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Nunca tan pocos consiguieron tanto. Es una consigna de la que se ufana Uruguay en referencia a sus dos títulos mundiales de fútbol, y se le reconocen otros tantos como campeón olímpico a principios de siglo, antes del nacimiento de la Copa del Mundo. Bien ... podría aplicársela la gimnasia cántabra, que con solo dos federados, con solo dos participantes en el Campeonato de España de categorías inferiores que se disputa en Santander, se ha llevado cuatro medallas. Y todo gracias a un joven llamado Nacho González.
A ese nombre responde el gimnasta del pequeño milagro cotidiano, que no optó por el fútbol, como parece la configuración casi de serie, sino por un deporte más minoritario que ha premiado su tesón. Un pionero de la Escuela Municipal de Torrelavega que luce ya el título de campeón de España infantil tras una brillante actuación en el Palacio de los Deportes. Porque no solo se impuso en el concurso final, el que decidía el título absoluto, sino que se subió a lo más alto de podio en dos de los aparatos.
Entrenado por María Pardo, Beatriz Ruiz Salmón, Emma Menocal, María José Prado, Candela Haro y Sheila García, profesora de ballet, es ya una de las grandes promesas de la gimnasia española, aunque como reconoce Salmón, una de sus entrenadoras, «ni nosotras mismas sabemos hasta dónde puede llegar o dónde está su tope, porque estamos acostumbradas a trabajar con niñas, con las que podemos prever mejor la evolución. Así que mientras él crece como deportista, nosotras lo hacemos como entrenadoras». Aun así, lo de la Ballena no ha sido en absoluto una sorpresa. Ya hace tres años consiguió su primera medalla nacional y desde entonces no ha dejado de progresar.
Ignacio González Álvarez (Torrelavega, 2010) tiene, sobre todo, mucho de adelantado. Fue el primer joven que representó a Cantabria en un Nacional de gimnasia rítmica. En categoría masculina, claro. No marcó el camino; lo hizo. Antes que él, algún chaval más entrenaba, pero nunca se había animado a competir. Rompió una barrera invisible cuando siguió la estela de su hermana mayor y pasó del patinaje a la gimnasia. Y de la Escuela de Cayón, donde dio sus primeros pasos, a la de Torrelavega. Su hermano pequeño optó por el fútbol, pero él decidió que lo suyo era otra cosa y se ha convertido, como consecuencia lógica, en el primer campeón de España que tiene Cantabria en gimnasia rítmica.
«Lo tenía claro desde el principio. Comenzó su hermana, él la siguió y los padres también fueron muy valientes, porque le apoyaron desde el principio, desde que empezó a los siete años», reflexionaba Salmón al terminar la competición.
Su ejemplo fue inspirador. Tanto que incluso se ha reflejado en otros deportistas. La muestra, ayer mismo en el mismo Palacio de los Deportes, donde Saúl Palomera (Club Serpentinas) se hizo con la medalla de bronce en cuerda en categoría júnior. Es mayor que él y comenzó antes a entrenar, pero tardó más en decidirse a competir. Cualidades tenía, como ha demostrado, pero la faltaba dar el salto.
Hoy los Campeonatos de España abrirán un nuevo programa, pero el de Nacho ya es uno de los nombres destacados de la competición. Por constancia y por merecimiento.
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