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Estoy en el mejor momento de mi vida». A Bruno Macho (Santander, 2003) le ha llegado una de esas oportunidades que han creado leyenda en ... el boxeo. Este argumento ha sido el punto de partida de éxitos cinematográficos que se han convertido en símbolos y que trascienden de lo deportivo. El caso de Bruno es eso. «Me parece que estoy en una película», señala el joven púgil, quien hace tiempo que es guionista de su propia obra maestra.
En su opera prima se coloca todos los días delante del visor de la cámara para dirigir capítulo tras capítulo una serie de superación donde él mismo es el protagonista: «Esto es una locura; la cantidad de gente que nos apoya es tremenda y me da más fuerza e ilusión», explica mientras se abriga. Acaba de terminar un entrenamiento y hace frío. Demasiado. En su mirada se adivina una mezcla de ganas y de lamento por el caballo de batalla de todo boxeador, dar el peso: «Es lo peor. Cuesta, pero hay que pasar por ello». Bruno sabe lo que es dar siempre un poco más y no mirar atrás aunque en ocasiones sea inevitable.
Queda menos de una semana para otro capítulo de la saga. El próximo 8 de marzo, en el Pabellón de Bezana, Bruno se subirá al ring para pelear por el título de Campeón del Mundo Joven (CMB) ante el colombiano Bairon Fernández. La del sábado es una de esas oportunidades que se ganó después de que la vida le diera una de las primeras cuando la leucemia se cruzó en su camino.
«Fue algo que en su momento fue lo peor que me podía pasar, pero que ahora me ha hecho más fuerte y estoy orgulloso de lo que he pasado hasta llegar aquí y todo ha contribuido a ser la persona que soy», admite. Él mejor que nadie sabe lo que se siente cuando la campana suena y sigues en pie. Su historia, con apenas 22 años le antecede, pero está empeñado en escribir ahora la parte más bonita. «Esto no es algo para lo que te preparas en tres meses, es algo que viene de atrás. El boxeo es muy sacrificado y las cosas llegan si de verdad te lo mereces y quiero aprovecharlo todo», añade Bruno.
El Pabellón estará lleno. Falta una semana y el 85% de las localidades ya está vendido. El carisma que despierta Bruno también es fuera de lo común. La velada será televisada por Gol Stadium.
Su récord como boxeador profesional es de 8-0-0, invicto. Nada de lo que ha hecho hasta ahora se parece y eso es algo que le motiva y le inspira. «Ha sido la preparación más larga y dura que he tenido; han sido doce o trece semanas, que es una locura, pero ya estamos en el final», explica el santanderino, que aunque trata de mantenerse al margen puede del todo. «No me pongo nervioso. Me gusta la presión y sé que no puedo fallar». En su película todo le empuja hacia su condición de héroe, pero como en todos los buenos títulos siempre hay un villano, un antagonista que se cruza en el camino. En este caso se llama Bairon Rodríguez, campeón de Colombia, y con más lona que el cántabro pese a su corta edad, tan solo 20 años: 11-2-7 (KO). Ambos cumplen con los requisitos de no superar los 24 años, cifra límite para competir por el cetro mundial de la categoría. «Es un boxeador rápido, cumplidor y que va a venir aquí con todo, pero yo digo que lo va a pasar mal en el ring», indica Bruno.
Han pasado ocho años desde que una lesión le apartó del fútbol y se puso unos guantes por probar. La casualidad inspiró esta historia. «Lo vi claro y me dije: 'Voy a intentarlo'». Esta semana ya solo es «un trabajo de rutina para dar el peso y mantener la velocidad; es un trabajo sin exigencias para mantener lo entrenado», describe el púgil, que cuando se le pregunta por la estrategia, lejos de desvelarla como es lógico, lanza un mensaje optimista. «Nada va a salir mal. Hemos entrenado mucho, lo hemos preparado todo y va a ir bien».
Su entrenador es Cristian Torre, campeón de España de boxeo amateur en dos ocasiones, y campeón de Europa y subcampeón del mundo de una arte marcial llamado brasilia jujitsu. «Hace diez minutos le he visto entrenado y estoy convencido: 100% saldrá victorioso», explica. «Hemos trabajado todo lo que puede pasar en el combate para no tener sorpresas», añade uno de los ángeles de la esquina de Bruno. Para Torre, el púgil cántabro «es rápido e inteligente y tiene muchos recursos» y, además, de la relación 'profe-alumno' le une algo más. «Estoy súper orgulloso de lo que está haciendo. Ha sido mi mano derecha mucho tiempo y ahora veo que lo tiene todo».
Bruno apura sus 'días' para meterse entras las doce cuerdas una vez más. Pero esta ve será diferente porque lo que hay en juego es grande. «Lo sé y por eso estoy más motivado. El boxeo está en un momento álgido y nosotros también queremos contribuir a su crecimiento», admite. Bruno es uno de los elegidos para recoger el testigo que ha dejado Sergio el 'Niño' García, alguien especial para el santanderino. «Es el padre de todos los que somos de aquí» . Segundos fuera.
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