El récord de la Reserva, al alcance de la mano

Estas 60 batidas pendientes se celebrarán durante los tres próximos fines de semana. Habitualmente, las cacerías aplazadas se desarrollan nada más concluir la temporada ordinaria y suelen completarse con un fin de semana de actividad cinegética. Sin embargo, en la presente campaña este proceso de recuperación se alargará un poco más debido al importante número de batidas que todavía está pendiente.

Con el récord virtualmente alcanzado (si las condiciones siguen siendo las mismas, se superará con total seguridad), la temporada 2015-2016 puede calificarse como histórica. Cierto es que en sus inicios generó algunas dudas motivadas principalmente por una climatología adversa (demasiado calor y una sequía acusada) y por unos montes con mucha maleza, pero, con el paso de las semanas, las condiciones fueron haciéndose más propicias para la caza, lo que se tradujo de forma inmediata en incremento considerable del número de animales abatidos. En cualquier caso, las expectativas para esta temporada que ahora toca a su fin siempre fueron positivas, algo que ahora viene a confirmarse. Abundaban los jabalíes y, lo que es mejor, esta circunstancia se producía en todas las comarcas y, también, dentro de estas, en todos sus lotes. Incluso aquellos montes que históricamente han lucido el cartel de cenicienta han ofrecido este año la mejor de sus imágenes. Era rara la cacería en la que no se movían jabalíes. Lo de abatirlos después en los tiros es otra cuestión, aunque cierto es que los cupos han sido una constante y los ceros más bien escasos.

Estos buenos datos, y sensaciones, de toda la temporada, se han confirmado una vez más durante el último fin de semana, en el que se han abatido 91 ejemplares.

Como siempre, Liébana fue durante estos dos últimos días de actividad en la Reserva la comarca estrella. Sus montes, con más caza que el resto y con unos cupos mucho más abultados, volvieron a dar lo mejor de sí mismos.

Arretuerto, donde cazó la cuadrilla de Ismael Blanco, volvió a dar el cupo de 12 jabalíes. Lo mismo ocurrió en Panda Carrielda, donde cazó la cuadrilla de José Santos del Hoyo. En Bicobres Norte, donde cazó la cuadrilla de Jesús Prado, se abatieron ocho ejemplares, lo mismo que en Sobreiglesias, donde actuó la cuadrilla de Santos Gómez.

En la comarca del Nansa, que también ha ofrecido un magnífico rendimiento en la actual campaña, la mejor cacería fue la que realizó la cuadrilla de Ramón Gutiérrez en Bárcena Verdujal, de donde se bajó con cinco ejemplares. Cuatro abatieron los hombres de Manuel Borbolla en Hayedo y Tejeo. En Frente y Navas, donde cazó el grupo que dirige Roberto Fernández, se abatieron tres buenos ejemplares. Uno menos se cazó en Canaluco, a donde acudió la cuadrilla de María Ángeles Molleda.

En la cuenca del Besaya se consiguieron dos cupos de dos ejemplares (en Cieza Norte, donde cazó la cuadrilla de F. Pablo Ceballos, y en Coo, lote en el que cazaron los corraliegos que dirige Javier Polanco) mientras que en la otra cacería, la de Vaocerezo (Celestino Cifrián), se abatió un cerdo salvaje.

En Cabuérniga, La Cotera fue el mejor monte con tres ejemplares (Luis Gutiérrez). En Vados Sur (Jaime Molleda), Monte Aa (Francisco Galguera) y La Miña (Fernando González) se abatieron dos ejemplares en cada una.

Por último, en Campoo la mejor cacería fue la de Argüeso, que dio cuatro suidos a la cuadrilla de Manuel Antonio Pérez. Dos se mataron en Palombera Oeste (Jesús Fernández) y uno más en Mazandrero, donde cazó la cuadrilla de Jesús Ángel Arenas.