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Domingo, 28 de mayo 2017, 17:15
El Balonmano Torrelavega se despide de la fase de ascenso a Asobal sin conocer la victoria. Los de Diego Soto volvieron a vaciarse sobre la cancha para morir a la orilla de la victoria. El Secin Group BM Alcobendas gestionó mejor los minutos finales de ... un partido vibrante y tremendamente igualado.
Con la moral recuperada, el Balonmano Torrelavega regresó al Pandero con un único objetivo. Despedir un año histórico con buen sabor de boca. Así las cosas, los cántabros saltaron a la cancha sin la tensión del día anterior y con mucha más fluidez en todas sus acciones. Eso sí, al igual que ante Zamora, el portero adversario fue el que marcó el inicio del choque. Manu Rodríguez parecía dispuesto a amargar el partido a los naranjas.
Cántabros y madrileños intercambiaban aciertos y errores, sin demostrar la solidez defensiva de otras tardes y con muchas más imprecisiones de las debidas. Esa especie de anarquía en el juego sentó bien a los naranjas que tomaron la iniciativa en el marcador gracias a una diana de Maxi Cancio. Sin embargo, no fue suficiente para despegarse en el marcador. Álvaro Velázquez ponía las tablas en el electrónico con un lanzamiento inapelable.
En un abrir y cerrar de ojos, Secin Group BM Alcobendas dio la vuelta al marcador. Tres goles tan rápidos como un disparo que obligaban a los nuestros a comenzar de nuevo. En esta ocasión, el rescatador fue Pepe Oliver. Dos goles consecutivos del pivote igualaban el tanteo a 25 mientras que una frivolidad de Antón Setién devolvía la iniciativa a los naranjas.
El tiempo muerto llegó con 31 28 en el electrónico y una parada de Luis de Vega que mantuvo con vida a los suyos. De hecho, el marcador se mantuvo estático durante los siguientes minutos. En parte porque los dos porteros hicieron bien su trabajo. En particular, un Manu Rodríguez que sacó un lanzamiento claro de Nico Colunga y otros dos de Vicente Benito desde el extremo. El choque parecía resuelto. Más aún cuando Álvaro Velasco lanzaba a los suyos cuatro por delante con tres minutos por jugarse.
Quedaban 19 segundos y había una pelota para empatar. Un lanzamiento que intentó primero Sergio Crespo y después Edu Fernández. El primero ni siquiera llegó a producirse y el segundo, sin apenas tiempo, llegó manso a las manos del portero madrileño.
Así las cosas, el BM Torrelavega se despide de su primera fase de ascenso a Asobal sin conocer la victoria pero con un propósito muy claro: volveremos.
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