«En Cantabria hay talento, pero pocos recursos»

-¿Cómo está resultando la vuelta a las pistas después de un parón tan importante?

-La verdad es que echaba de menos el mundo de la competición y sus sensaciones. Estoy contento, motivado y con mucha fuerza, aunque, no te voy a negar que la vuelta no haya sido dura. Físicamente he realizado un esfuerzo muy importante para recuperarme de una lesión de espalda que, de no haber operado, no me permitiría seguir compitiendo, ni tan siquiera montar a caballo. Así que puedo decir que me siento muy afortunado, aunque, el esfuerzo que realizo para recuperar la forma física es constante. Por otro lado, durante este tiempo, he tenido la inmensa suerte de conocer a unas personas, enamoradas al igual que yo de los caballos, que han confiado en mí y con las que actualmente comparto un apasionante proyecto. Esto me ha devuelto en gran parte la ilusión y gracias a ellos he recibido el empujón necesario para poder volver de nuevo a competir.

-Durante esos años que decidió separarse del mundo ecuestre, ¿a qué dedicó el tiempo?

-Realmente no fue una decisión premeditada, pero hoy sí te digo que ha sido un tiempo bien utilizado y, sobre todo, muy necesario. Como comentaba antes, durante este tiempo me he sometido a una artrodesis de columna y su posterior recuperación. Algo totalmente ineludible puesto que dicha lesión me imposibilitaba volver a la competición. También he aprovechado para dedicarle tiempo a mi familia y agrandarla. Me casé, tengo una niña que el mes que viene cumplirá un añito y otro que viene en camino... Así que podría decirse que no hemos perdido el tiempo (ríe).

-Ahora está gestionando la Yeguada Güemes. No debe ser nada fácil dirigir un negocio de caballos de deporte...

-Este es un negocio en el que existe mucha competencia y disparidad de servicios. Nosotros lo que intentamos en nuestra yeguada es ofrecer una cartera de servicios lo más completa posible. De este modo, como escuela de equitación impartimos clases de iniciación y Ponyclub para los más pequeños; clases de perfeccionamiento y salto para aquellos alumnos cuyo nivel es más avanzado y también formamos a jinetes con una proyección de futuro más orientada a nivel profesional. Además, nos esforzamos por cuidar al máximo nuestras instalaciones para ofrecer a los clientes pupilajes de calidad; alojamos caballos en descanso; los preparamos para la competición y también nos dedicamos a su compraventa. Es decir, intentamos adaptarnos a las necesidades del cliente y ofrecer servicios de calidad.

-¿Ha notado evolución en el mundo de la hípica desde que se alejó en 2015?

-Si soy sincero, no. No he notado ninguna evolución. Tampoco en el mundo de la competición que es del que he estado más alejado.

-Se dice que montar a caballo es un deporte de ricos. ¿Está de acuerdo?

-Me da mucha pena y sobre todo mucha rabia escuchar esta frase. Esto es algo que se ha convertido en una creencia muy extendida y desde mi punto de vista no puede ser más errónea. Lo que hay que separar son dos conceptos muy diferentes. Se puede aprender y disfrutar montando a caballo como hobbie, como tengo muchos niños en la escuela, y lo que esto supone económicamente no va a ser diferente a cualquier otro deporte o extraescolar. Otra cosa es que te quieras dedicar a ello a nivel profesional o disputar competiciones de una determinada índole. Entonces sí que el desembolso económico puede ser mucho mayor y pueden observarse mayores desigualdades ya que en el mundo del salto el jinete es importante, pero la calidad del caballo sigue siendo lo que prevalece y, la mayoría de las veces, esa calidad va ligada a un precio...

-¿Hay talento en Cantabria cuando hablamos de equitación?

-Hay talento, pero también hay falta de recursos y de información...

-¿Cómo se prepara un deportista profesional?

-Pues yendo al gimnasio, combinando mucho cardio con estiramientos y montando prácticamente a diario. Sobre todo ahora que me estoy recuperando de la espalda tengo que ser muy disciplinado y constante. Aún quiero dar guerra en las pistas muchos años.

-¿Y qué dice del caballo?

-El caballo también requiere una preparación física constante porque al final en la pista el que hace un esfuerzo brutal en cada salto es él y por eso hay que mantenerlos en una forma excelente. A parte de trabajo en pista casi a diario; hay que vigilar mucho su estado físico y su bienestar general. Algo que les viene genial a los caballos y que en la yeguada tenemos la suerte de poder hacer con frecuencia, dada la cercanía, es llevarlos a la playa. Y esto es un auténtico privilegio porque se potencia la musculatura y trabaja la resistencia del animal de un modo alucinante.

-¿Qué expectativa tiene este año en Santander?

-Sparrow Z es una yegua que, aún siendo joven, cuanto más conozco más me enamora. Este año volveré a disfrutar con ella en la pista y también con Einstein, otro caballo con el que he empezado a trabajar hace unos pocos meses. Las expectativas para este año no son muy pretenciosas. Soy consciente de que no es mi mejor año en cuanto a preparación se refiere, pero eso no quiere decir que no vaya a ir intentar ir por todas. El espíritu competitivo siempre me acompaña.

-Las instalaciones donde se celebra el evento están, como bien sabe, en un entorno privilegiado ¿Es habitual encontrarse competición hípica en lugares parecido a este?

-Cantabria en sí es un lugar privilegiado. Por supuesto, el lugar donde se disputa este concurso es uno de los más bonitos en los que he estado a lo largo de toda mi trayectoria y, cada vez que vuelvo a competir aquí, en casa, me siento muy afortunado.