Dos cántabras a la conquista del oro

«Me paso el día pensando: 'Voy a quedar campeona de Europa'. Eso pienso todo el rato», dice Nadia mientras ríe. «No me quiero obsesionar porque al final hay que ir combate a combate. Pero me imagino pasando rondas y peleando el sábado por ese oro, la verdad», reconoce. La de La Albericia compite en modalidad kumite de menos de 50 kilos, y en Guadalajara participará en la competición individual. Nadia ya casi se ha olvidado de sus últimos contratiempos y después de ganar la Liga Nacional de kárate en diciembre y batir a la número uno del mundo en la Premier League que se celebró en El Cairo a principios de año, se encuentra fuerte mentalmente y con hambre de oro.

«Ni dudas ni miedos», es la frase de cabecera de Carlota. «Es porque este año nos arriesgamos un poco porque cambiamos de categoría», explica, porque ahora saltará al tatami para pelear en modalidad kumite de menos de 61 kilos. Ella también sueña con el oro. «Para mí esto supone la ilusión de ir a por esa medalla que se nos ha escapado tantos años atrás», dice la de Noja, que el año pasado, en el Europeo que se celebró en Turquía, ya ganó el bronce por equipos. «Me hizo mucha ilusión y sí queremos repetirlo este año, pero es verdad que me falta esa medalla individual. Siempre se me escapa el Campeonato de Europa y me gustaría lograrlo», advierte. Sería la guinda a una temporada meteórica. En enero las dos karatecas ya se proclamaron campeonas de España en el Nacional que se celebró en Orense (Galicia) en sus respectivas categorías, y ahora tienen la oportunidad de reivindicarse de nuevo.

De hecho, para Nadia esta puede ser la oportunidad que se le ha estado negando estos últimos años. Las lesiones y el covid le quitaron la oportunidad de brillar. «Es el primer año que voy al Europeo porque me convocaron cuando el covid y no pude ir. Los otros dos tampoco fui por las lesiones y este año ya me toca», asegura. Además, guarda gratos recuerdos de los combates en suelo patrio. «En España gané el Mundial sub 21, en Tenerife», dice como si fuera un conjuro para que se repita la historia. «Y además al ser aquí viene mucha gente que nos conoce. Habrá mucho ambiente en la grada, nuestras familias... Y eso al final es un extra», añade. Además, la competición se podrá seguir en 'streaming' a través del canal de youtube de la Federación Española y también en Teledeporte.

En un principio el evento se adjudicó a Moscú (Rusia), pero la guerra con Ucrania supuso un cambio de planes y se trasladó a Guadalajara, con lo que la delegación española lo tiene mucho más fácil para sentir el apoyo de los suyos. «Hoy, que son mis eliminatorias, van a ir allí gente del club, mi entrenador y mi pareja... ¡Ah! y mi madre seguro que también», comenta Carlota. La karateca ha entrenado duro para tener buenas opciones hoy. Además de su rutina habitual, hace dos semanas estuvo en Serbia para completar entrenamientos con otros deportistas internacionales. Algo que ella misma confiesa que le ha venido «muy bien». Pero sobre todo lo que quiere es mantener la tranquilidad. Poder gestionar bien los nervios, que pueden ser el rival más peligroso. «Creo en mi físico y con la técnica tengo todo súper planificado, súper controlado, por eso estamos trabajando mucho el tema de la cabeza», confiesa.

A Nadia, que estos días se ha estado viendo «muy rápida y bastante potente», tampoco le importa reconocer que su fortaleza está en su mente, y eso, cuando la presión agarrota los músculos, puede marcar la diferencia. «Sentir la adrenalina me hace enfocarme muchísimo, olvidarme de los nervios, centrarme, ponerme delante de la rival y pensar: 'Voy a hacer lo que sea para ganarte'. La adrenalina es lo que a mí me enciende y me da fuerzas», revela.

Las dos tienen claro quiénes serán las rivales a batir. Turquía. Alemania, Azerbaiyán, Ucrania e Italia son duras. Francia también. Pero admiten que el Europeo «puede caer de cualquier lado». Carlota se pondrá a prueba hoy sobre el tatami, mientras que Nadia arranca sus combates mañana jueves, pero ambas tienen un solo objetivo. Como el Rey Midas, buscan convertir en oro todo lo que toquen.