«Aún no nos creemos que somos campeones del mundo»

Las cuatro medallas que cuelgan en los cuellos de los patinadores de la Escuela de Alto Rendimiento Alexmar, obtenidas en los World Skate Games -se celebran cada dos años y aglutinan a todas las modalidades del patinaje- en Argentina hacen lo que todas las medallas de oro. Iluminan caras. Y hacen algo más locuaces a cuatro chavales a los que aún les cuesta esto de las entrevistas. Son conscientes de lo que han logrado. Pero lo de asimilarlo, tardará tiempo. «Es que lo de campeón del mundo suena demasiado fuerte», señala Gerardo Berciano. «Es que ha sido todo muy rápido. El quedar campeones, regresar...», añade David. «Supongo que será cuestión de tiempo. Poco a poco», dice India. «Pero sobre todo, es un sentimiento de mucha satisfacción», resume César. La repercusión de todo un título mundial ya les ha valido una ovación en el primer día que han vuelto a sus clases en el instituto. Aunque alguno ha faltado de más. Los cuatro llegaron a Cantabria el lunes por la noche. «Y al llegar a casa, cuando me dormí desperté al día siguiente a las dos de la tarde», afirma David entre las risas de sus tres amigos.

Más información

El cuarteto júnior del Alexmar, campeón del mundo

MARCO G. VIDART

Recibimientos en Santander a los campeones del mundo júnior

Marco García Vidart

El éxito de su oro en Argentina se fraguó tras el último acorde de la música de su ejercicio. Nadie mejor que uno para saber cómo ha salido. «Desde dentro vimos que lo habíamos 'clavao'», señalan los cuatro con la sonrisa de medalla que acompaña a todas sus respuestas. «El público argentino, que vive mucho el patinaje, nos aplaudió muchísimo», relata César Tazón. Tocaba irse a una pista anexa y seguir por un monitor a los seis equipos que faltaban por salir. «Y es que quedaban argentinos, dos italianos, colombianos, brasileños...». Mucho nivel. Alexia Rojo es la gran hacedora del Alexmar. La que siguió el camino de la pionera Cionín Villagrá para ser campeona en mil y un competiciones y ahora guiar a otros. «Cuando éramos quintos, ya nos abrazamos. Estábamos flipando. Y luego, terceros, bronce...». Ahí empezaron las lágrimas de los cuatro con su entrenadora, que es a la vez la madre de India y la tía de Gerardo. «Luego, ya éramos plata. Y salen las italianas, cuatro chicas. Salen a arrasar... Y son quintas». En ese momento, hay un abrazo entre una madre y una hija -inmortalizado para el recuerdo en una foto hecha por una amiga argentina de Alexia-, pocos segundos antes de que Gerardo, David y César se añadan para formar una piña que llora de emoción sin freno. El cuarteto del Alexmar es el mejor del mundo.

La temporada para el cuarteto de oro de la escuela de Bezana ya ha terminado en cuanto a grandes competiciones. Tocan unos días de merecido descanso. Aunque la juventud de todos ellos hace que aún no tengan ganas de mandar a paseo los patines durante largo tiempo. «Todavía no hemos llegado al punto de olvidar los patines un par de semanas», añade divertido David Gutiérrez, que no pudo tener un fin de semana mejor ya que además de proclamarse campeón del mundo, el domingo cumplía 17 años. «Siempre tienes la sensación de que tienes que estar con los patines», señala India. Así que después de las Navidades, los cuatro comenzarán a preparar la temporada de 2023, en la que básicamente tendrán los mismos campeonatos que en esta, salvo los World Skate Games. El preceptivo Mundial que se celebra en su especialidad todos los años tendrá lugar en Colombia, y allá que estará el cuarteto del Alexmar. En su último año en la categoría júnior antes de dar el salto a la absoluta. Pero en sénior también hay esta modalidad de cuarteto. La sonrisa de los cuatro confirma que hay equipo para rato. «Seguiremos hasta donde podamos».

La pista del Alexmar es un revoloteo de patinadores que ensayan sus coreografías. Pero que no dejan de echar un ojo a la sesión de fotos a cuatro compañeros que tienen una medalla de campeones del mundo. Esas preseas son el mejor estímulo para ir más rápido, para dar más piruetas, para entrenar más horas. Al explicar ese momento consigo misma tras ganar un título mundial, India resume lo que implica seguir ese camino que abrió Cionín Villagrá, siguió su madre y ahora, ella y sus amigos y en el que hay miles de horas de sacrificio sobre unos patines. «Te das cuenta de que el trabajo de muchos años, por fin, sale».