El cántabro de Casablanca
Tras un sueño ·
Abdellah Rouiha lleva cinco años esperando la nacionalidad española para acudir a un Mundial con la selección y es el único extranjero que ha logrado proclamarse varias veces campeón de España sin ellaSecciones
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Tras un sueño ·
Abdellah Rouiha lleva cinco años esperando la nacionalidad española para acudir a un Mundial con la selección y es el único extranjero que ha logrado proclamarse varias veces campeón de España sin ellaUn pequeño grupo de alumnos de kárate y sus profesores lanzaban miradas furtivas a un tatami, pero pronto la exhibición sobre él les empujó a arremolinarse en torno a la colchoneta con ojos asombrados y las cejas enarcadas por la sorpresa. «Era como ver a Messi jugando en La Albericia. Nadie estaba acostumbrado a verlo y era un espectáculo», recuerda Elena Arnay, miembro de la Federación Cántabra de Kárate. El chico de apenas 20 años que tenía hipnotizada a la concurrencia con movimientos precisos e inteligentes allá por 2015 era Abdellah Rouiha (Casablanca, 1994), entonces casi recién llegado a España de Marruecos.
Lo depurado de su técnica era la consecuencia lógica de años de dedicación. Desde los seis subido a una colchoneta y un fijo en la selección de la Federación marroquí. «Durante ese tiempo gané muchísimos campeonatos. Fui dos veces campeón de África, campeón Árabe, campeón Mediterráneo y tercero del Mundo en 2013», cuenta. Siete años después, Abdu, como le llaman quienes le conocen, está totalmente afincado en Cantabria, es seleccionador de kumite en cadete júnior masculino, ha ganado dos Campeonatos de España y otros dos Subcampeonatos, amén de una ristra de medallas, tanto en solitario como por equipos a nivel nacional. Es más, la Federación Española de Kárate lo quiere en el combinado nacional. «Después de verme competir me llamaron y me dijeron que necesitaban que peleara con ellos a nivel internacional, y a mí me pareció genial para seguir con mi carrera, porque con Marruecos había ganado muchísima medallas internacionales y quería proseguir. Pensé: '¿por qué no seguir con España, que me ha acogido y me ha ayudado para seguir luchando con el deporte que me gusta? Les dije que sí», comenta Abdu. De hecho, cada vez que el equipo nacional se concentra para acudir a un Mundial o un Europeo, Abdu acude y da lo mejor de sí sobre el tatami. Pero solo en los entrenamientos. Por ahora no puede competir representando a España en competiciones oficiales. No tiene la nacionalidad española.
Lleva cinco años esperando que suene el teléfono y escuchar través del auricular las mágicas palabras: Está concedida. «La Federación Española hizo varias gestiones con sus abogados, llamó al Consejo Superior de Deportes y ahora estoy esperando la respuesta», explica el karateca marroquí.
Se trata de la nacionalidad por carta de naturaleza otorgada, la misma que se le concedió a Ansu Fati, el futbolista del Barcelona, por vía exprés y en tan solo tres meses. O al pianista James Rhodes, que la consiguió en 14 meses. Algo que contrasta con lo habitualmente lenta que es la burocracia a la hora de tramitar estas solicitudes. Por ahora sí puede competir a nivel nacional, de hecho, es el primer extranjero en ganar un campeonato de España sin tener la nacionalidad, únicamente la residencia. «La Federación Cántabra hizo un esfuerzo muy grande. Soy el primer marroquí campeón de España que no es español, el primer extranjero en realidad».
Cuando Abdu vino a España y empezó a competir con la Cántabra, ésta expuso que si él era residente legal en Cantabria y tenía licencia por la Federación Cántabra ¿por qué no tenía los mismos derechos que el resto de afiliados? La Española resolvió. Había un precedente. La jurisprudencia decía que sí podía competir, por eso puede ir a Campeonatos de España. Lo que no se le permite es representar a España en competiciones oficiales sin tener la nacionalidad española, lo que le ha costado no poder ir al Mundial, a las Olimpiadas... Sin embargo Abdu sigue entrenando para estar listo cuando la nacionalidad llegue y poder cumplir su sueño de participar en un campeonato Mundial absoluto.
Pero mientras tanto Abdu no yace aletargado a la espera de la oportunidad. Ha fundado un club, Karate Abdu Mg, que ya es una pequeña fábrica de campeones. «Cinco de mis alumnos participaron en el Campeonato de España y tres quedaron en el podio. Dos campeones y una sucampeona. Nunca había pasado eso en Cantabria, que tres chicos del mismo club lleguen a tres finales en un Nacional», dice. Y por su voz se puede notar que le invade una oleada de satisfacción.
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