El ascenso como objetivo

La Copa del Príncipe, de la que los de Cabezón son los vigentes campeones en aquella inolvidable fase final en su pabellón, y el ascenso a la Superliga son las prioridades. Y si se consigue en la pista subir a la máxima categoría, no se renunciará por falta de dinero. «No se está mal en la '2', pero si se puede, se asciende», señala Miguel Ángel González, 'Lete', integrante de la directiva del club de Cabezón de la Sal. «Se puede hacer un esfuerzo para estar en la Superliga».

De cara a este nuevo curso el Textil se ha renovado. Ya no están jugadores como Chema Hernández, Javier Vega, el 'Pantera' Vasquez o Roberto Rodríguez. A cambio llegan jugadores como Óscar Jiménez, «que ha sido internacional con España en voley playa»; el argentino Mauro Aguilera; Javier Vizcaíno, «que militó la pasada temporada en Almería»; Floren Ruda, internacional con la selección española sub-22 y que jugó el pasado curso en Melilla; David Moya, central que también procede del Almería; o Luis Martín, «que ya jugó con el Textil en la Superliga».

La principal novedad del Textil Santanderina vendrá del banquillo. El almeriense Pablo Cabrera es el nuevo técnico de los de Cabezón. «Fue campeón de Liga con Almería», indica Lete, además de jugar algún tiempo en Cabezón de la Sal. Otro 'fichaje' es el arreglo del 'prao'. El parqué del Matilde de la Torre no tenía buen aspecto tras tantas horas de vuelo «y la Dirección General de Deportes y el Ayuntamiento han colaborado para hacer una obra de mantenimiento que agradecemos mucho», añade Lete. Toda ayuda en un club en el que siempre ha sonado a milagro que compita en estas categorías, es más que bien recibida.

Los rivales por esa Copa y ese ascenso serán varios. El San Sadurniño, que se ganó el derecho a subir el pasado curso al ganar en semifinales a los de Cabezón por 3-1 en un polémico partido, renunció a la plaza y sigue en esta segunda categoría, por lo que volverá a ser uno de los contendientes. «Y los canarios del Arona, que se han reforzado mucho», destaca González; los gallegos del Dumbría también apuntan a dar guerra, en un grupo -el A- con viajes más o menos aceptables en cuanto a distancia, salvo el de Tenerife para visitar al Arona.

Ese 5 de octubre el Textil iniciará la nueva campaña en Soria. Una semana más tarde, en día festivo, los de Cabezón se estrenarán como locales ante los gallegos del Dumbría. El club mantiene su política de precios más que asequibles para que todo aquel que lo desee pueda ir a ver voleibol. «Para los nuevos socios, el carné cuesta 50 euros. Y 40 para las renovaciones». El carné infantil, entre 16 y 18 años, cuesta apenas 10 euros, mientras que los menores de 16 años entran gratis al Matilde de la Torre.

Pablo Cabrera, almeriense de 37 años, se estrena en el banquillo. «Jugué aquí entre 2013 y 2015. Era colocador y conseguimos el ascenso a la Superliga», rememora. El club empezó a buscar técnico para este curso, «contactaron conmigo... Tenía claro que me gustaba la idea».

Las incorporaciones que ha hecho el Textil han conformado un equipo «muy completo. Va a ser muy estable, y no va a depender tanto de pocas personas», señala el nuevo técnico de los de Cabezón de la Sal. Cabrera se reafirma en los objetivos del club. «Intentar ascender y pelear por la Copa», señala sin dudarlo. Pero el almeriense vaticina una Liga que no será tan plácida para el Textil como la pasada, en la que los de Cabezón se pasearon por su grupo durante la temporada regular. «El nivel de la competición ha aumentado. Será más complicado que en la campaña pasada», pronostica. «Eso es algo bueno para la Liga y para el voleibol nacional, aunque habrá que sufrir más», señala entre risas.

Para esos objetivos de títulos y ascensos, el Textil cuenta con un aliado que casi nadie tiene en el voley nacional. La afición del Matilde de la Torre. Alguien con la experiencia de Cabrera lo ratifica. «Yo he jugado en Unicaja. Y de todos los sitios en los que he jugado, el mejor como local es Cabezón de la Sal. A mucha gente le gusta venir aquí a jugar». Pero aparte de los objetivos deportivos a conseguir, Cabrera estará contento si «se hace un buen trabajo». En estos días se sientan las bases para ello. «No permito que nadie se vaya del entrenamiento sin haberlo dado todo o sin haber mejorado un poquito».