El Go Fit logra un empate con sabor dulce

Reparto de puntos entre el Go Fit y Anaitasuna tras el empate a 29 con el que terminó el partido gracias a un gol al límite conseguido por Pla en una acción que se inició a los diez segundos del final. Del mal el menos, un partido irregular de los santanderinos y un punto que sabe a victoria por la forma de conseguirlo. Los cántabros no tuvieron las ideas claras, algo que fue aprovechado por los navarros. Sin embargo, en el haber de los jugadores de Rodrigo Reñones figura su ilusión y entrega por no dejar escapar el encuentro.

La entrada en el equipo de Álex en la segunda mitad fue clave para que el conjunto lograse irse hacía arriba. Él fue el jugador que mejor desequilibró a los rivales. Ambas escuadras lograron un resultado que fue fruto de un choque que tuvo más emoción que juego.

El partido, desde sus primeros minutos, puso de manifiesto la importancia de lo que había en juego por parte de los dos equipos, que realizaron un planteamiento similar. Los locales hicieron dos cambios y jugaron en labores de contención Calderón y Muñiz, mientras que en el 3-3 atacante salieron Ros y Lon. En los navarros, el mismo procedimiento con Garza y Bazan en defensa y en ataque Goñi y Ugarte.

Los dos equipos ofrecieron de comienzo algunos errores, si bien el primero que logró enderezar el rumbo fue el conjunto visitantes, que consiguió inaugurar el marcador a los cinco minutos por mediación de su central Pérez de Inestrilla. La respuesta local no se hizo esperar y fue por medio de Paredes, que en una circulación muy amplia logró batir al meta visitante Sergey. El partido entró en una dinámica distinta por parte de los dos contendientes. Los santanderinos jugando más lento y sin buscar la segunda oleada del contraataque, mientras que los pamplonicas lo hicieron con más intensidad y una circulación de balón a un ritmo bastante superior que el de los rivales.

Estos parámetros llevaron el marcador a inclinarse a favor de los navarros gracias a las acciones de su lateral derecho, Da Silva, y y del izquierdo, Bozidar. El marcador a los trece minutos señalaba un 6-9, una diferencia que se fraguaba gracias a un buen ataque visitante y a un juego ofensivo local falto de procedimientos colectivos.

A esto había que sumar que los santanderinos no acertaban por el centro y recurrían a los extremos para lograr sumar goles, pero enfrente unas veces el meta Sergey y otras la madera impedían a los de Reñones acortarse en el marcador. Fue a los veinte minutos cuando una acción defensiva sobre Calderón propició un lanzamiento desde siete metros que transformaba Jorajuria y servía al Go Fit para acercarse en el marcador e incluso llegar a empatar a nueve.

El partido cogió un ritmo alto por parte de los santanderinos que no gustó al técnico visitante. Por eso pidió tiempo muerto, para dar a los suyos la tranquilidad necesaria para volver a coger el mando del choque. La decisión le dio resultado, ya que después del empate a diez volvían a marcharse en el marcador hasta el 12-15. Los locales no bajaron los brazos a pesar de seguir sin acertar en su ataque posicional y gracias al coraje lograban llegar al descanso con 14-16. En la recta final de la primera media hora entró en la portería Salvarrey que sustituía a Ernesto por decisión técnica. El cambio no dio resultado, ya que los jugadores navarros lanzaron con bastante comodidad ante la falta de respuesta de la defensa.

Sin reacción inicial

En la segunda mitad, el técnico local recurrió a los tres cambios defensa ataque y a un equipo ofensivo con una primera línea formada por Álex, Río y Calderón, mientras que Lon seguía jugando en el pivote. El partido se igualó e incluso de salida un parcial de 2-0 con goles de Álex y Calderón permitieron llegar a la igualada a 16. Pero de nuevo los visitantes por mediación de su mejor lanzador Costoya volvía a abrir hueco y llegaban a jugar a los Díez minutos, de este segundo periodo, con 19-21.

El Go Fit seguía entonado gracias a acciones individuales de cara al gol, pero los recursos colectivos no existían. Los navarros se encontraban cómodos y los tres cambios defensas ataque del Go Fit les daban muchas facilidades. En eso llegó la máxima diferencia y el peligro de irse abajo llegó a las trece minutos con un parcial de 21-24. El equipo no funcionaba y los errores se sucedían, a lo que había que unir que la defensa no acertaba a parar el ataque rival. Los cántabros no funcionaba y se echaba en falta el brazo de Paredes, que en la primera mitad no estuvo acertado. Así mismo, Saúl tampoco dispuso de minutos en el lateral derecho.

El Go Fit estaba fuera del partido a todos los niveles. Se podían haber intentado más cosas como un cambio defensivo a 5-1, pero se mantuvo el 6-0 y jugadores como Costoya y Bozidar lograban superar a Savic con facilidad. A los últimos diez minutos se llegó con 25-26 y todo por decidir. La posesión estaba en poder navarro y cometió un error que permitió jugar para empatar a los locales. Fue Óscar Río el que se jugó el lanzamiento y acertó a conseguir la igualad a 26. Automáticamente, el técnico visitante pidió tiempo muerto. Había que parar la línea ascendente del Go Fit, que afrontaba la recta final del choque con una ligera ventaja.

Con empate, Jorajuría dispuso de un alzamiento de siete metros que primero Sergey y después de palo evitaron que entrara. Podía haber supuesto que el cuadro santanderino se pusiese por primera vez por delante en el marcador a falta de seis minutos. Pero los navarros volvieron a coger el mando con un gol de Castro. En la jugada posterior, un nuevo error de lanzamiento y un parcial de 0-2 situó el 26-28.

La fe de los jugadores no dejó escapar el partido y con el 27-29 a falta de treinta y ocho segundos Álex logró recortar a un gol las diferencias. Justo después, la parada de Savic y la superioridad numérica de los últimos diez segundos posibilitaron que jugando con portero jugador lograsen en el último instante el gol del empate por mediación de Pla. Río se jugó la tarjeta roja a falta de un segundo al impedir el saque de centro navarro y salvar un punto para los suyos. Una reparto de puntos que es el mal menor de un partido en el que los santanderinos nunca estuvieron por delante en el partido.