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Otro pinchazo, y van dos seguidos. Esta vez con mejor juego que la semana pasada, pero Camargo se dejó otro punto por el camino al ... empatar ante Mali en Maliaño en un encuentro en el que los visitantes ofrecieron un gran rendimiento.
Esta vez Camargo llegaba al encuentro sabedor de que su rival da lo mejor de sí ante equipos grandes. Ya el año pasado los de Arce jugaron uno de sus mejores encuentros del curso en El Parque, y ayer volvieron a demostrar que no les queda grande ningún rival. Y eso que comenzaron por debajo en el marcador después de cerrar de catorce metros y de que los locales, con solvencia, llegaran al medio centenar de palos derribados.
Hasta ahí el partido de los capitaneados por Salmón, que fue el encargado de arreglar el corro, era bueno, como también lo fue el segundo parcial, en el que desde dieciocho metros y con emboque asequible los visitantes mataron una bolada de Camargo de 51 palos. La dinámica era buena y, si en el estreno Mali se había quedado en el límite, por encima, del cierre, esta vez llegó a los 46 bolos, una cifra a la que no llegaron los de casa.
No le quedaba otra que reaccionar a los de Maliaño, y lo hicieron llevando el partido al fondo del tiro y acertando en dos ocasiones con el emboque colocado por José Luis Rivero. El partido se abría antes de los dos últimos chicos. Golpeó primero Camargo, que con el cachi colocado al pulgar por Salmón y desde tiro corto se puso por delante con una buena jugada. Cuando parecía que Mali repetiría a la mano Rivero colocó el emboque al pulgar y en una posición asequible, pese a lo cual los locales no acertaron desde la distancia máxima. Si no fallaban los de Piélagos se iban a llevar un punto, algo que hicieron con sendos emboques de su capitán y de Marcos Saro.
Con mejores sensaciones que ante Pontejos, pero Camargo se dejó otro punto en el camino ante un rival de la zona baja. Eso, para un equipo que aspira a llevarse el título puede suponer un lastre demasiado grande en el tramo final de curso.
El otro partido de la tarde del sábado se disputó en Loredo y en el mismo Ribamontán puso de manifiesto que este año va a dar guerra. Enfrente tenía a J. Cuesta, que estaba imbatido, y que sucumbió después de un duelo en el que a su mejor rendimiento a bolos los costeros añadieron el acierto embocador de Manolín Domínguez. Una victoria que coloca a los capitaneados por Jonathan García al frente de la tabla clasificatoria.
Dos de los partidos previstos para la jornada dominical no se podrán jugar debido al fallecimiento, en la tarde noche del viernes, de la abuela de los jugadores Carlos y David Gandarillas, integrantes de Los Remedios y Borbolla respectivamente. El partido de los de Muslera ante Riotuerto se jugará el viernes 15, mientras que el de los costeros ante Oruña no tiene fecha todavía. La jornada contará con cuatro encuentros, dos de ellos a las 12.00 que medirán a Andros y Pontejos por un lado y Casa Sampedro y Torrelavega por otro. A las 17.30 Peñacastillo visitará el corro de Casar.
En Las Fraguas, Andros quiere recuperar la sonrisa después de pinchar ante la Bolística en un duelo en el que Pontejos quiere hacer bueno el punto logrado hace siete días ante Camargo. A la misma hora se jugará en Torres uno de los derbis del Besaya, un cara a cara entre dos partidas que no han comenzado bien y en el que la que salga derrotada puede meterse en problemas. Ya por la tarde, Peñacastillo visita a un rival incómodo, con las ideas claras, y que de tiro corto y con emboque fácil ya complicó las cosas el pasado año a las peñas grandes. Los de Cañas, con un juego demasiado irregular hasta ahora, no pueden permitirse más fallos en su persecución a los líderes de la tabla. El choque contará con la expectación habitual en la Ramiro González.
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