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Ha recuperado la sonrisa y despide el año con una medalla de oro. Otra más. La karateca Nadia Gómez Morales (Santander, 1997) es la nueva campeona de la final de la liga de kárate que se celebró en Coruña. 'El Bicho' vuelve a dar ... mucha guerra. No es nada extraño dada su trayectoria, si no fuese porque ha regresado al tatami este septiembre después de recaer de una lesión complicada que truncó sus planes deportivos en dos ocasiones. Primero la dejó sin opciones de preolímpico a tan solo seis meses de los Juegos Olímpicos de Tokio, y después, cuando logró regresar de nuevo a los combates, la recaída la llevó incluso a pensar en dejar el kárate. Eso significaba perder todo por lo ha había luchado.
En 2017 logró ser la primera mujer española campeona del mundo sub 21, y al año siguiente, en 2018, se proclamó campeona de Europa sub 21. Antes de que comenzase la pandemia, Nadia era la numero 3 de la selección española, pero cuando terminó el confinamiento y se pudo volver a competir, a solo seis meses de los Juegos de Tokio, se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco externo de la rodilla izquierda. Pasó por el quirófano y tras una larga recuperación regresó al CAR en Madrid, donde reside y entrena, más fuerte aún. O eso creía ella. «Una recaída era mi mayor miedo», confiesa, y de repente, esa pesadilla se transformó en realidad. Eso implicaba un frenazo en su progresión y preparación física, pero también un duro golpe mental.
«Volví para el Mundial, pero a las dos semanas, hace un año justo, se me volvió a romper el cruzado. No sabía ni por dónde tirar. Quise dejarlo todo y vine a casa», recuerda. Y así permaneció desde marzo hasta septiembre. «Además de físicamente, estaba tocada psicológicamente. No quería saber nada del kárate, pero afortunadamente eso quedó atrás y ahora he vuelto a competir y de momento va todo muy bien», explica sonriente.
No fue fácil, pero sus preparadores físicos y una psicóloga le ayudaron a revertir la situación y salir del bache. «Tengo un buen equipo y no tengo miedo. Me hacen ver que la rodilla no está mal. Me la protejo mucho más, con más vendaje, y de momento funciona», comenta. Pero la parte mental ha sido el factor definitivo para subir de nuevo a lo más alto del podio. «Mi psicóloga me hace creer que puedo. Me está salvando muchísimo porque estoy ganando más por conocimiento de kárate, por tener la cabeza en su sitio, que por habilidades», admite.
Este nuevo oro le ha dado fuerzas y méritos para abordar sus nuevos objetivos, que no son pocos. Un regreso por la puerta grande. «Dije que si volvía era porque quería ser la mejor. Pienso que todavía tengo mucha frustración y muchas cosas guardadas que quiero conseguir. Y lo voy a hacer. Poco a poco y currando todos los días», dice. Primero, el Campeonato de España en enero; días después, la Premiere League en El Cairo, donde será la única representante española. Y si los resultados son buenos, de cabeza al Europeo, que se celebra en marzo en Guadalajara. Quiere ganarlo sí o sí. «No quiero vivir en el pasado y decir: 'yo hice esto o lo otro', ni tenerlo como un peso. Es algo que ya es mío. Pero sí quiero agarrarme a ello y pensar: 'Lo conseguí. Estaba arriba y lo tengo que volver a lograr'».
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