Rivales que se temen y admiran

Entre los dos equipos hay, además de una gran amistad entre sus entrenadores, mucho respeto mutuo. Elogios de ida y vuelta entre Santander y Valladolid labrados en varios partidos intensos a más no poder. En estos días, en El Salvador andan con la mosca detrás de la oreja al ver el choque del pasado domingo en San Román entre Bathco y Alcobendas. «El Bathco ganó haciendo el mejor rugby que le he visto», señala Juan Carlos Pérez, el entrenador del Chami, como así apodan a los pucelanos. Desde Santander, los piropos no se quedan atrás. «Hoy por hoy, El Salvador es el mejor equipo de España», sentencia Tristán Chucho Mozimán, el preparador de los santanderinos. Respeto y admiración entre dos equipos que lo único que augura es un partidazo con mayúsculas mañana (17.00 horas) en la semifinal que se celebrará en el Pepe Rojo de Valladolid.

Los pucelanos llevan un mes algo «raro». Entre los últimos partidos de Liga en los que no les iba nada en el envite y el parón entre la temporada regular y el play off, «llevamos casi cuatro semanas sin competir», añade Juan Carlos Pérez. La planificación de un periodo tan largo a final de temporada «es algo extraña», aunque añade que ha sido «buena. Llegamos al 100% que se puede llegar a estas alturas de campaña», dice entre risas.

Al entrenador del Chami le preocupó lo que vio el domingo en San Román, con ese «mejor rugby» que ha visto nunca al Bathco. «Además, jugó muy concentrado, sin las lagunas que ha tenido en otros partidos». De los cántabros, teme lo de siempre. «La velocidad de jugadores como Stewart y su poderío en melé. Al Alcobendas le hizo un ensayo de castigo, pero pudieron ser un par de ellos más». Pero también le inquieta que los santanderinos hayan mejorado «en el juego colectivo». Por su parte, las tribulaciones de Mozimán se dirigen hacia ese «mejor equipo de España» que no ha parado de mejorar en los últimos tres años «y que ha aprendido a jugar muy bien este tipo de partidos». Con una defensa que incluso llama la atención de la afición rival, «su rugby quizá no es el más bonito, pero sí el más efectivo».

A buen seguro que la defensa chamiza no permitirá el jolgorio de puntos del Bathco anotó 42 ante el Alcobendas. «Un partido así, de locos, no nos conviene», apostilla Juan Carlos Pérez. Aunque el Bathco no cejará en su intención de «asumir riesgos. Porque con ello nos sentimos cómodos», añade el Chucho. Ambos amigos coinciden en una de las claves del partido: «Tener la posesión del balón», reclaman para sus respectivos equipos. El Bathco quiere el oval para «evitar riesgos» y montar la ofensiva por diferentes partes del campo con jugadores como Schab, Botha, Coronel, Stewart o Latrónico. El Salvador necesita el balón «para que el Bathco se sienta incómodo y tenga que hacer un mayor trabajo colectivo», destaca Juan Carlos Pérez.

La defensa y Katz

El Bathco sabe lo que tiene que hacer para ganar y también para no perder. La marmórea defensa de El Salvador es una suerte de muralla blanquinegra. «Es muy complicado quebrarla», reconoce Mozimán. Para ello, el preparador argentino incide en la necesidad de paciencia. «Cuatro, cinco o seis fases... Y entonces puede empezar a quebrarse. Y si no lo hace, a jugar al pie de forma táctica», añade. Para evitar perder el partido, el Chucho no vacila ni un segundo. «Evitar los penales», como en Argentina llaman a los golpes de castigo. En el Bathco saben que cuando el apertura inglés de El Salvador Sam Katz apunta hacia los palos, los tres puntos son casi seguros. «En la semifinal de Copa hicimos cuatro golpes de castigo muy pronto y además, estúpidos. Debemos ser muy disciplinados mañana sábado».

Aunque El Salvador sea el gran favorito para el título, el Chucho Mozimán no vacila ni un instante al señalar que el Bathco «va a ganar mañana. Y si no lo hacemos, les va a resultar muy difícil derrotarnos». La misma intención de vencer tiene Juan Carlos Pérez, aunque el entorno del Chami ha tenido que lidiar con un sentimiento instalado en Valladolid desde hace poco más de un mes. «Ganar esa histórica Copa del Rey en Zorrilla ante 27.000 personas fue muy bonito para el club y la ciudad. Pero lo que me preocupa es que parezca que con eso la temporada ya está hecha. Por suerte, los jugadores están mentalizados de que aún queda la Liga». Un título de la División de Honor que pasa mañana por una semifinal en Valladolid a la que el Chucho Mozimán invita a los aficionados cántabros. «El club fletará un autobús para ir, va a hacer buen tiempo...». Y sobre todo, habrá una semifinal a partido único entre dos de los mejores equipos de rugby que hay en España.