«Hay discusiones sobre ello, pero creo que el reglamento está bien regulado»

-Inicia su primera temporada completa como director de Competiciones. ¿Cómo ha sido su adaptación al cargo?

-Estupenda, la verdad. El día que me nombraron para el cargo un jugador me dijo «no sabes dónde te metes», y pensé que el puesto sería muy duro. Pese a ello, el mundo de los bolos me ha recibido muy bien.

-¿Había tenido antes algún cargo similar en el mundo de los bolos?

-No, yo he jugado y patrocinado a la peña bolística del Nansa, pero un cargo similar no había tenido. Soy un novato.

-Se incorporó a mitad de la temporada pasada. ¿Cuál fue el primer reto que se encontró?

-El primer reto era la integración, conocer a la gente y saber cuáles eran mis funciones. Alguna cosa me ha pillado que venía de antes, pero incluso en las discrepancias la gente ha colaborado, he visto muy buena disposición. Lo siguiente fue estudiar las bases de competición, los reglamentos y empaparme de cómo se hacen los calendarios, que no es tarea fácil, sobre todo al principio.

-Al poco de llegar se encontró con el conflicto entre Lolo Lavid y Norberto Ortiz. ¿Cómo fue lidiar con aquello, más allá de la cuestión personal?

-Hubo un concurso en Sarón en el que un jugador pidió tirar fuera de plazo por lesión. La ley dice claramente que es la organización la que decide si puede o no tirar, esta consultó a la federación y su servicio jurídico y fue la organización la que decidió que podía tirar. Al final no tiró ante la amenaza de varios jugadores de impugnar el concurso y a partir de ahí se generó toda la polémica sobre el artículo en cuestión. Yo igual lo hubiera hecho de otra manera, pero el presidente decidió denunciar a Lolo por una palabra, que Lolo posteriormente retiró. Al final hubo que sentarse para acabar con algo muy desagradable, pero las partes ayudaron a ello. Podemos estar o no de acuerdo con la ley, pero mientras yo sea el director de competiciones y la ley esté ahí tengo que hacerla cumplir, guste o no. Yo no me manifiesto ni a un lado ni a otro.

-¿Y no es peligroso que sean las organizaciones las que decidan si un jugador puede tirar o no?

-Norberto Ortiz, en su campaña, dijo que lo que quería era facilitar al máximo la labor de los jugadores. A veces se comete el error de pensar que son solo jugadores de Primera, pero hay jugadores de otras categorías que tienen trabajos o estudios. Si alguien en el mundo de los bolos cree que no hay que facilitar las cosas, que presente una propuesta y veamos si la aprueba o no la asamblea.

-Y poco después, otro lío, es de las Escuelas de bolos. ¿Cómo se ha arreglado el asunto?

-La Federación, también cuando no estaba yo, acordó cambiar los baremos de pago a las escuelas. Antes había un fijo y unas variables y se decidió a reducir ese fijo y aumentar las variables, por concursos, Ligas, etc. Al bajar el fijo y subir las variables pueden suceder dos cosas: una, que haya más actividad y que tengamos que pagar más dinero de lo asignado. Y otra, como fue el caso, que no lleguemos al total. Lo que pasó fue que no se aplicó bien la fórmula, que para mí es perfecta, que es como una regla de tres que pretende que, desde el primer momento, concuerde en la liquidación el dinero que se entrega con el dinero asignado en el presupuesto. Fue un error, puesto que esa fórmula no se aplicó. Eso ya está corregido.

-Primero lo ha vivido como aficionado y ahora como directivo. ¿No está muy saturado el calendario bolístico?

-Es una guerra entre eficiencia y competición. En todas las competiciones individuales se juega dinero y los ayuntamientos quieren organizarlo. La solución, si no queremos tanta actividad, es hacer menos competiciones. La pregunta es ¿quién le pone el cascabel al gato? Los jugadores a final de temporada llegan agotados, algo comprensible porque la actividad es brutal. Luego yo les preguntaría a esos mismos jugadores si querrían suprimir quince concursos del circuito. Es complicado. La única solución para descansar más es jugar menos.

-¿Y no cree que la saturación del calendario resta público en algunas boleras?

-Sí, probablemente. Otro reto que tenemos es dinamizar las competiciones para que no se hagan tan pesadas, estar cuatro o cinco horas en la bolera. También están las televisiones, que están haciendo una labor impagable, pero que también restan, sobre todo cuando hace un tiempo regular.

-¿Y qué más retos tienen en los próximos meses?

-Tenemos planteada la reestructuración de las Ligas, se va a quitar una categoría. Para mí es fundamental el tema de los árbitros. Creo que es un colectivo imprescindible. En Tercera no los hay, en cualquier otro deporte no nos imaginamos que no haya juez. Queremos dar una imagen de deporte serio, que los bolos lo son, pero hay algunos temas menores en los que no. Recuperar la Tercera de antaño es imposible, pero hay que regularla.

-¿Qué destacaría de las jornadas técnicas?

-Sobre todo la implicación de la gente. Han sido ciento y pico propuestas debatidas con personas perdiendo los sábados. Hay algunas que son menores, pero una de las más importantes, el producto estrella, es la reestructuración de las Ligas. Se me antoja fundamental para regular y profesionalizar todo y tener una competición mucho más atractiva.

-¿A nivel reglamentario cree que los bolos necesitan algún cambio?

-Esto se sigue discutiendo, hay algunos que proponen volver al emboque de 40 desde cualquier sitio. No hay propuestas que impliquen grandes cambios, yo creo que el reglamento de los bolos está bien regulado.

-¿Se están cumpliendo las promesas electorales de Norberto Ortiz?

-Sí. A Norberto lo conozco hace mucho. Puedo asegurar que lo que promete en campaña lo cree. No sé si se cumplirá al 100%, espero que sí, en breve va a cumplir una de sus grandes propuestas, la del plan de patrocinio. Algunos hablaban de humo, pero pronto va a dar sus frutos.