Los imbatibles de Nueva Ciudad

Marcos Sánchez es el capitán de los de la Capital del Besaya, una peña histórica que este año puede volver a dar el salto a Segunda Especial. «Estamos orgullosos. En tercera hay algún equipo que todavía no ha perdido, pero de Segunda para arriba ninguno» señala el jugador.

El cuadro torrelaveguense, que como su propio nombre indica juego los partidos como local en la bolera del barrio de Nueva Ciudad, lleva seis temporadas consecutivas en Segunda, después de que en 2013 tuviera su última aventura un escalón por encima, una Liga que acabaron en decimotercera posición con trece puntos, los mismos que Bustablado, el colista. Desde entonces han estado coqueteando con el ascenso en varias temporadas, aunque sin acabar de materializar el logro. El pasado curso habían sido cuartos en el grupo cuatro, por detrás del filial de J. Cuesta, de Bustablado y de La Cigoña.

En 2019 la peña mantiene prácticamente la misma estructura que la pasada campaña, con tan solo una incorporación, la de José Luis Gómez Abascal. Además de Marcos, completan la partida Jesús Castillo, Fernando González y su hijo Eduardo. Pocos retoques en busca de un objetivo claro, el ascenso.

«El objetivo era ascender», asegura Marcos, aunque el desarrollo de la competición ha mejorado sus expectativas. «Estar así a estas alturas, no. Ha habido partidos que hemos jugado mal, podíamos haber perdido algún punto y no lo hemos hecho por mal juego de los rivales. Lo normal es que algún día pinches, aunque estés jugando bien».

Ser el mejor del grupo, haber obtenido 26 puntos de 28 posibles y tener a un paso el ascenso le convierten en uno de los mejores equipos de todas las Ligas. Solo tres equipos de veteranos, que tienen dos y tres partidos más, suman más puntos. La segunda plaza del grupo es para el equipo filial de Torrelavega Siec, que a ocho puntos de Nueva Ciudad tiene mínimas opciones de llegar al liderato.

Pese a esta distancia, todavía no da por hecho el ascenso. «Todavía no lo damos por hecho. Para nada, hay que jugar los partidos». Claro que, más allá de poder jugar el año que viene en Segunda Especial, los jugadores ya tienen en el horizonte finalizar la Liga de manera inmaculada, con un cero en su casillero de derrotas, algo que no será sencillo. «Si se puede sí, pero es muy complicado. Un día malo tuyo y que juegue el contrario un poco bien, te puede ganar».

El capitán de la entidad reconoce, eso sí, que antes de empezar el curso contaban con Torrelavega como su gran escollo a la hora de pelear por el objetivo del ascenso, una partida con jugadores salidos de la Escuela de Bolos que dirige Mosquera y que arrasó en tercera la pasada campaña. «El principal rival era la Bolística 100%, los críos. Y luego El Puentón, que aunque le falta algún jugador tiene buena partida».

Se da la circunstancia de que Nueva Ciudad ha logrado una de sus mejores temporadas el año en el que ha cambiado de grupo. Acostumbrados a militar en el cuatro, con los equipos de la cuenca del Besaya, esta vez están encuadrados en el tres, en el que además de peñas de Torrelavega juegan algunas como Ebro de Reinosa, Requejo o el propio Puentón, que juega en la localidad de San Martín de Toranzo.

Un cambio que supone no conocer a muchas de las peñas, con lo que eso implica a nivel táctico y estratégico. Sin embargo, a Nueva Ciudad parece que le ha venido bien. Claro que, sin un buen juego y sin tirar bolos, lo demás es muy complicado. De momento el ascenso lo tienen en su mano. Queda por ver si consiguen mantenerse entre los mejores de las casi 120 peñas que existen en los bolos y que tienen árbitro en sus partidos. Que les quiten lo bailado.