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Sergio el 'Niño' García hace guantes con su preparador, Víctor Iglesias, ayer en el Gimnasio Kronk. Luis Palomeque
«Estoy con ganas. Sin nervios ni miedo, pero con la presión de no fallar en casa»

«Estoy con ganas. Sin nervios ni miedo, pero con la presión de no fallar en casa»

'El Niño' descansa «con los deberes hechos» para mañana dar el peso en la báscula, antes de su tercera defensa del cetro europeo ante El Massoudi

Marcos Menocal

Santander

Jueves, 5 de diciembre 2019, 07:14

Son la 18.00 horas. En el gimnasio Konk de Torrelavega casi no hay sitio para aparcar. Dentro, la actividad cotidiana no cesa. En la ... sala de pesas se escucha el 'hierro' resonar. Hay quien se esfuerza encima de una bicicleta estática con los cascos de música y otros deambulan de un lado a otro. Se abre la puerta y entra Sergio García. «¿Qué pasa, Niño?», se escucha. Zapatillas deportivas, chandal y encima de la chaqueta una sudadera y una cazadora. Abrigado. Muy abrigado. «Hay que sudarlo», explica. Se le intuyen los pómulos en el rostro cuando sonríe y eso que con la dieta el humor va y viene. «Bueno, cada vez lo llevo mejor. Ya no es como cuando empecé», admite. Al Niño le quedan dos días para bajar apenas un kilo, el que ayer le sobraba para dar mañana en la báscula los 69,9 kilos que le permiten estar al límite del peso superwélter. «Vamos muy bien, estoy bajándolo perfectamente, con energía, con fuerza y sin ningún problema». El tortuoso ritual del púgil de reducirse durante los días previos al combate para luego llenarse antes de subir a la lona es para muchos un máster de boxeo. El cómo y en cuánto puede significar el éxito o el fracaso de un sacrificio agonístico. Para Sergio García ya no es más que «un trámite que se pasa bien, y mejor en casa».

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