La danza dorada del Alexmar

Y sabe bien de lo que habla. Ella aprendió a patinar casi antes que a andar. Su madre es Alexia Rojo, que ya fue en su día campeona del mundo y es también directora de Alexmar y su entrenadora. «Desde que nací ya me puso los patines para seguir sus pasos y eso estoy haciendo», comenta orgullosa India, que también confiesa que este deporte reclama muchos sacrificios, y más para chavales tan jóvenes. «Exige mucho a nivel físico y mental, como aprenderse todas las coreografías. Físicamente es agotador porque conlleva resistencia, fuerza, elasticidad... Y todo eso al cuerpo le genera un estrés», asiente su primo Gerardo. Otro que también nació «prácticamente con los patines puestos». La historia de César es muy similar. «Mi hermana empezó a patinar e iba a verla entrenar todos los días. Dije: 'pues vamos a probarlo', y aquí sigo». Con dos Campeonatos del mundo en su palmarés. Casi nada.

Los cuatro se hicieron con el oro interpretando la coreografía 'Sleeping beauty', a ritmo de Tchaikowsky. Y después de haber ganado el Campeonato de España y el de Europa, llegaban al Mundial «a por todas. Siempre tienes ese pequeño miedo a que suceda algo, pero yo iba bastante confiada y segura de que si lo hacíamos podíamos ganar tranquilamente», comenta India. «Sí, es que si hay algún imprevisto hay actuar en el momento», apostilla Gerardo. Normalmente los temores a los que se enfrentan sobre las cuatro ruedas son que una figura no salga bien o que que de repente se descoordinen, pero en Colombia se enfrentaron a algo totalmente distinto. Gerardo perdió una rueda durante uno de los tramos de la coreografía. «Me quedé flipada», recuerda India. «En ese momento entré en 'shock' porque pensé que se nos podía ir la medalla. No sabía cómo iba a reaccionar el jurado», señala. «Nunca nos había pasado nada igual. En el momento ni lo noté», explica Gerardo. El cuarteto estaba haciendo una figura que se realiza con un pie y él lo estaba ejecutando con el derecho. Entonces una rueda del patín izquierdo cobró vida propia y se fue a explorar la pista por su cuenta. «Traté de seguir y terminar como pude. Luego vi que no podía continuar y tuve que levantar la mano, hablar con el juez y todo lo demás. Pero al final salió todo bien», revive con una sonrisa Gerardo.

Entre aplausos abandonaron la pista. Había que entrar en 'boxes'. Encontraron la rueda, pero la tuerca nunca apareció. Ya con el patín reparado regresaron a la pista para terminar su coreografía. El jurado les permitía terminar su intervención. Respiraron aliviados. «Dependes del juez, porque si él quiere puede decir que paras ahí y claro, dejas de puntuar. En ese momento todavía nos quedaban 30 segundos que pudimos completar y puntuamos bastante», recuerda India mientras echa una mirada de reojo a su medalla.

Por nada del mundo querían dejar pasar la oportunidad de regresar a España con el oro. «Habíamos visto con bastantes días de antelación la competición y sabíamos a lo que íbamos», comenta India, que trató junto a sus compañeros de desterrar la inquietud y la presión de tener que revalidar el título. «Había bastantes nervios, porque no es lo mismo competir sabiendo que tienes que demostrar que tú fuiste el Campeón del mundo y que este año vuelves a serlo otra vez», relata la joven patinadora. «El viaje se suele hacer cansado, pero en cuanto a la competición, adaptarnos no nos suele costar. Vamos con una semana de antelación y muy preparados», arguye Gerardo.

Aunque ahora disfrutan de unos días de vacaciones, no pueden evitar pensar ya en el siguiente reto. Y los cuatro lo tienen claro. El Campeonato de España. «Es muy pronto, en marzo. No queda nada», explica David, que acabó en esto del patinaje después de probar un montón de deportes. «Creo que todos los que se daban en mi pueblo y el único que me enganchó fue este», comenta entre risas. «Es que tiene algo especial. No sé explicar el qué, pero hay algo que te atrapa», dice, y una chispa se prende en sus ojos. Pasión por las cuatro ruedas. «Estamos haciendo un poco de descanso, pero sobre todo para recargar pilas y fuerzas para empezar ya con todo lo del año que viene, para arrancar la pretemporada con ganas», continúa.

Lo cierto es que se van a enfrentar a un potente desafío. Entran en categoría senior, una modalidad en la que van a competir con cuartetos que les llevan hasta cuatro años de ventaja. «Es la categoría de los mayores y nosotros entramos nuevos, porque somos de primer año», explica India, que acepta gustosa la apuesta. «Llegamos con ganas de volver a ser Campeones de España, de Europa y del mundo».