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Saelia Rivas, Candela Menocal, Aroa Puente, Daniela Moroso y Marta Sánchez, sobre el tapiz.

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Saelia Rivas, Candela Menocal, Aroa Puente, Daniela Moroso y Marta Sánchez, sobre el tapiz. Javier Cotera
Gimnasia rítmica

La Gimnasia rítmica ilumina La Ballena

La primera jornada del Campeonato de España arrancó ayer y cientos de gimnastas llenaron de luz y figuras el tapiz instalado en el Palacio de los Deportes de Santander

Leila Bensghaiyar

Santander

Viernes, 28 de abril 2023, 07:11

El jaleo se intuye ya desde fuera del Palacio de Deportes de Santander. Grupos de padres se arremolinan en torno a los coches o a los bancos que rodean el edificio, mientras corros de niñas con moños muy apretados a base de gomina, espuma y laca; y maquillajes vistosos, descansan esperando su turno sobre el tapiz que se ha instalado dentro de La Ballena. O justo después de haber pasado por él, como un grupo de chicas que corre para posar en un 'selfie' con sus madres y sus dos entrenadoras. Son las gimnastas del Club Rítmica Gim Vanes Sport de Badalona y han recorrido 714 kilómetros para estar este fin se semana en el Campeonato de España que se celebra por segundo año consecutivo en Santander, y que reúne a más de 2.000 deportistas.

«¡Chicas, que vamos a ser famosas!», dice Daniela con una gran sonrisa. «Creo que he estado muy expresiva y que se ha notado que he disfrutado mucho». Tiene 13 años, pero las ideas muy claras. Es la primera vez que participa en un Nacional, como el resto de sus compañeras, y reconoce que, aunque la de ayer no fue su mejor coreografía, se lo ha pasado «genial. Podría haber estado más concentrada, pero lo he disfrutado y no he tenido miedo como pensaba», explica. Y es que la música que el grupo ha utilizado para preparar su ejercicio ha tenido mucho que ver. Era el tema principal de Harry Potter. Casi no hace falta ni preguntar, porque lo llevan serigrafiado en las camisetas que lucen. «Nos las regalaron nuestras entrenadoras de recuerdo antes de venir», cuenta. El grupo lo forman seis niñas, cinco de conjunto más una de reserva, pero hasta Santander se ha desplazado una expedición mucho más numerosa. «Somos las seis gimnastas, dos entrenadoras técnicas y las mamás y papás de esas niñas. En total seremos unos veinticinco», explica Vanesa González, una de las entrenadoras. «Ha sido nuestro primer Nacional con estas gimnastas en la categoría cadete y estamos viviendo una experiencia única», señala.

El gran ambiente que se respiraba en el recinto reunió a cientos de aficionados y familiares en las gradas

Llevan meses planificando el viaje y han tenido que «dar el callo» un poco entre todos. «Unas mamis buscaban alojamientos, la otra entrenadora los viajes... y entre todos nos ayudamos para encontrar la mejor manera de desplazarnos». Y es que es difícil cuadrar horarios y hasta en algunos casos pedir días libres en el trabajo, porque las jornadas de competición que les han tocado han caído en días laborables. Aún así ha merecido la pena. «No ha sido el mejor pase de la temporada. Este deporte es así, a veces te lo juegas todo en dos minutos y medio. Es muy duro. No todo el mundo está preparado para ejercer esta modalidad deportiva», suspira Vanesa. «Pero ver a nuestras niñas en un Campeonato de España es una maravilla», admite la catalana.

Dentro del Palacio de Deportes el característico tono gris que recubre la ballena desaparece por completo. El color ha tomado el mando del espacio y los brillos y destellos de los maillots reinan a placer. Es el efecto de los cristales de Swarovski cosidos a las prendas, y cuya luminosidad se usa para resaltar los elementos pintados en los maillots. Las cintas vuelan por el aire dirigidas con los precisos movimientos de muñeca de las gimnastas y forman espirales serpenteantes en suspensión.

El Club Rítmica Gim Vanes Sport se hace un selfie Javier Cotera

Las pelotas se deslizan por brazos y piernas como si se desplazasen por un rail, sin salirse ni un ápice del recorrido que deben trazar. Algunas chicas ensayan los ejercicios que van a ejecutar en el tapiz. Otras realizan estiramientos o se dan los últimos retoques al peinado y maquillaje. Todo cuenta. Todo debe ser perfecto a los ojos de los jueces. Carreras hasta llegar cerca del arco por el que se accede al tapiz. Allí frenan para recuperar la compostura y desfilan de puntillas delicadamente hasta que suena la música de su coreografía.

En la sala resuenan unas palmas y las primeras notas de 'Malamente' de Rosalía, mientras las jóvenes gimnastas arrancan los gritos de ánimo del público arremolinado en las gradas. Son las chicas del Club Rítmica Santander, de categoría cadete. Saelia Rivas, Candela Menocal, Aroa Puente, Daniela Moroso, Marta Sánchez y Paula Pardo, que no saltó al tapiz porque iba de suplente.

Incondicionales

El ambiente es espectacular. Entre los espectadores que jalean están la madre de Saelia, Lara Álvarez; y la abuela de Candela, Armina Domínguez. Más revoluciones no les caben en el cuerpo. Tantas que Lara hasta se ha roto una vena de la mano de aplaudir. «Se pasa muy mal. Es que me pongo muy nerviosa. Es mi manera de decirles: ¡Adelante!», dice. Después del tema incluido en 'El Mal Querer' unas campanas anuncian la otra canción del montaje y se escucha: «Tus ojos bandido robaron con cuentos...». Al ritmo de Ázucar Moreno las santanderinas cerraron su participación. Y no lo hicieron 'malamente'. Al revés. Lograron una puntuación de 12.100 la que están muy satisfechas. Y eso que en esto de la gimnasia rítmica siempre es todo o nada. «Lo único que queremos es que salgan dignas y que lo hagan bien. Con un pequeño fallo se pierde el trabajo de todo el año», explica Lara.

Y si ella lo vive con pasión, Armina lo hace con el doble. La de madre y la de abuela. «Esto es muy emocionante. Llevo toda la mañana con nervios en el estómago, dolor de cabeza... de todo, pero merece la pena», dice. Y eso que tiene ya callo asistiendo a este tipo de competiciones. «Mi nieta lleva muchísimos años ya. Y yo también. Lo sufrí con mi hija, que también hacía gimnasia rítmica, y ahora con Candela», explica. Poco a poco, las chicas de Club Rítmica Santander, que ya han terminado su coreografía, van llegando a las gradas y se sientan junto a sus familiares todavía agitadas, pero atentas al siguiente conjunto que ya se prepara sobre el tapiz. «Yo estaba muy nerviosa. Es que es casi un año entero preparándolo», exclama Saelia, mientras se acomoda en su asiento. «La verdad es que, de esta temporada, creo que es el ejercicio que mejor os hemos visto», le señala Adriana Franco, su entrenadora, y Armina asiente con la cabeza. «Estoy orgullosa de haberlas visto salir felices y sonriendo. Y sí, es la primera vez que las vemos salir del tapiz tan contentas», sentencia.

La EDM Rítmica Torrelavega realiza su coreografía. Marco G. Vidart

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