Un empujón para subir al ring

«Buscamos patrocinadores. Hola soy Sara Romaña, boxeadora del Gimnasio Daniel Rasilla. El mes que viene se va a realizar el Campeonato de España de clubes y nos gustaría participar. Estamos buscando ayuda para costear los gastos». El mensaje es claro. Directo... A la conciencia. Sara y sus compañeras quieren competir el mes que viene en el Nacional mixto que se celebra (30 de marzo al 4 de abril) en Los Alcázares (Murcia) y no tienen dinero para ello. «Está muy lejos y no somos profesionales. La mayoría estudiamos y lo que queremos es competir, pero la estancia, el viaje... No tenemos para todo», lamenta con resignación la joven púgil, que desde los quince años compatibiliza la práctica del boxeo con sus estudios universitarios del doble grado de Administración de Empresas y Relaciones Públicas. Ella es una de los cinco componentes del equipo mixto de competición que entrena Dani Rasilla, el que fuera aspirante al cinturón europeo. Además de Sara, Hugo Gómez (junior), Eduard Ionut Curmei, (Junior), Mariluz Peral (élite) y Marian Herrería (élite) han decidido airear sus necesidades económicas en busca de que alguien pueda ayudarles a «cumplir nuestros objetivos». La joven púgil confiesa que «sabemos que la situación es complicada, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados y tenemos que intentar todo lo que podamos».

Comparten gimnasio, esfuerzos y sacrificios y entre golpe y golpe decidieron hace unos meses darle una vuelta a sus deseos. «En diciembre decidimos subirlo a las redes sociales para darle visibilidad. En principio, el campeonato tenía que celebrarse en febrero, pero por la pandemia se ha retrasado. Siempre hay gente que lo ve y te ayuda. Eso esperamos», señala.

Hasta el momento, la firma deportiva Charlie, relacionada con el boxeo, ha contribuido con una pequeña parte y siguen a la espera de respuestas. «Hemos mandado un escrito al Ayuntamiento de Camargo y a pequeñas empresas y estamos pendientes de que nos contesten», explica Sara. A día de hoy «tenemos una parte, pero a ver si hay suerte... Sabemos que las cosas están difíciles, porque las empresas sufren y algunas están cerradas, pero confiamos en que de aquí a que se celebre el campeonato podamos reunir lo que falta».

El año pasado no pudieron acudir a esta competición que se celebra todos los años. «La última vez que fuimos fue en 2019 y yo conseguí una medalla de plata, y mis compañeros una plata y un bronce». Se trata de una cita en la que se compite de manera mixta; los equipos están compuestos por cinco miembros de distintas categorías, desde junior hasta la franja élite. «Está siendo un año difícil, apenas hemos competido y nos hará mucha ilusión poder acudir. Hemos entrenado a tope y a ver...», exclama con la preocupación que le da el «estar fuertes y no poder acudir». En el boxeo, casi es tan costoso subirse al ring como mantenerse en forma y en disposición sin combates. Ellas y ellos lo consiguen «entre todos, pero no es lo mismo entrenar y entrenar que poder competir».

Sara habla por los demás. «Nosotros sabemos que este deporte es como es. Nos costará dinero ir y tendremos que poner de nuestra parte, pero si alguien nos ayuda pues todo será más fácil».

Las aspiraciones son, primero poder estar en Los Alcázares, y luego lo que toque. «Hace dos años lo hicimos muy bien y nos hemos preparado para ello», indica. No sería la primera vez que superan todos los sacrificios que requiere un boxeador para ponerse a punto, para dar el pese en la báscula y para estar en condiciones de subirse al ring y luego... Se suspende la pelea. «Por desgracia alguna vez ha pasado. Pero estamos ilusionadas de poder ir y seguro que todo sale bien».

Sara entró en un gimnasio, en el de Dani Rasilla de Maliaño, por preinscripción materna. «Me empujó mi madre. Le gustaba la disciplina y le gustaba que aprendiera a defenderme». Tenía catorce años y solo tardó uno más en debutar en el cuadrilátero. «Me entusiasma los valores que enseña, la disciplina y el secreto de que hay que esforzarse para todo si quieres conseguir algo». Sara y sus compañeras -y compañeros- comparten «seis días a la semana». Primero va a la universidad y cuando ya acaba el día, «a eso de las 19.00 horas» llega el turno de ponerse los guantes y de aprender alguna lección de golpe. «Con Dani Rasilla estoy encantada. Nos enseña lo que es este deporte y lo que significa».

El año pasado Sara acudió a Montenegro al Europeo y obtuvo una medalla de plata en el peso mosca. «Fue una experiencia tremenda. Pertenecer a la selección española, estar allí, entrenar con el equipo...». En 2020 estuvo en la Liga Iberdrola con el equipo de competición y «ganamos», señala con ilusión. En el ring lleva quince peleas, con ocho victorias, seis derrotas y un nulo- y ahora se ha propuesto con su equipo vencer por KO en este combate peculiar. «Calculamos que son alrededor de 2.000 euros lo que nos costará. Y vamos a esperar a ver qué pasa... Nosotros no nos vamos a rendir», concluye. Quedan cinco semanas para que suene la campana y aquí no hay nada decidido. Ni mucho menos.

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