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El 1 de noviembre arranca el deporte base. Es al menos un modo de verlo. Otro, que el Gobierno de Cantabria ha dado permiso para que el 1 de noviembre comience el deporte base, porque en una realidad en permanente mutación hacer planes a mes y medio vista limita entre lo heroico y la ingenuidad. El caso es que las federaciones ya trabajan en el nuevo curso para las categorías inferiores con la confianza o la esperanza, según se sienta y se prefiera, de que puedan comenzar el noviembre. Y mientras, las federaciones afrontan una complicada situación sobrevenida en las que algunos deportistas aspiran a devoluciones de cuotas tras el parón competitivo. Una situación compleja por la que ninguna, al menos entre las mayoritarias, ha optado por ahora.
Por número de licencias y por el precio de la ficha federativa, que incluye la mutualidad, una de las que más actividad mantiene y más inquietud puede generar es la Federación Cántabra de Fútbol, que trabaja desde hace semanas en la reanudación de la actividad y tiene todo listo. De hecho, ya ha comenzado el proceso para que se renueven las fichas federativas con una premisa muy clara. «Si no se tramitan las licencias no es posible competir». Así lo resume su presidente, José Ángel Peláez, optimista respecto al inicio de competición en fecha -aunque al final será la pandemia la que dé el veredicto-. «El 1 de noviembre es la fecha definitiva, salvo que Sanidad establezca otra por razones de seguridad de acuerdo con la evolución de la pandemia».
Peláez confirma además que «efectivamente, hay que abonar las tasas de la ficha», que van a partir de los 150 de la más barata en adelante (este año habrá un 10,5% de rebaja), si bien adelanta que «lo previsto es que si a final de temporada se produce un superávit se descontará lo que corresponda en la licencia de la siguiente temporada». El motivo de este mayor precio del fútbol , que no está considerado deporte escolar, como sí lo son baloncesto y balonmano, y tiene por lo tanto que pagar su mutua.
El fútbol se enfrenta al mismo problema que otros deportes, con el matiz de mover más fichas y tener unas cuota mayor por la mutualidad: el malestar entre algunos deportistas -y padres y madres- por la situación del año pasado, cuando se suspendieron las competiciones sin que se dieran explicaciones ni se devolvieron importes, lo que unido a la incertidumbre de este año ha propiciado que se cree una pequeña plataforma que solicita la devolución de la cuota proporcional. Una cuota, eso sí, que en algunas federaciones es mínima.
El balonmano también está tramitando las fichas, como confirma la propia Federación Cántabra. En este deporte no hay límite para inscribir jugadores y staff (solo se cierra el plazo cuando faltan unos pocos meses para que acabe la competición) y aunque los equipos absolutos sí tienen que pagar el seguro federativo, el deporte escolar no paga lo hace -siempre según la Federación- gracias al apoyo del Gobierno de Cantabria. Tiene, eso sí, un seguro voluntario adicional de 15 euros a su disposición y por el momento no se ha abordado la posible devolución o no de cuotas o una futura bonificación.
Tampoco el rugby ha hablado de dinero ni ha devuelto cuotas de la temporada pasada, que arrancó con normalidad, tuvo que detenerse por causas de fuerza mayor -nadie discute esta máxima- y solo se ha reanudado en parte en el nuevo curso. En el Independiente Rugby Club han comenzado los sub 23 y sub 18, pero no los más jóvenes (esperan hacerlo a pirncipios de octubre), y para hacerlo deberán tener su correspondiente licencia, o al menos un seguro médico que cubra posibles lesiones. Y es que todos los deportes de equipo afrontan la dificultad añadida de medirse a la incertidumbre de la pandemia. Del fútbol al baloncesto; del hockey al rugby.
Algo más transitable se encuentra el camino, al menos por el momento, en los deportes en los que la temporada coincide con el año natural, caso del remo, los bolos, el atletismo y el ciclismo. A diferencia de otros deportes, la temporada bolística está a punto de finalizar. Tras tener que variar los calendarios hasta siete veces por la pandemia, el curso bolísico se ha celebrado con normalidad dentro de lo especial del año. Salvo el circuito Textil Santanderina, las categorías de base han podido disputar la Liga, los campeonatos y varios torneos de los programados durante la campaña.
En total han sido 18 las escuelas que han tenido actividad y entrenamientos durante estos meses. De cara a 2021, desde la Federación Cántabra, que tiene pendientes las elecciones, aguardan a que pasen estos meses para comenzar una planificación que, si todo sigue como hasta ahora, será similar a la de los últimos años. El período de inscripción para las ligas escolares se cierra durante el mes de febrero tras la reunión entre todas aquellas que quieran participar, aunque hasta días antes de la confección de los calendarios tienen tiempo para apuntar alguna partida. La competición en menores arrancara a finales del mes de mayo o en ya en junio en función de la categoría.
Jugar a los bolos a nivel federativo es gratis, más allá de la cuota de cada escuela, cuya actividad finaliza ahora para ponerse en marcha de nuevo en el mes de febrero. Para poder jugar este año cada niño tuvo que entregar un papel firmado por los padres eximiendo de responsabilidad a monitores o federación en caso de contraer la enfermedad. Asimismo, cada equipo tenía la posibilidad de, si llegaba a alguna bolera y creía que las medidas de seguridad no eran las correctas, no disputar ese partido.
El remo ya ha dado por concluida en todas las categorías una temporada 2020 en la que el deporte base se ha visto reducido a la mínima expresión, pero si todo marcha de forma favorable podrá impulsar un calendario 2021 en el que vuelva a tener protagonismo.
En cuanto al ciclismo, la temporada de escuelas terminó en septiembre en Noja y las licencias se renuevan a partir de diciembre con un año natural de duración. Dicho de otro modo: las de 2020 se tramitaron antes de la pandemia y las de 2021 aún no se deben expedir (la temporada abarca de mayo a septiembre). «Nos gustaría hacer algún tipo de descuento -explica el presidente de la Federación Cántabra de Ciclismo, Juan José Trueba-, pero siempre dependerá de lo que nos cobre el seguro. Nuestro margen por licencia es poco, pero nos gustaría tener algún detalle».
Por último, en atletismo solo se está organizando algún control de participación prioritaria para los atletas que están preparando los Campeonatos de España de septiembre y octubre de categorías sub 14 hasta máster, según precisa la Federación Cántabra. Los plazos para las licencias se abren a finales de noviembre (la temporada comienza a 1 de enero), por lo que aún tienen algo de margen, a la espera de la evolución de la situación sanitaria. Los organizadores pueden esperar hasta un mes antes más o menos antes de decidir suspender o no, de modo que aún disponen de margen para elaborar un calendario.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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