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La única disciplina deportiva reconocida de fútbol en silla por la Federación Española de Fútbol, el A-Ball, se presentará en sociedad en Cantabria el ... próximo 5 de abril. En el pabellón de La Cantábrica de Astillero, a partir de las 17.15 horas, las escuelas de fútbol municipales, deportistas con discapacidad, peñas del Racing y personas representativas de la sociedad cántabra participarán en una exhibición de A-Ball -como el vocablo inglés 'able' (capaz)-, un fútbol en silla de ruedas que aspira a ser paralímpico en el futuro como lo es el baloncesto o el tenis adaptado.
Aunque se encuentra en fase experimental, el A-Ball ya cuenta con dos equipos formados, uno en Madrid y otro en Valencia. «En todo el mundo estaban esperando que se hiciera una cosa así», explicó el embajador nacional del A-Ball, el cántabro Emilio Amavisca, exjugador del Real Madrid y Racing, -además de internacional- ayer en la presentación de esa jornada en el Ayuntamiento de Astillero junto al alcalde, Francisco Ortiz; el concejal de Deportes, Javier Marín; y Jorge Iglesias, coordinador de esta actividad en Cantabria.
El A-Ball surge a partir de la inquietud del que fuera futbolista internacional del Valencia Fernando Giner. «Cada vez que finalizaba un partido le pedían un autógrafo los chavales en silla de ruedas. Y esto le hizo pensar en un sistema para que pudieran volver a jugar al fútbol», explicó Amavisca. «Giner contactó con dos personas de su entorno, César Iribarren, ingeniero industrial y profesor de Gestión Deportiva en la UPV, y José Noblejas Granero, dueño de la empresa de ortopedia Ortoprono, y entre los tres pusieron el proyecto en común hasta dar con una silla manual, sencilla y a la vez robusta para que se pudiera practicar este deporte en todas las partes del mundo», detalla Amavisca.
La silla de ruedas para practicar el A-Ball reproduce la forma de controlar, atrapar (mediante unas pinzas) y golpear el balón con los pies mediante dos palancas. Permite orientar el golpeo a derecha, izquierda o de frente; conducir el balón con el interior o el exterior, dejando así el disparo supeditado a la habilidad de quien lo practica. Todo manual, nada electrónico.
El objetivo de este encuentro del día 5 de abril será mostrar esta nueva modalidad que permite por primera vez en el mundo jugar al fútbol a la vez a personas con y sin diversidad funcional. «Se trata de que todo el mundo tenga la posibilidad de poder jugar al fútbol. Gracias al A-Ball hemos conseguido acercar este deporte a muchas personas independientemente de sus capacidades», explicó Amavisca. Este nuevo formato deportivo se encuentra en periodo de gestación y cuenta con el auspicio de la Federación Española y de la Federación Cántabra de Fútbol, mientras ya se han iniciado los contactos para homologar las reglas del juego (análogas a las del fútbol sala) a través del Consejo Superior de Deportes.
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Ana del Castillo
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