La Bandera Bansander vuelve a examinar a las traineras

Así ocurrió en la Bandera Sotileza, pero la Sotileza, con su formato de travesía, es una regata especial. Más espectacular para el público y menos válida para calibrar potenciales. El viernes a las 20.00 horas seis botes tomarán la salida en un escenario perfecto para obtener las primeras referencias. Bogarán Pontejos y Laredo, que un año más no echan bote al agua en las ligas, pero sí en las citas del calendario cántabro, y los cuatro barcos de ARC 2: Astillero, de nuevo en el Grupo 2, y Pedreña, Camargo y Castro, todos ellos en la segunda categoría del Cantábrico. Será a partir de las ocho de la tarde en una convocatoria a la que también acudirá la trainera femenina de Astillero, esta vez la única en su categoría –como será el único bote montañés en la competición regular– y tres en la combinada: Colindres, Suances y AN Castro.

El previsible mano a mano entre pedreñeros y camargueses (siempre con premiso de una Castreña en lento pero permanente crecimiento desde que comenzó su reconstrucción desde la ARC2) servirá así como adelanto de lo que puede ocurrir en un verano que se presenta aún con incógnitas. A priori, el objetivo de Pedreña es estar entre las mejores e incluso entrar en el play off de ascenso, como en las últimas temporada. Un objetivo caro dada la competencia pero con los pedreñeros, que tienen relevo en la dirección técnica tras la marcha de Joseba Fernández, han cumplido en los últimos tiempos.

Camargo, por su parte, se marca, al menos públicamente, la permanencia como perspectiva. Una permanencia, eso sí, más holgada que la del curso pasada. El viernes comenzará a comprobarse, aunque aún hay margen de evolución, si este estatus se cumple o si, por el contrario, Pedreña está más lejos de los grandes. Claro que hay otra perspectiva mucho más optimista: que la Virgen del Carmen, convencida de que tiene margen de mejora a los largo del verano, se consolida en la clase media.