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La División de Honor 2019 ya tiene dueño. Eran los favoritos desde el principio y aunque Roper les ha discutido el título hasta casi e ... l final Peñacastillo selló ayer de manera matemática el título tras imponerse precisamente al equipo camargués en una tarde de inspiración de la partida de Cañas, especialmente desde el birle.
Un campeonato más sudado de lo que muchos esperaban al comienzo del curso y que es el tercero en las vitrinas de la entidad santanderina en la División de Honor. Es la primera vez que partían como indiscutibles favoritos y pese a algunas jornadas de dudas y otras de mal juego, al final la calidad y experiencia de Salmón, Haya, José Manuel, Víctor, Sebi y Senén se ha impuesto para lograr el torneo de la regularidad. Y es que, hasta ahora, solo J. Cuesta ha sido capaz de derrotarlos en Liga.
Desde más de media hora antes del comienzo del partido la bolera Mateo Grijuela presentaba un aspecto magnífico, con un goteo continuo de aficionados que saboreaban el aroma a partido grande.
De entrada, Roper colocó quince metros en busca de una jugada que asustase a Peñacastillo. Los de Maliaño lograron el objetivo, pese a dos blancas de Pedro de tiro tras un birle sin fallo. Los locales subieron dieciséis, con dos bolas de cuatro, y lo tenían a tiro de ocho palos con las tres últimas, pero estas se fueron de uno y el chico se marchó para el marcador visitante.
En el segundo llegó una de esas genialidades que le han permitido a Peñacastillo levantar el título liguero. Tras subir trece desde veinte metros y con la raya máxima a la mano, Rubén Haya birló dos con la primera bola, situada cerca de la caja. A partir de ahí llegó la tormenta casi perfecta y con las cinco bolas siguientes cayeron 21 palos, lo que dejó el cierre a tiro del panojo, lo que sirvió para poner las tablas en el marcador.
El destino definitivo de la Liga se decidió en el tercer parcial. Roper volvió a los quince metros, mejoró su bolada anterior y mandó a ganar a Peñacastillo a 48, una cifra respetable pese a la distancia de tiro. Si en el chico anterior la tormenta había sido casi perfecta, esta vez la sinfonía sonó perfecta y tras subir diecinueve y dejar las bolas en buena posición el birle fue de 36 bolos, lo que colocó a los de Cañas por delante en el marcador.
Pese a no poder rematar en el último tramo, Roper ha sabido vender cara su piel hasta el final, como demostró en el cuarto chico. Peñacastillo, con otro birle extraordinario, logró llegar a los cuarenta desde veinte metros con una última bola de tres desde la esquina de la mano de Sebi Iturbe. Los de Maliaño embocaron por medio de Fernando Ocejo y tuvieron opciones hasta la última bola, pero cuando necesitaban nueve bolos con tres bolas se quedaron en siete…Y estalló la fiesta para Peñacastillo que remató la tarde ganando el partido con una última bola de cinco de Salmón con Senén Castillo debutando en la competición.
Hubo abrazos, champán y hasta manteo a Luis Palomera, el druida que maneja el cutío del corro. Tercer título de División de Honor para Peñacastillo, segundo consecutivo, y una temporada que puede marcar el inicio de una época en el mundo de los bolos.
Por abajo, el descenso también quedó decidido una jornada antes del final tras el empate de La Rasilla en casa ante J. Cuesta y la derrota de Renedo en Loredo. Los de Piélagos han acabado la temporada en una racha negativa que les ha hecho hundirse en la clasificación.
En la tarde de ayer tuvo momentos de buen juego, como el segundo chico, pero se encontró ante una partida de Ribamontán que, sin la presión de necesitar los puntos en Liga, llega en buen momento de forma a la final de Copa del martes.
En Los Corrales, La Rasilla logró el punto que necesitaba para la permanencia en un buen partido ante J. Cuesta, que no tenía nada en el envite. Los corraliegos sabían antes de acabar que su rival había perdido en Loredo, por lo que el empate era suficiente. Los de Cerrazo se colocaron dos a tres en el marcador, pero los locales cerraron con la última bola para celebrar la permanencia. En el otro partido entre peñas implicadas en el descenso Casa Sampedro y la Bolística empataban a tres en Torres. A ambos equipos les valía el empate para salvar la campaña y mantener en División de Honor, algo que lograron en un partido igualado.
r. Acalorado tras el partido y la celebración, José Manuel González era un hombre feliz tras la consecución del título por parte de su equipo. Aunque ha tratado de quitar presión a sus jugadores desde el comienzo, el presidente de Peñacastillo sabe que los propios bolistas «han empezado presionados, lo han reconocido ellos mismo. Luego no se fueron dando los resultados y eso fue aumentando la autopresión que teníamos».
Pese a que la temporada ha tenido momentos de irregularidad, al final el título se ha quedado en Cañas. «Este año ha sido para mí de los más tensos en las últimas temporadas, por unos motivos u otros». Pese al sufrimiento, incluido el del partido de ayer, en el que Roper se adelantó en el marcador, al final la cuadrilla cumplió con el objetivo marcado, un título de Liga que Nel ya había vivido en otras dos ocasiones «Después de la explosión de júbilo tras ganar el tercer chico, ahora pasado un rato, muy contento, pero nada que no haya sentido otras veces.
Con respecto al partido de ayer, el máximo mandatario de Peñacastillo reconoció que el duelo comenzó «poquito tenso, porque había obligación de puntuar. A medida que se ha ido desarrollando ha sido de los encuentros en los que menos tensión he tenido». Tras hacerse el conjunto visitante con el primer parcial, los locales cimentaron su victoria sobre todo en su buen hacer desde el birle. «De veinte metros nos hemos cebado con el emboque, hemos perdido muchas bolas cerradas por pocos centímetros. Luego hemos hecho unos birles espectaculares, cerrando con subidas de trece y de once».
Desde antes de arrancar la temporada casi todas las miradas de los aficionados estaban puestas sobre la partida confeccionada por Peñacastillo, que partía como gran favorita para hacerse con la Liga. Por ello, la presión ha sido máxima, aunque no una obligación. «El título era un objetivo de la peña y éramos y seguimos siendo conscientes de que es muy difícil ganarlo. Cualquier equipo de los de arriba podía conquistarlo, la dificultad de los últimos años para vencer en la competición puede hacer que por circunstancia adversas como nos han ocurrido a nosotros este año puede ser campeón otro. Yo a los jugadores desde el minuto uno les transmití que si no ganábamos podíamos ser segundos, terceros o cuartos, que lo que había que hacer era luchar, darlo todo, como así lo han hecho y al final hemos tenido esa suerte o esa sapiencia para conseguir la Liga».
Más allá de su calidad deportiva, José Manuel González quiso destacar además la unión dentro de la partida de la entidad. «Es un gran equipo humano, eso es un plus para nosotros, no es una suma de individualidades». Eso se ha notado, sobre todo, a la hora de superar situaciones adversas, un hecho que les ha llevado a perder en tan solo una ocasión durante la temporada. «Hemos ido partidos perdiendo 3-1 o 3-0, como en el caso de Torres, e ir a ganar a más de 50 palos y hacerlos a bolos. Ha habido de todo en esta temporada, hemos tenido muchos partidos donde la suerte nos ha penalizado, pero al final hemos sumado puntos y cuando ganas la Liga se consigue».
Es la segunda Liga consecutiva que gana Peñacastillo y la tercera que instala en sus vitrinas. Aunque ganar siempre sienta bien, para Nel la primera siempre será especial. « La que mejor sienta es la primera. La ganamos con un equipo para nada favorito que hizo un juego espectacular, la ganamos faltando tres partidos. Fuimos un equipo superior en la Liga con respecto a los demás. Ahora tenemos un equipo más hecho para ganar y no sorprende tanto. Son diferentes sensaciones aunque se celebra de la misma manera».
Lo que de momento no adorna el palmarés de los santanderinos es la Copa Presidente, un torneo que podrán levantar el próximo martes si consiguen superar en la final a Ribamontán al Mar en Torrelavega. «Lo afrontamos como una final más, una final era el partido de ayer, una final era el partido de Copa de Noja. Prácticamente todos los partidos que jugamos últimamente son finales. No va a haber tiempo material para prepararlo puesto que todavía hay competiciones, pero intentaremos darlo todo en la bolera».
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