Dani y Néstor García, padre e hijo en la cresta de la ola

Tres años después empezó a competir y desde entonces no se ha separado de la tabla. Dani, además de padre, se ha convertido en su amigo y maestro. Y también en su pareja deportiva. No siempre, pero ya es casi una tradición que lo sean en República Dominicana, en el 'Master Surf Reunion', donde este año se han proclamado campeones en la categoría 'Padres e hijos'. Algo que no es nuevo, porque los García le han cogido el gustillo y ya han ganado este campeonato en ediciones pasadas. «Llevamos viniendo cinco años», cuenta Dani desde el Caribe. «Es un formato muy divertido, aunque cada vez se está poniendo más competitivo, porque este año había auténticos excompetidores del circuito mundial con sus hijos», explica Dani. Aún así, los riders cántabros revalidaron su título. «Este año ha sido bastante difícil, pero aún así Néstor y yo lo hemos ganado con bastante autoridad», señala. «Siempre he competido con Néstor en la modalidad 'Padres e hijos'. Es muy especial para mí», confiesa este veterano de las olas.

Los García siempre se han tomado este campeonato como un viaje familiar. «En las ediciones anteriores han venido mi mujer y mi hija», dice Dani, y este año los ha acompañado Raúl, tío y hermano. Él también ha participado en categoría individual, pero a pesar de pasar un par de rondas no llegó a las finales. Se quedó animando incansablemente mientras Dani, que además de participar junto a su hijo se encaramó a la tabla en solitario, avanzaba mangas sin despeinarse. Tanto que se proclamó campeón en categoría +50 y obtuvo también un cuarto puesto en +35.

«Somos una familia que está totalmente vinculada al surf», explica Dani. Él, junto a su hermano Raúl, fundó la escuela Special Surf School, de Mogro, aunque ahora la llevan únicamente su mujer Ana y él. También regentan una tienda de surf y representan a varias marcas punteras como Billabong y Dakine. Su vida es un no parar. Viajes, clases, competiciones, atender la tienda... es un vaivén difícil de sobrellevar, pero Dani tiene sus truquillos. «Mi relación con la escuela de surf, los chavales, entrenarlos... Eso me da aire. Me pico, voy al agua con ellos y me mantiene muy unido a los más jóvenes», confiesa.

Pionero

Dani fue uno de los primeros españoles en el circuito europeo

Además, viajar junto a Néstor es otro balón de oxígeno. «Acompaño a mi hijo en las competiciones por toda Europa y también me apunto yo, aunque sea con los Open. De esa manera intento mantenerme lo más activo posible», cuenta. Y es que a sus 51 años, Dani no se pierde un campeonato. Es la costumbre. Con 20 años acumulaba ya más de 30 copas y presumía de haber dado la vuelta al mundo sobre su tabla. Ahora es tarde para dejarlo. «Lo más atrayente del surf es que te mantiene en contacto con la naturaleza. Esto cada día es diferente para un surfista y eso es lo que hace que te despiertes siempre con la ilusión de poder coger la mejor ola del día».

La verdad es que a Dani los títulos se le caen de los bolsillos. Lleva compitiendo desde que era un chaval. «Desde Junior, y ahora con esta carrera activa en Master... Gané el Campeonato de Europa en noviembre en Las Américas, en Tenerife. Quedé campeón en +35 y +50, y ya con 51 años es el mayor logro», detalla orgulloso, y añade «y el Campeonato de España Open en 2015, que ganarlo con más de 40 años es también increíble».

La conversación se corta, porque el taxi en el que Dani se desplaza al aeropuerto está atravesando una zona con montañas. Está punto de tomar un avión, pero no rumbo a España, su destino es Australia. Va a probar unas olas artificiales. Algo que será el futuro de entrenamientos específicos y enseñanza controlada, y que hará posible la tecnología WaveGarden. Lo bonito del surf es que cada día supone una aventura diferente. Lo bonito, y a la sazón lo difícil. «A veces es frustrante que no puedas ensayar ciertas cosas. Esto va a cambiar un poquito ahora con las piscinas de olas, porque se van a poder entrenar bastante bien algunas maniobras y gestos técnicos con unas condiciones prácticamente iguales simulando las olas del mar», arguye.

Dani empezó como autodidacta, no había otra manera entonces, hace más de treinta años. El panorama ahora es otro muy diferente. Las clases de surf están al alcance de cualquiera. Él mismo ha ayudado a mucha gente a mejorar sobre una tabla, pero en 2021 se enfrentó a un reto muy especial. Ese verano en la playa de Oyambre fue el profesor de Shakira. La colombiana no necesita presentación. Cantante de fama mundial, eligió a Dani para aprender porque confiaba en sus métodos de enseñanza. «Es súper trabajadora. Quería mejorar y tenía una determinación y unas ganas por aprender increíbles. A veces, aunque estaba cansada seguía porque es muy perfeccionista», cuenta el cántabro. «Tiene una buena capacidad para adaptarse a los movimientos, porque está acostumbrada a las coreografías y además le encanta el surf. Fue bastante más fácil de enseñar que otras personas adultas».

A pesar de que augura un buen futuro a este deporte, Dani lamenta que «los chavales apenas tienen ayudas. Chicos como mi hijo y gente que compite a nivel nacional internacional no tienen prácticamente apoyos», se queja. Aunque mira hacia delante con optimismo. «Lo mejor es disfrutar día a día de la suerte que tenemos de haber caído en este deporte. Cuando lo entiendes así, todo lo demás luego viene fácil».

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