 en el compromiso definitivo. Aunque no todo han sido alegrías, ya que el club se ha encontrado problemas económicos que podrían dar al traste con lo conseguido sobre la pista. La última vez que hubo un equipo cántabro en esta categoría fue en la temporada 2007-2008, con un Cantabria Lobos que acabaría por descender a LEB Bronce, una campaña antes de su desaparición definitiva. Catorce años después, la Comunidad Autónoma vuelve a contar con un club en la segunda categoría del deporte de la canasta.
Balonmano
El balonmano cántabro vive un momento dulce. No son los títulos del Teka, pero sí la notoria presencia de dos clubes montañeses en la élite del balonmano español: la Asobal. Bathco Torrelavega y Sinfín continuarán una temporada más ahí arriba. Por méritos propios. Con unas estructuras modestas, el logro de la permanencia tiene tanto valor como un ascenso. El equipo naranja, en su primera campaña en Asobal, ha competido a un gran nivel y asegurando su plaza en la categoría con holgura. Aportando, además, cimientos al proyecto del Vicente Trueba. Algunos apuros más ha pasado el Sinfín. El equipo cuadro santanderino ha tenido que pelear por la salvación hasta el último momento. Eso sí, en el momento clave, dio la talla. Abocado a una promoción frente al EON Horneo Alicante, los de Víctor Montesinos –que no seguirá la próxima temporada en el banquillo– encarrilaron la eliminatoria en el choque de ida, a domicilio, y sentenciaron en La Albericia para celebrar la continuidad con los mejores. Además, a esto hay que añadir la consecución, por parte del Uneatlántico Pereda, de una plaza en la nueva categoria División de Honor Oro, el escalón inferior a la máxima categoría del balonmano femenino español. El balonmano cántabro está bien fuerte.
Voleibol
El Textil Santanderina de voleibol tiene una virtud principal: el saber estar. Modestia y trabajo. Sin locuras. Lo que tenga que llegar, llegará. Yesta temporada esa paciencia y esa constancia han tenido el premio deseado. Cabezón de la Sal suena al chirríar de las zapatillas sobre el parqué y al golpeo de la palma, de lleno, en el balón. Un pueblo volcado con su equipo que hace del modesto Matilde de la Torre una pequeña bombonera. Eso también es parte del éxito. Con el pabellón cabezonense como sede de la fase final de la Superliga 2, nada podía salir mal. Así que el equipo de Marcelo de Stéfano cumplió. Con creces. Aplastaron al Almoradi y perdieron frente al Barça, pero una jornada después, repuestos del sopapo, cumplimentaron un fantástico encuentro contra L'Illa Grau de Castellón que sirvió a los cántabros para regresar a lo más alto del voleibol nacional. Algo que, pese a la humildad, no es nuevo para ellos. Perdieron en la lucha por el título absoluto de nuevo contra el Barça. Tampoco importó demasiado, el objetivo ya estaba más que amarrado. Mientras tanto, también desde la modestia y recordando que otros tiempos pasados fueron mejores, el Club Voleibol Torrelavega logró la permanencia en la Superliga 2 femenina para sentar unas bases sólidas de cara al futuro.
Atletismo
El atletismo cántabro vive un momento de tránsito. Atletas veteranos siguen copando los podios de las competiciones y a las nuevas generaciones les está costando coger el relevo. Pero quizá el recambio ya está de camino. Al menos, el Piélagos femenino se hizo hace apenas un par de semanas con el ascenso a División de Honor. Para estar con los mejores equipos del panorama nacional. Lo que fue algo habitual hasta 2017. El conjunto azul llegó a la tercera y última jornada del Campeonato de España de Clubes de Primera División en busca de la gloria. Eran líderes de la competición antes de la cita celebrada en el estadio Camilo Cano, de La Nucía (Alicante), tras vencer en los dos primeros compromisos que se celebraron en Durango y Lérida. Y en la última prueba del Nacional completaron el pleno. Sus 124 puntos fueron más que los 117 de las sorianas del Celtíberas. En tierras alicantinas, el Piélagos sumó cinco triunfos parciales en La Nucía: Natalia González (martillo), Lara Gómez (400 metros), Osasere Eghosa (triple salto), Yurena Hueso (800 metros) y Leire Arranz (jabalina). Entre otros éxitos individuales del atletismo cántabro, Carlos Tobalina logró esta temporada su quinto campeonato de España de lanzamiento de peso.
Hockey Hierba
Cuatro de cuatro. El acento cántabro, santanderino para ser más concretos, será más protagonista que nunca en las máximas categorías del hockey hierba español. El ascenso de la Real Sociedad de Tenis femenina a División de Honor le une a los otros tres equipos que ya se codeaban con los mejores la temporada pasada: sus compañeros del Tenis masculino y los conjuntos de hombres y mujeres del Sardinero. Pleno. El cuadro verdiblanco, dirigido por Tomás González, aseguró el salto de categoría a finales del pasado mes de mayo. Ylo hicieron después de obtener los tres puntos en su desplazamiento a Sant Cugat con un triunfo contudente por cero goles a tres. Fue un partido en el que, cuando el descanso estaba a punto de llegar, Sofía González anotó el primer tanto en un penalti córner. Superado el intermedio, Guadalupe Moras –máxima anotadora de la competición–, en dos ocasiones, sentenció el choque y puso el billete a División de Honor en la maleta. Los tres equipos que esperaban al Tenis femenino seguirán en lo más alto. Las chicas del Sardinero finalizaron la Liga en octava posición. La misma plaza que el Tenis masculino. Los chicos del Sardinero tuvieron que sufrir un poco más y superar el play out contra el Benalmádena tras acabar colistas la competición regular.
Los deportes de equipo han sido los que mayores éxitos han conseguido esta temporada. No todos, porque el rugby cántabro pasa por un momento bajo después de varias temporadas en lo más alto. Ahora tocan vacas flacas. Pero, además, hay otras disciplinas que, sin haber conseguido éxitos tan rotundos como los arriba destacados, dan sus pasos hacia adelante y fortalecen el nombre del deporte montañés a lo largo de la geografía nacional. Lo que está claro es que el deporte cántabro vive un buen momento después de una etapa de travesía en el desierto. No son todos los deportes, pero estos son algunos de los más destacados enla región.
Rugby
Le toca ser el hermano pobre entre los deportes de equipo de Cantabria después de varias temporadas en las que la Comunidad Autónoma llegó a tener dos equipos en la máxima categoría y con el Mazabi Independiente pegándose con los mejores. Esta última campaña, el conjunto de San Román peleó por el regreso a la División de Honor, máxima categoría, pero no lo consiguió y tendrá que luchar el próximo curso, de nuevo en la B, en busca de reverdecer los laureles de no hace tanto tiempo atrás.
Ciclismo
No son muchos los ciclistas profesionales cántabros en la actualidad y de los que hay, ninguno está en equipos World Tour. Pero a los Madrazo o Ezquerra se les van sumando los Iván Cobo o Antonio Angulo en carreras importantes del calendario. Gomur y Bathco siguen trabajando la base. Es un mal endémico del ciclismo español. Sin embargo, en el pelotón femenino, el Río Miera-Cantabria Deporte va dando pasos hacia adelante. Se deja ver en pruebas importantes y tomará parte de la próxima Vuelta a España femenina, con tres etapas en territorio cántabro.
Boxeo
No han sido buenos tiempos para el máximo exponente del boxeo cántabro, Sergio García, los últimos meses. Los dos combates de 'El Niño' en Estados Unidos terminaron con el pulgar hacia abajo. Pero los éxitos del torrelaveguense han devuelto a la palestra una disciplina siempre destacada en Cantabria. Jon Míguez tiene ahora mismo dinámica positiva con el cinturóncontinental del peso welter en su cintura. Por debajo, salen nuevos talentos. También femeninos, como Marían Herrería o Mariluz Peral.
Remo
La temporada acaba de empezar para las traineras. Otro deporte, el del remo en Cantabria, que sigue penando sus excesos del pasado. La remontada está siendo lenta. Con tres barcos en ARC-1, la segunda categoría del banco fijo, Pedreña es a día de hoy la que más cerca está de pelear por regresar a la Liga ACT. Queda mucho por delante. También hay que tener en cuenta a la remera astillerense Virginia Díaz, que ya participó en los juegos de Tokyo el pasado año.
Automovilismo
Dani Sordo, piloto del WRC, sigue siendo el gran referente de otro deporte con gran tradición en Cantabria. Pero en el otro asiento ha surgido un nuevo talento y con voz de mujer. La copiloto Sara Fernández ya tiene en su vitrina un Campeonato de Europa de rallies junto al burgalés Efrén Llarena. Y la camarguesa, de momento, no se le intuye techo.
Tenis
La torrelaveguense Cristina Bucsa sigue tratando de hacerse un hueco en el circuito internacional. De momento, ya ha conseguido colarse en los cuadros de gran slams como Australia o Roland Garros. No ha tenido tanta suerte esta pasada semana en Wimbledon, pero lo seguirá intentando.
Vela
La vela cántabra es una fuente inagotable de deportistas, con navegantes como Diego Botín siempre entre los mejores. Sin embargo, en el capítulo femenino, la retirada de Berta Betanzos dejó un vacío que las aguas de la Bahía de Santander aún deben cubrir.
Artes marciales
Las artes marciales pueden presumir de talento en Cantabria. Karatekas como Carlota Fernández y Nadia Gómez o el judoca santoñés Alfonso Urquiza ya son nombres conocidos en las citas internacionales y tienen las miradas puestas en los Juegos Olímpicos de París. Sobre el tatami, el deporte cántabro puede tener un gran futuro en los próximos años.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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