Dicen los que saben algo de esto que la mar, al final lo devuelve todo. Que todo lo que se eche en ella, de nuevo arriba a la costa. Ese ser que tiñe de azul el planeta bien podría devolver otras cosas. Porque la ... mar también tiene deudas pendientes. Una de ellas es con dos cántabros. Pablo Arrarte (Santander, 1980) y Antonio 'Ñeti' Cuervas-Mons (Santander, 1981) aún maldicen en silencio aquel 14 de junio de 2012. Su barco, el 'Telefónica', rompía uno de sus timones. Y pocas horas después, el segundo también decía basta. De liderar la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo por etapas, a terminar en la cuarta plaza. Sus almas lanzaron una mirada de impotencia a esa mar que es su vida. Pero también de desafío. Nos debes el triunfo en una Volvo, dijeron esos ojos.
Los caminos de Pablo y 'Ñeti' se separaron en la siguiente edición, la de 2014-2015. Arrarte formó en el 'Team Brunel' (segundo) y Cuervas-Mons en el 'Mapfre' (cuarto). Y para la vuelta al mundo que comienza hoy, el 'Mapfre' no dudó ni una milésima de segundo en llamar a ambos. No en vano, ya son dos de los mejores regatistas del mundo. Y los meses de entrenamiento han puesto una sonrisa en sus caras. La cosa pinta bien, con el barco brillando en las regatas previas y ganando la 'In Port', en Alicante, donde todo empieza este domingo. «Hemos entrenado desde marzo muy duro. Pero de momento, va todo muy bien», afirma 'Ñeti'. Su amigo Pablo añade que ya no ve la hora de que se dé la salida. «Tengo muchas ganas de que empiece la Volvo».
Los dos ejercerán las funciones que ya de forma habitual realizan en este tipo de barcos. Arrarte será uno de los jefes de guardia. «El encargado de que que el barco vaya rápido y también de la seguridad de la gente». 'Ñeti' será el proa y el capitán del barco. «Lo de capitán hace referencia a que me ocupo de todo el material, de los repuestos...». El 'manitas' a bordo del 'Mapfre'. Y como la anterior vez, también ejercerá de médico improvisado.
Once etapas a lo largo del mundo
La Volvo Ocean Race comienza hoy en Alicante y acabará, más o menos, sobre el 23 de junio de 2018 en la ciudad holandesa de La Haya. Por delante, once etapas, la mayoría larguísimas. «La media que sale en cada una son 16 días de navegación», apunta Arrarte. La más larga de todas será la séptima, entre Auckland, en Nueva Zelanda, e Itajaí, en Brasil, con 7.600 millas. La más corta, la última. Apenas 700 millas entre Gotemburgo, en Suecia, y La Haya. El predominio es claro de las etapas en el hemisferio sur, que además «puntúan doble», recalca ‘Ñeti’ Cuervas-Mons. Algunas de ellas son inéditas para ambos. «Me gusta mucho la nueva etapa entre Ciudad del Cabo, en Sudáfrica y Melbourne, en Australia. Tiene pinta de rápida y va a ser muy bonita».
Favoritos, con reservas
Los nueve meses de navegación que hay por delante hacen que lanzar un pronóstico sea una utopía. Euforias las justas en una regata en la que todo cambia en un segundo. «Pero no somos inferiores a nadie, lo que es un punto a favor», señala Arrarte. «Lo que buscamos es no tener mala suerte». Esa necesidad de no romper nada la recalca 'Ñeti', que destaca por encima de todo «el mantener la regularidad». El proa santanderino apunta a una de las claves el llegar a Itajaí (Brasil), el final de la séptima etapa, con «la tripulación y el barco en buen estado».
El barco, el VO65, será el mismo para todos. Y el mismo de la edición anterior. Eso da ventaja en cuanto a un mayor conocimiento. Aunque para esta Volvo de 2017-2018 hay algunas novedades. «Han cambiado la forma y el tamaño de las velas. Y además hay una vela extra. Eso da un poco más de velocidad en todos los rumbos», dice Arrarte. Por otro lado, habrá partes meteorológicos cada pocas horas y el llamado 'modo fantasma'. «Durante unas horas, estás desaparecido para tus rivales en el radar. Y eso permitirá variantes tácticas, como por ejemplo a la hora de encarar un frente», añade 'Ñeti'. La última edición de la Volvo estuvo caracterizada por un férreo marcaje entre toda la flota.
Pero por encima de todo, esta es la Volvo de las mujeres. Por primera vez, en todos los barcos hay presencia femenina. En el Mapfre forman la española Tamara Echegoyen y la australiana Sophie Ciszek. Ambas completan una tripulación de nueve personas -otro cántabro, Toño Piris, es el jefe del equipo de tierra- en la que se ha cogido «a lo mejor de cada casa», afirma Arrarte. Todo con un objetivo. El que está grabado en los corazones de 'Ñeti' y Pablo. El triunfo en la Volvo Ocean Race. Habrá que esperar hasta finales de junio para comprobar si la mar ha saldado su deuda.
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