Cuando disfrutar vale más que el oro

La madrileña Sandra Sanz (8-0), la vasca Diana Fernández (3-0) y la valenciana Sonia Pereira (2-0), fueron las víctimas de Carlota Fernández antes de derrotar en la final por 3-1 a la balear Noelia Grau. A primera vista, parece la trayectoria de una gran favorita en un campeonato que gana sin grandes agobios. Pero la cuenta de Facebook de la cántabra da la pista de que una gran rival de Carlota Fernández es... ella misma. «Los que sufren cada día y hora de entrenamiento conmigo saben lo que supone este campeonato para mí, saben la mochila de lastre llena de dudas y presiones internas que llevo conmigo, y que hoy por fin me quito».

El Nacional ganado en Leganés supone un paso adelante en la preparación psicológica en la que trabaja Carlota. El gran objetivo de la karateca del Kime es que en las competiciones, salga el potencial que demuestra en los entrenamientos. «Entrenando soy una karateca que destacó mucho por mi condición atlética y versatilidad. Puede sonar presuntuoso, pero soy un portento físico. Soy capaz de hacer cosas que muchos no pueden hacer», afirma la nojeña. El problema viene en las competiciones. «A la hora de competir me falta sacar ese entrenamiento al 100% por exceso de tensión y estrés. Y en ese punto estamos trabajando ahora, en ser capaces de trasladar lo que hago entrenando al tatami de competir. En este Campeonato de España hemos conseguido una pequeña parte de ese objetivo».

Esa preparación psicológica, «en la que llevo trabajando todo un año», es ahora «lo más importante» dentro de su entrenamiento como karateca. «Es complicado», reconoce, por mucho que el objetivo suene a lo más fácil. «Tengo que entrar en competición pensando que estoy en un entrenamiento. Y disfrutar. Esa es la clave». ¿Y cómo se entrena eso? «Dándome la confianza que me hace falta. Aceptando los errores pensando que soy capaz de hacer otras mil cosas». A todo ello ayudará que cada vez «tengo más experiencia».

El covid, otro rival invisible, ha puesto patas arriba el kárate, como todo el deporte mundial. Y para esos Juegos de Tokio 2020 y que serán en 2021, Carlota tiene opciones. «Nos lo jugamos todo en el Preolímpico, a principios de junio en París». Y los pesos se reducen en la cita olímpica. Ese Preolímpico repartirá plazas para «tres chicos y tres chicas» por cada uno de los cinco pesos olímpicos. Compañeras de selección y otras rivales «a las que ya he ganado» serán las adversarias de la cántabra para estar en los primeros y –según decisión que nadie entiende– últimos Juegos Olímpicos para el kárate. De tantas veces que le han preguntado sobre ese sinsentido, Carlota ya está «aburrida» del tema.

Entre medias, en el mes de mayo, Croacia acogerá el Campeonato de Europa, «en el que confío estar después del oro en el Campeonato de España». Eso, más alguna prueba del circuito mundial, harán estar de lo más entretenida a Carlota Fernández. Y serán las mejores oportunidades para que ese trabajo mental salga a relucir y la Carlota de los entrenamientos salte a competir al tatami. Y cuando lo haga, sus rivales harán muy bien en temerla.