Un cántabro empeñado en «relanzar» el squash

Orizaola es médico especialista en medicina deportiva y en medicina del trabajo. Tiene a varios deportistas a su cargo, aunque su labor principal es como responsable médico en la factoría Global Steel Wire. Además, durante un tiempo fue nutricionista en el Racing. Y en lo deportivo, el cántabro fue doce veces campeón de España de veteranos; subcampeón de Europa de veteranos y noveno del mundo en esa misma categoría.

Lógicamente, la irrupción de este deporte en la cita olímpica es una oportunidad «para relanzarlo en España» y, por arrastre, también en Cantabria. «Debemos aprovechar el viento de cola» de esta circunstancia y tratar de «llegar lo más preparados posible» a los Juegos californianos. «Para un deporte pequeño como el nuestro, dejamos de ser invisibles. Con las nuevas pistas de cristal, es una disciplina perfectamente televisable y eso también aumentará el número de patrocinadores», analiza. Eso, y que el entrar en el Comité Olímpico Internacional también aumenta el presupuesto. Y, por suerte o por desgracia, el dinero es muy importante en estos temas.

«Será un antes y un después para relanzar nuestro deporte», insiste el flamante presidente de la Federación nacional, que hasta ahora lo era de la autonómica. Porque, en Estados Unidos se trata de una disciplina potente, con casi un millón de licencias. Esa fortaleza en el país anfitrión le ha permitido entrar en la rueda olímpica. Sin embargo, «en España hay poco federado y mucho usuario». En concreto, existen unas dos mil fichas y aproximadamente diez mil practicantes. Uno de los objetivos que se marca Orizaola es aumentar ambas cifras y trasvasar deportistas del segundo grupo al primero. El mandatario reconoce que deportes como el pádel les han «comido la tostada».

También quiere darle un empujón en su Comunidad natal, donde el squash es muy minoritario. Apenas hay tres clubes, cincuenta licencias y cuatro torneos al año. El ojito derecho es la escuela de niños en Astillero: «El objetivo es mantenerla y potenciarla». Ahora también de la mano de Ignacio Rodríguez, que es, a día de hoy, el candidato único a las próximas elecciones a la Federación Cántabra para sustituir a Orizaola.

«En Cantabria debemos aumentar el número de licencias, pero esto es como el huevo y la gallina. Para que haya usuarios, debe haber pistas», afirma. Ahí entra otra de las patas de su proyecto. Su «leit motiv». En la Comunidad Autónoma apenas hay cuatro canchas: dos en la Universidad de Cantabria y otro par, municipal, en Astillero. Las de La Cantábrica, junto con el club local, son las que soportan la mayor parte de la actividad. Orizaola ya se había puesto manos a la obra en este asunto antes de dar el salto a Madrid y ha mantenido contactos con el Ayuntamiento de Santander, a través del director del Instituto Municipal de Deportes, Raúl Ruiz, y la concejala del área, Beatriz Pellón, para proponer la construcción de pistas en el Complejo Deportivo Ruth Beitia de La Albericia. De momento, está a la espera de movimientos desde el Consistorio. Nuevas instalaciones influirían en la atracción de nuevos practicantes, esto redundaría en el número de federados y, a su vez, permitiría traer a Cantabria eventos importantes dentro del squash nacional.

«Pese a ser un deporte teóricamente minoritario, España tiene potencial», afirma el presidente. El equipo nacional ha logrado buenos resultados en citas internacionales. Cuatro jugadores se encuentran en el top 100 del ránking masculino y dos jugadoras, entre las cien mejores mujeres. Y el combinado español se proclamó subcampeón de Europa de selecciones hace cuatro años. Además, la punta de lanza del país en esta disciplina, Íker Pajares, logró la medalla de plata en el Europeo celebrado en agosto. En menos de cuatro años tendrán su cita más importante.