Borbolla cierra el año con otro título

La portátil del Nse disponía a vivir uno de los grandes partidos de este deporte. Por tradición, el más grande. Los dos buques insignias de los bolos se enfrentaban por el último campeonato por escuadras del curso. Y Roper, a priori el menos favorito en las apuestas, empezó fuerte el envite, ya que por algo era el campeón en ejercicio tras su victoria sobre Riotuerto en la edición de 2016. Los dos bolos de más que acumuló desde el tiro (14-12) fueron de lo más importante. El empate a 28 desde el birle le daba el chico inaugural a los de Maliaño por un 42-40.

Los costeros no acababan de arrancar en la final, que comenzó a las 20.00 horas. Tras una primera mano en la que ninguna de las dos peñas consiguió cerrar (32-34), los de Noja -en total hicieron dos bolas quedas en ese segundo chico- se quedaron con unos pobres 10 palos desde el tiro en la segunda mano, por los 18 de su rival. Una renta que para nada desaprovecharon los ayer locales. Roper también estuvo bastante más atinado desde el birle (24-16) para ganar el chico con solvencia por 74-60 y poner el 2-0 a su favor en el luminoso. En ese momento, Puertas Roper avanzaba con paso firme hacia el título de la Copa FEB.

Pero justo en ese instante, despertó el campeón de la División de Honor. La cuadrilla que apenas perdió dos encuentros en ese torneo de la regularidad. La cifra de palos fue similar para ambas peñas desde el tiro del tercer acto -13 para Roper por los 14 de Hermanos Borbolla-. Pero la diferencia empezó a apuntarse desde el birle. Los 17 que derribaron los de Maliaño fueron superados de forma amplia por los 28 de los nojeños. Con un 30-42, Hermanos Borbolla Villa de Noja subía el 2-1 al marcador.

Las dos quedas de Borbolla en el segundo acto las devolvieron los camargueses en el cuarto. Y aunque la diferencia desde el tiro no fue mucha (14-17), desde el birle los costeros la ampliaron con seis palos más que los locales (26-32) para empatar la contienda con un 40-49. El clásico de los bolos ya estaba igualado en la portátil de Treceño para deleite de un público que hizo que el corro de Valdáliga tuviese en la tarde-noche de ayer una muy buena entrada.

Así las cosas, el quinto chico apuntaba a ser el meollo del asunto. Quien se lo llevase se pondría con un 'match ball' para ganar el partido en el sexto. Y los nervios aparecieron en ambos equipos. Así, en la primera mano no se llegó a los 40 requeridos para cerrar. Roper derribaba 12 desde el tiro, mientras que Borbolla se quedaba en unos discretos siete. Pero desde el birle, los costeros lo arreglaron y de qué manera. Sus 25 fueron suficientes para arreglar su desaguisado y enjugar los 17 de su rival. Con 29-32 se fue a la segunda mano. Y en ella, esta vez la clave estuvo en el tiro. Roper subió once palos por los 14 que hizo Borbolla. Desde el otro lado de la bolera, Roper sólo pudo anotar uno más desde el birle (25-24). Por cinco bolos de renta, Hermanos Borbolla Villa de Noja culminaba la remontada en Treceño. Dos chicos a tres. A uno solo del título.

Hasta entonces, ninguna de las dos peñas había acertado con el emboque. Y fue en ese último juego, cuando más le hacía falta a su equipo, cuando Óscar González atinó con el cachi. En una Semana Bolística en la que el de Liérganes va acumulando ya esfuerzo tras esfuerzo, tiró de clase para poner en bandeja el triunfo de su equipo. Así, Hermanos Borbolla llegaba al birle con una renta de once bolos, 15-26, conseguida desde el tiro. Una diferencia que se antojaba, tal y como había ido la final, demasiada hasta para los excelsos bolistas de Roper. En los últimos lanzamientos, Roper se quedó en 18 bolos por los 25 de los costeros, que cerraban por 33-51 el sexto chico y con ello, el partido y el título.