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ENRIQUE VILLA
Jueves, 25 de junio 2020, 07:22
El presidente del club de remo de Astillero, Alfredo Borragán, el exentrenador del equipo, Miguel Ángel Ruiz Camus y varios representantes municipales mantendrán hoy una reunión que puede marcar el futuro de la entidad. Está en juego la continuidad del club o la ... entrega de sus llaves por ser imposible la viabilidad económica de la entidad.
Hay que remontarse al mandato de la anterior presidenta, Elisabet Carral, para desgranar la situación actual. Durante el ultimo año de gestión de Carral el club abonó alguna de las cantidades pactadas a los remeros, en concreto cuatro mensualidades, pero al entrenador, Ruiz Camus, no le abonaron nada. La entonces presidenta presentó su dimisión y entregó cierta documentación del club en el Ayuntamiento de Astillero a petición de los socios. Además, a Carral le faltó por cobrar el patrocinio más importante del equpo: 95.000 euros a cargo de Ferroatlántica.
Entonces entró en escena Alfredo Borragán, que hizo cargo del club como presidente, y una nueva directiva que comenzó a analizar el estado económico de la entidad. Se llegó al convencimiento de que la situación era muy complicada, porque las deudas acumuladas ponían en serio peligro la viabilidad del club.
Una vez que concluyo la temporada y los acreedores y remeros fueron a reclamar las deudas no encontraron respuesta ya que la nueva directiva se encontraba atada de pies y manos: No había liquidez y algunos de los patrocinadores no habían cumplido con sus compromisos.
A partir de ese instante los requerimientos judiciales comenzaron a tener presencia en el día a día del club y se fueron aplazando deudas con el acuerdo de ambas partes, ya que en Astillero siempre ha habido voluntad de hacer frente a los cargos aunque no los hubiese generado la actual directiva.
Uno de los acuerdos más importantes se alcanzó con un grupo de cinco remeros que en conjunto reclamaba del orden de 70.000 euros. Se llegó a un acuerdo para pagar la mitad del montante de forma inmediata y el resto se amortizará en siete años a partir del mes de enero de 2021. Otra de las situaciones graves es la que alcanza el fallo judicial a favor de Miguel Ángel Ruiz Camus, que reclamaba un montante de 30.000 euros a los que hay que sumar los intereses de demora y que elevan la cifra a cerca de los 40.000 euros. La situación está enquistada ya que el exentrenador y remero quiere cobrar todo de forma inmediata. Ante esta situación el club no puede hacer frente al pago, ya que no tiene dinero y las entradas previstas están retenidas.
Ruiz Camus afirma que no reclama más que lo que le corresponde. «Me vi obligado a denunciar al club para cobrar lo que era mío. En su momento podíamos haber llegado a un acuerdo pero su postura, a mi entender, no fue la adecuada ya que querían hacer una importante quita. Si Ferroatlántica llega a pagar, Elisabet Carral hubiese dejado al club saneado y con superávit, pero la situación de la empresa no fue la adecuada y no pagaron, lo que lastró económicamente toda la temporada», señala Camus.
El club quiere alcanzar un acuerdo para poder pagar al exentrenador de forma aplazada y así poder hacer frente a la temporada en el supuesto de que no se alcance un acuerdo. No hay que descartar que Astillero cuelgue la trainera y entre en concurso de acreedores, ya que la falta de liquidez haría imposible plantearse competir durante el verano.
En el club afirman que con la situación que se está viviendo varios patrocinadores han comunicado que no mantendrán sus aportaciones, con lo que al no entrar dinero no pueden salir a competir. «Hay cantidades pendientes de cobrar, pero las mismas están retenidas y no se pueden desbloquear», reconoce el presidente del club, Alfredo Borragán.
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