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Mario Herrero tiene 32 años. A nivel global es una persona joven, dentro del mundo bolístico no es un veterano y, sin embargo, en su peña es un viejo. O al menos el más mayor de una plantilla de la Bolística que en 2023 va ... a ser la más joven de las quince ediciones de la División de Honor y que a lo largo de los años solo se ve superada por el cuarteto que formaron en La Cagigona de Quijas en 1979 Paulino Pinta, José Manuel Ortiz, Agustín Fernández y Martín Garrido y en la que el mayor era el de Casar de Periedo con 18 años.
En la Carmelo Sierra, donde Herrero actuará de quinto hombre, este año contarán con una formación inicial en la que Ángel Pellón será el abuelo con 20 años. Junto a él, su hermano Mario con 19, Marcos Sobejano con 18 y Néstor Viar, que aterriza este curso procedente de Marcos Maza, donde jugó cedido por Camargo, que todavía tiene 17 años. La media es fácil, 21,2 años contando a Herrero y 18,5 sin el torrelaveguense. Unos niños.
Pese a la juventud, o precisamente por ella, en el seno de la entidad creen que el 2023 va a ser un gran año para ellos. «Creo que tenemos una peña con mucha calidad», afirma con rotundidad el presidente de la entidad, Edu Ingelmo. «Es incluso más joven que los anteriores, pero con jugadores que han madurado, alguno lleva ya tres años».
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Para tranquilidad de la numerosa hinchada de la Bolística, sus jugadores son jóvenes, pero sobradamente preparados. Como los del anuncio. Néstor Viar o Mario Pellón pasan por ser posiblemente las dos grandes esperanzas de futuro de la madera, Marcos Sobejano, que además asume la capitanía, ya ha demostrado su temple en la máxima categoría, el mayor de los hermanos Pellón, Ángel, acumula experiencia sobrada en División de Honor y una precisión milimétrica a la hora de buscar el emboque. «Solo tengo miedo de que ellos no sean ellos mismos», sentencia el presidente.
Y, si alguno falla, salta al corro un jugador que, pese a las lesiones, es un jugador consolidado en la élite. «Son los cuatro chavales los que van a jugar, el año pasado hablé con Mario Herrero y por temas laborales decidió dar el paso a un lado». Y claro, pese a que en 2022 la salvación llegó sobre la bocina, para este curso el objetivo tiene que ser más ambicioso. «Queremos quedar entre los ocho primeros, así lo hemos hablado y así se lo hemos transmitido a los jugadores. Creemos que tenemos una peña con calidad, facultades y ya experiencia en División de Honor y si ellos juegan como saben podemos estar arriba», comena el presidente de la entidad.
Uno de los factores que puede desestabilizar el equilibrio del equipo es el mercado de fichajes, que como cada año amenaza con revolucionar el sistema bolístico durante los primeros compases ligueros y que tiene en la Plaza Roja uno de sus principales alicientes. «Supongo que vendrán a buscarles, creo que haremos mejor temporada que la pasada. Somos consci entes de ello, pero no me preocupa», aclara Ingelmo, que especifica: «Lo que sí me preocupa es que a los jugadores les pueda influir, si tiene que ser que sea lo antes posible y lo más rápido posible».
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